martes, 14 de enero de 2014

Otro show del pp en su 'especial' concepto de la democracia


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Entrega de premios

EL PAÍS

Cuando he escuchado a Iñaki esta mañana, acababa de apagar el debate matinal de La Sexta, que no veía desde hace más de un año. Y lo he apagado por indignación y aburrimiento. Los gritos de Inda y las "razones" sin argumentos asumibles por la ausencia de honestidad lógica de Maruhenda me han convencido de que lo más inteligente, sano y cívico era cerrar la caja de los truenos y poner fin personal a la tempestad mediática. 
Hunde en la miseria escuchar sofismas como "No podemos negar que el Presidente Rajoy tiene toda la legitimidad para hacer lo que le parezca" en boca del tal Inda y afianzado por el director de La Razón; por cierto que "la razón" no quiere decir que esa facultad del raciocinio se use siempre según la ética ni la inteligencia, que no equivale a poseer "la razón" sino a que el bien común tenga la supremacía sobre el imperio del egocentrismo partidista o/y personal expresado en ideas y palabras. 'Pensar' no significa en sí mismo ser inteligente, sino el atributo propio del animal pensante, que más frecuentemente de lo deseable usa su pensamiento y su 'razón' como arma arrojadiza y estéril contra la diferencia y la diversidad, sin ver la riqueza y la necesidad del entendimiento. Llamar "razón" a tal postura es perderla y reducirla a simple exabrupto defensivo e irrelevante en el terreno de la inteligencia y de la lucidez. 

Afirmar que "no podemos negar que el Presidente tiene toda la legitimidad para hacer lo que le parezca" es, ya en sí misma, una aberración antidemocrática que está negando el principio moral del mismo concepto "democracia".  Al Presidente y a su partido no se les elige democráticamente para que hagan de su capa un sayo, sino para que cumpliendo con la encomienda de sus representados y pagadores, los ciudadanos que les eligen, solucionen una determinada situación gestora de la polis para cuyo empeño han asegurado tener herramientas y cualidades. Lo legítimo y obligatorio es que esa promesa se cumpla, como en un contrato laboral. Pero ¿acaso es legítimo el no cumplimiento de lo pactado en las urnas? ¿Es democrático y justo que una estafa electoral cobre derecho absoluto para hacer barbaridades 'legales' o no hacer nada, porque recibió una confianza mayoritaria mediante el engaño y demostrando no sólo incapacidad manifiesta, sino la exótica condición de empeorar los problemas creando otros añadidos aún más graves? La legitimidad se pierde cuando lo legítimo se usa como trampa saducea para prevaricar, mentir y sacar tajada, blindarse ante la ley -como Berlusconi- y amparar delincuentes mientras se arrincona la justicia promulgado leyes ad proprium usum. Este es el caso de Rajoy, de su gobierno y de su desastrosa gestión. Y defenderlo a capa y espada lo único que demuestra es que o bien se es un corrupto o se es un inepto intelectivo, que antes de dedicarse al periodismo debería buscarse un psicólogo, un buen asesor en ética, política y economía decente,  y un buen coaching. 
Ergo, si este tipo de turiferario a sueldo  es el que predomina en las tertulias y en los informativos españoles, está clarísimo porqué Rajoy ha decidido eliminar en su rueda de prensa yanky a los medios de comunicación menos proclives a dar jabón y sorpresas inteligentes y honestas. Y por supuesto la SER es una 'santa mediática' a la que Rajoy, obvia y plasmáticamente, no profesa ninguna devoción sino miedo. Canguelo. Yuyu. Acojone. Pánico. Si hasta El País on line se escaquea a veces de publicar videos de Iñaki que la SER emite en Hoy por hoy...porque la mano tecnológica moncloví se alarga hasta la hackeridad más fiel y bien pagá. Como la de la copla.

Queda otro punto que aclarar: ¿por qué entre los medios vetados está El Mundo, donde Inda el turiferario rajoyano es un brahamán 'made in tertuly' ? Pues porque El Mundo, pese a ser de la  cuerda ppera, se ha decantado por Aznar y no por el enemigo, Rajoy, al que Aznar designó como heredero para que una vez en el Gobierno, y ppifiándola sin ppoder evitarlo, el mismo mentor, Aznar, fuese re-aclamado como caudillo salvador imprescindible, excelso y vitalicio. Sólo que el Don Tancredo, el Pinocchio, le ha salido exactamente, un miniyó, un clon. Y con el mismo apego al ppoderío, que es el síndrome caracterizador de toda derechona profesional o amateur. El clon galaico ha perdido el poco oremus que nunca tuvo, o sea el pudor al ridículo. Y ahora no hay quién lo baje del podium. Y Geppetto Aznar ha terminado de darse a sí mismo, y al pp, la ppuntilla definitiva, jugando al estratego como un Taillerand o un Richelieu de tómbola diocesana. Eso  pasa por interpretar mal a Descartes y no haber leído nunca a Spinoza ni a Erasmo de Rotterdam ni a Kant, ni a Aristóteles, haberse incrustado en Hobbes ( homo lupus homini est= el hombre es un lobo para el hombre) y así acabar brillantemente su praxis existencial siendo el apprendiz de brujo de George Bush jr, todo un gurú del apocalipsis now. Y creer que en Las Azores había asistido a un prodigioso y mágico master class, a una iniciática práctica de Supermán al que se ha confundido con la paloma de Espíritu Santo en pleno vuelo urbi et orbe. Son la cosas del ppoder ...hundirse en pplan Armada Invencible. O en plan Titanic. Hasta el palo mayor. Hasta las trancas. 
Y todo ello sin que el bien estar, los derechos-deberes, la libertad, la igualdad y la justicia de todos los españoles tengan la menor importancia en la carrera  trepadora hacia el poder absoluto, sus intrigas devastadoras y la depredación económica, que permite el abuso absoluto sin dar cuentas a nadie; empezando por aquélla a la que no se conoce: la propia conciencia ni siquiera nascitura.


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