jueves, 31 de octubre de 2013

Reproduzco el artículo que escribí el año pasado por estas fechas. Lo repito, porque esta fiesta tan poco original como denterosa y copiada a calco-manía de la maravillosa cultura del espionaje universal y su mediocre hagiografía, no mereceotra cosa nada más que una copia de malamuerte,dado el contenido de la ortopédica celebración fiambrística. Yo me a punto a los vivos y que los muertos se vayan enterrando según les rote

Dime lo que celebras y te diré que futuro te espera



Halloween. La fiesta yankee. El apósito adhesivo que el imperio mediático ha impuesto al mundo. Porque sí. Porque mola un mazo, colegas. Y da dinero. Cómo no. Si la felicidad es gratis y el sufrimiento es el negocio del siglo. De todos los siglos que en el tiempo han sido.
Ayer, a la caída de la tarde. Ahora que los anocheceres se adelantan, la ciudad era una irrealidad fantasmagórica. Niños y adultos sin madurar, o sea patéticos, paseaban por las aceras disfrazados de vampiros, calaveras, demonios, fantasmas, trasgos, orcos, brujas y monstruos de diversa especie y condición. Celebrar la fealdad, el terror y la destrucción se ha convertido en un ritual festivo, en unos carnavales obsoletos y ridículos, de infierno transgénico y desesperado en una sociedad en crisis total, de todo. Esencialmente y como base idiopática de la enfermedad, carente de valores. O sea, de salud. Terminal, en una palabra. 

