lunes, 20 de enero de 2014

Un artículo clarificador para meditar



Occupay Wall StreetHabitualmente no suelo hablar de manera directa sobre temas políticos pero no lo he podido evitar en esta ocasión a raíz de la noticia sobre la nueva plataforma política en la que va a participar el profesor de ciencia políticas Pablo Iglesias. Esta anécdota me ha llevado a reflexionar sobre el intento continuado por diferentes nuevas plataformas y partidos políticos de asimilar de alguna manera el 15M y su enorme potencia sobre la ciudadanía.
La actual situación social y económica de España parece el perfecto caldo de cultivo para comenzar un proceso de cambio y precisamente esta situación es la que lleva a los nuevos partidos políticos y a los  tradicionales a asimilar de alguna manera el movimiento del 15M para conseguir unirse a la nueva ola de cambio y en el primero de los casos para acceder a las instituciones políticas y en el segundo de los casos para continuar dentro de ellas. En ambos casos parece que la ciudadanía no implicarse en los proyectos que se plantean y sospechan que lo que hay en realidad es tan sólo un cambio de perro, pero que el collar es el mismo.
Desde mi punto de vista la desconfianza de la ciudadanía se basa en un factor inconsciente basado en “más de lo mismo”. Este factor inconsciente se confirma, al ver en las nuevas formaciones que las personalidades prevalecen frente a los principios al igual que sucede en los partidos políticos ya instalados. 
Este concepto de anteponer los principios a las personalidades es precisamente una de las bases del 15M, donde no existían líderes concretos independientemente de que en un momento determinado una persona fuera portavoz del movimiento. 
¿Cómo es posible que los principios prevalezcan sobre las personalidades? La respuesta se basar en el cambio de modelo, estableciendo un sistema de pirámide invertida, donde el ciudadano individual sea el elementos más importante y el representante de ese ciudadano sea un servidor de su mandato y defienda lo que ese ciudadano individual, junto a otros ha decidido que es lo que quieren. Esto permite que aquellos que les representan sean meros transmisores de la voluntad individual de los ciudadanos, o  dicho de otra manera, sean servidores de cada individuo y por lo tanto si fracasan en dicho mandato ciudadano serían expulsados de su servicio al ciudadano.
Otro concepto del 15M que parecen no comprender las formaciones que pretenden acceder a la política, es que el 15M no es algo concreto que se pueda encorsetar, más bien es un concepto que permite actuaciones en múltiples escenarios, dichos escenarios van desde las sostenibilidad medioambiental, al derecho a la vivienda o  a la búsqueda de un modelo económico  humano.
Intentar encorsetar el 15M es sencillamente imposible y eso es precisamente lo que le da no sólo una fuerza increíble como referente, sino una enorme capacidad de pervivir en el tiempo.
Desde su nacimiento, se ha intentado buscar una cara del 15M para darle esa materialidad que permitiría influir y dominar el movimiento. Por suerte, todos los intentos han sido un fracaso y el movimiento del 15M sigue tan vivo hoy, como cuando comenzó porque en cierta manera ya forma parte de todos los ciudadanos de este país.
Un tercer concepto fundamental del 15M fue su capacidad aglutinadora y no disgregadora. Esta capacidad de unir voluntades del 15M ha resultado revolucionaria ya que rompe con todos los modelos nacidos en el siglo XIX  y que a día de hoy siguen funcionando.
Uno de los pocos ejemplos que existen de esta capacidad para aglutinar sería la Plataforma de Afectados  por la Hipoteca, donde no importa cual sean tus ideas, lo que importa es que tu derecho a la vivienda está siendo vulnerado por la aplicación de una Ley manifiestamente injusta.
Ninguna nueva formación que no sea capaz de comprender que para poder cambiar es necesario agregar y no desagregar caerá en la trampa de la oposición entre las ideologías (a día de hoy serían ideologías virtuales), donde el contrario es el enemigo y lo identifico perfectamente.
A día de hoy creo que los partidos políticos por un lado carecen de ideologías reales y se aplican un suave barniz para parecer que existe una ideología real, pero realmente las ideologías de han disgregado para convertirse en intereses.
Este artículo no es más que una pequeña reflexión que inevitablemente me lleva a concluir en estos momentos no me siento representado por ninguna formación, ya sea nueva o antigua, pero estoy seguro que en un futuro cercano aparecerán nuevas plataformas que sean capaces de encauzar un nuevo proceso de transformación donde el ciudadano sea el centro de la vida social y al igual que Galileo cambiar el paradigma existente “y sin embargo se mueve (e pur si muove)”
16 Jan 2014

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