¿Qué futuro tendrán generaciones que están creciendo mientras celebran el espanto como juego favorito ya programado en el IPhon y que tienen la falsificación de los dinosaurios como mascotas de peluche para dormir en sus cunitas y darles la ternura del primer contacto con lo, supuestamente, "vivo"? 
No sé si los psicólogos lo habrán notado o si tal vez la mayoría de ellos ni lo vea. Pero es imposible que sembrando horrores y malformaciones mentales en el inconsciente humano, desde la más tierna infancia, nuestra especie pueda producir algo mejor que psicópatas robotizados o carne de manicomio. Idiotas cibernéticos y bricks vacíos de contenido, dispuestos a llenarse de cualquier sustancia energética que los quiera poseer y teledirigir.
Tampoco sé si alguien habrá advertido la sibilina e imperceptible sustitución de fechas y de contenidos semióticos de este evento. La fiesta de halloween ha venido a suplantar, no a la del recuerdo de los difuntos queridos, que se celebra el día 2 de Noviembre, sino a la de Todos los Santos, que en el plisplás de un escobazo dantesco  y mercantil, ha quitado de en medio una referencia importante para la evolución. Porque todos los santos son realmente, todos los seres humanos que van superando etapas de crecimiento y van alcanzando, en esta vida , grados de conciencia cada vez más sutiles, inteligentes, felices y amorosos. Es la fiesta de la Comunión de los Santos, es decir, la fiesta que celebra la vivencia comunitaria, la energía vital en común-unión de los que avanzan. La alegría del encuentro. De todos nosotros, los hijos de la vida y no de la muerte. Pues la muerte es estéril e instrumental, no es   por sí misma, nada más que el punto de salida y de entrada simultánea de un estado sólido-líquido, al estado gaseoso y expansivo de lo que ha estado limitado y constreñido a una forma determinada y cambiante. El paso de la materia a la energía que hace posible cada experiencia y la dota de vida y movimiento. Es decir, el paso de la conciencia reducida a la conciencia infinita. La muerte es sólo la puerta multiusos que comunica las innumerables habitaciones de nuestra casa cósmica. Quedarse atascados en el culto pueril e insignificante a la calavera, a los infiernos, que sólo son obra nuestra, a las brujas, fantasmas ,hombres-lobo, monstruos y demás horrendeces, que son enfermedades y miasmas en la escoria del psiquismo imaginario, deja el alma encerrada en un túnel de oscuridad. En un páramo gris y tenebroso. Le arrebata recursos a la inteligencia. Congela y recorta los caminos del crecimiento. Si todo "termina" en ese bosque irreal de lo mortuorio, ¿para qué estudiar?,¿para qué trabajar?, ¿para qué superarse? Si al final de todo sólo queda la calavera sobre dos tibias cruzadas, ¿para qué hacer nada que no sea simplemente depredar y procurar ser el depredador mejor que el depredado? Obviamente, quedar reducidos a la simple animalidad, frustrando el proyecto humano en su plenitud. Así el primitivismo asustadizo, tiene la posibilidad de adquirir un caché que en realidad no le corresponde, porque la evolución sigue a pesar de cualquier obstáculo, por más persistente y obsesivo que sea. Sobre todo porque el culto a la animalidad se acaba en su autodestrucción, mientras la vida adopta alturas y planos que el animal pensante e inconsciente, se ha prohibido a sí mismo.
Hay que decir la verdad a los consumidores del espanto. No hace falta que se inventen y compren disfraces para la familia, ni que busquen el escalofrío de la irrealidad. Si de verdad quieren ver el horror real, sólo deben enchufar la televisión y comparar los anuncios con el panorama que ven cada día, dejar el cibermundo y salir a la calle. Pasarse por las puertas de los supermercados, de los bancos, por los hospitales que no admiten parados cuando han perdido el subsidio. Por los comedores asistenciales que ya no dan abasto, por los contenedores de basura, donde padres y madres de familia, que ayer los usaban para tirar residuos, hoy buscan bolsas de pan de ayer, frutas tocadas, botes de conserva caducados. Pueden encontrarse a Cecilia, la abuelita que pide en la puerta de Mercadona, a la que los doscientos euros de pensión, se le van en la luz, el gas y los gastos de comunidad. No le queda nada para comer, ni para vestir, ni para farmacia recortada cuando pilla un resfriado, cada vez más frecuente, porque al no comer casi nada, no tiene defensas. Y sobrevive de lo que los clientes del super le van dando. 
Pueden llevar a los niños para que vean fantasmas de carne y hueso, a charlar un rato con Arturo. Maestro de obras. Ha perdido su casa y su trabajo. Está separado. Tiene tres hijos a su cargo que ya no pueden pagarse los 3 euros del tupper ware. Y con casi cincuenta años no espera que nadie le contrate a  pesar de su experiencia.
Y si quieren ver a la bruja más piruja y vengativa, pueden presentarles a Iris. Ecuatoriana furibunda y desesperada, capaz de matar para dar de comer a los suyos y conseguir un billete de vuelta a los suburbios de Guayaquil. El hombre-lobo puede ser Don Ramón. ATS jubilado y que ha perdido hasta la camisa gracias a las preferentes, en un falso ahorro pensionista, de un banco gallego que ahora subvenciona a Núñez Feijóo y celebra el triunfo de la abstención. Eso sí que es el terror. Y no las calaveras de plástico y los tridentes de juguete o los colmillos de vampiros irrisorios. Para vampiro, este gobierno. Para sacamantecas, el señor Presidente. Para brujas, el elenco que empieza en el Parlamento y acaba en la Comunidades Autónomas. Para hombres del saco, los señorías de la complicidad y el silencio cooperante. Para aquelarre, la monarquía. Y para Santa Compaña, la iglesia tan silenciosa ante el genocidio de la dignidad humana  como gritona y estridente para defender sus intereses y sus manías cratófilas y persecutorias.
Para terror, terror, pasen y vean los fenómenos tecnológicos que pueden asolar un país en un santiamén si les cae gordo, por alguna razón subversiva, a los inventores y sostenedores del halloween de marras.  Y España tiene todas las papeletas por haberse "inventado" la indignación activa como respuesta al abuso global. Ahí está la clave. España ha descubierto que el verdadero halloween vive en Wall Street y desde allí, maneja todo, mientras va vendiendo folklore mortuorio para derrotar psicológicamente al posible futuro de la humanidad, desde dentro de los mismo consumidores, y con ello se llena los bolsillos a costa del euro agonizante, el yen fukushimado y el verdadero opio del pueblo, que es el miedo. Y así el anillo de Sauron va ocupando, sin inconveniente alguno, los dedos y las mentes de los que gobiernan el negocio del horror. 
Una humanidad que se olvida de celebrar su santidad natural y su capacidad para ser feliz y solidariamente cívica, pero cree divertirse al disfrazarse de cementerio y horror show, se está condenando a sí misma a no tener futuro alguno. A ser su  propia tumba. Donde ponemos la atención, ponemos la dedicación. Y donde ponemos atención y dedicación, ponemos el interés y el afecto; así sembramos el futuro. 

Habrá que repensar el regalito envenenado que Europa y el mundo en general están recibiendo sumisa e irresponsablemente, desde Hollywood, Hallowen, el Pentágono, la Casa Blanca (?) y Wall Street.
Más que nada por supervivencia de la propia especie y del Planeta que la mantiene.

Y para muestra,este botón recién salido del horno crematorio:


Tres jóvenes muertas y dos en estado crítico por una estampida en una fiesta de Halloween en Madrid
Las chicas, de entre 18 y 25 años, fueron aplastadas. La Policía cree que el disparo de una bengala provocó la avalancha.

"la maté porque era mía", la prueba, claro, dice el pp...¿Y el juez Ruz que opina? ¿Y la jueza que sale por el borde de la escena, quién demonios es, una jueza o una amiga de toda la vida?

| ANDRÉS MUÑIZ
Acepta el criterio de la Fiscalía y archiva la causa provisionalmente mientras no se prueben delitos en el caso de los papeles del extesorero.

Peridis

ROSA DÍEZ: DIPLOMADA CUM LAUDE EN DEMAGOGIA Y TREPISMO


"ROSA DÍEZ, POR SU MEZQUINO INTERÉS ELECTORAL A CORTO PLAZO,HA HECHO UN MAL SERVICIO A ESPAÑA"
En el PSC explican su votación diferenciada del PSOE en el Congreso a la quiebra de un acuerdo entre los dos grupos, por presiones de 'la vieja guardia'
         


“No vamos a votar a favor de ninguna propuesta malintencionada que busque confrontar, venga de los separadores o de los separatistas” dicen en el PSC desde Cataluña a ELPLURAL.COM. En el PSC y en el PSOE sabían desde ayer que su votación diferenciada este martes a la propuesta de UPyD para que se reconociera la soberanía nacional como indivisible se convertiría en la noticia. “Es una chorrada votar en el Congreso lo que ya se recoge en la Constitución, es someterse al juego mezquino de Rosa Díez…, y aunque consiguiera arrastrar a un partido con mayoría absoluta y a otro que tiene treinta veces sus cuatro diputados, nosotros no vamos a participar en su juego” dicen los socialistas catalanes.
Rosa Díez se negó a aceptar los cambios propuestos tanto por PSOE como por PP..., su apuesta era otra. Foto EFE
Rosa Díez se negó a aceptar los cambios propuestos tanto por PSOE como por PP…, su apuesta era otra. Foto EFE
El día después, la herida abierta entre el PSC y el PSOE por lo sucedido ayer, aún supura. Rosa Díez hizo pública manifestación de que no era su intención provocar esa crisis. Los socialistas están muy lejos de creerla: “busca pasar de 4 diputados a 20, y para lograrlo no le importa lo que se ponga en juego”, decía una fuente de Ferraz a este periódico. “Su moción vista desde Cataluña es suicida…, y la gente aquí no entiende que se le siga la estrategia a un personaje así, que en su beneficio más indigno hacen un mal.., un muy mal servicio a España”, nos decía un alto dirigente del PSC.
Díez apuesta por remover los sentimientos que enfrentan
Resumimos lo sucedido este martes. UPyD había presentado una moción para proclamar algo que ya está en la Constitución: la soberanía nacional es indivisible. En estos momentos, es evidente, lo que se hacía así era escarbar en la herida abierta por Mas, remover los sentimientos nacionalistas españolistas, en los que se alimentan Rosa Díez y su partido, y reforzar las tesis nacionalistas catalanas, que pueden utilizar de nuevo el argumento de ‘las imposiciones’ desde Madrid.
En el PSOE, conscientes de las pretensiones electoralistas de este partido con su moción, habían pedido para votar a favor, que se añadiera un párrafo en el que se leía que “el Estado de las autonomías necesita una revisión y una actualización mediante reforma dialogada y acordada de la Constitución”. A primera hora de la mañana, en la reunión de todo el Grupo socialista, incluidos los diputados del PSC, se decidió que si no se aceptaba su texto, el grupo se abstendría.
La vieja guardia del PSOE se mueve para pasar de la abstención al voto a favor
Rosa Díez, justo después de la hora de comer, ya dejó claro a los socialistas que no aceptaría incluir su propuesta. El PSOE, diputados catalanes incluidos, ya habían decidido abstenerse, pero comenzaron entonces a producirse presiones. “La vieja guardia”, nos dicen desde las filas del PSC, “comenzaron a exigir un cambio, para que se votara a favor, aunque eso no era otra cosa que entrar en el juego de estos ‘separadores’ que viven de remover esos sentimientos”. Manuel Chaves y Alfonso Guerra fueron los abanderados del movimiento. En el PSOE nos aseguran que también andaluces y asturianos, los que gobiernan, advirtieron que no resultaba aceptable para ellos la simple abstención. “Rubalcaba habló con todos, y al final se dio la orden de pasar de la abstención al voto favorable”, nos dicen en el Grupo Parlamentario Socialista, que justifican que “en el PSC tienen que entender que si bien el 80% de los catalanes quieren el derecho a decidir, en el resto de España, el 80% de la gente está en contra, y el PSOE mayoritariamente representa ese sentimiento”.
Condenados a votar cosas diferentes, PSC y PSOE votaron por segunda vez en lo que va de año dos cosas diferentes sobre el mismo hecho, el derecho a decidir. Junto a UPyD, claro, y PP, el PSOE votó a favor de la moción. PSC se abstuvo como se había acordado desde la mañana por parte del Grupo Socialista. CiU, PNV, IU, ICV, CHA, ERC, Amaiur, BNG y Compromís votaron en contra. La Constitución sigue diciendo lo mismo que ya decía. Rosa Díez ha logrado un buen montón de titulares y que determinados medios esta mañana hablaran de ella como de una gran estratega. Desde Cataluña lo ven diferente y en la dirección del PSC insisten: “estos ‘separadores’ hacen muy mal servicio a España, y lo peor es que lo saben, pero les da igual”. (Fuente: El Plural)
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QUIÉN ES QUIÉN

Para que no nos sigan dando gato demagógico-trepa por liebre democrática en extinción, conviene que leamos el historial de esta reina del tapón convenenciero, convertida en bisagra de sus intereses políticos.  Es una dictadora que no está en el pp, porque no puede mandar en él; no se lo permitirían, que está todo muy reñido y minado por lo mismo que Rosa Díez rezuma:  hambre bulímica de mando y poderío sin freno alguno; reconociendo en ella la excelencia del trepaje,  seguramente temen que les engañe y les abduzca también a ellos, pero no porque no coincida plenamente como anillo al dedo con sus métodos y sus inclinaciones más profundas, si es que en ambos hay algo más profundo que la ambición y el exhibicionismo caciquil. 
Tiene el mismo tirón ppero visceral del victimismo lacrimógeno como resorte mediático-electoralista y de culpar a todo el mundo menos a ella misma de lo mal que andan las cosas. Es terrorífico que alguien nunca dude de nada, que nunca pida disculpas ni perdón por algo, que desconozca la honestidad imprescindible de los humildes y de la autocrítica; que lo sepa todo, que nada le haga detenerse por algo, que tenga la seguridad enferma de un talibán o de un kamikaze calculador de efectos especiales y un apego patológico al glamour populista. 
Es como Eva Perón, pero sin Perón ni charme barriobajero gardeliano, sino con aura de marmitako y amatxu entre Santurce y Bilbao, o de catequista de quita y pon,  combinado con la misa de doce y guitarritas cumbayá. Lo mismo clamaba y berreaba contra el diálogo para llegar a la paz en Euskadi, como se apuntaba a Gesto por la Paz, si calculaba intermitentemente,  cuál de las dos opciones le daba más votos. Lo mismo le pone una vela a Santa Ulpicia del Divino Enjuague, como al mismísimo Tony Cantó, que es como ponérsela al diablo Cojuelo, por lo memo y rimbombante del sujeto en cuestión. A eso hemos llegado los españoles. A votar por despiste al mimetismo interesado en esa ensaladilla rusa que cubre la mayonesa de la misma pringue, para que no se distingan demasiado los ingredientes.

Comenzó como funcionaria y, bailando la pulga, de ahí saltó al sindicalismo y de ahí a la política como profesión definitiva y única. Primero socialista, que era lo que molaba entonces para trepar más rápido y luego, en plan self made, se inventó su propio partido, a la medida de sí misma. O sea, ella nunca descansa. No tiene profesión conocida a la que recurrir si cualquier día, la política la escupe en el orinal del cansancio y el ninguneo, porque ya, en más de treinta años de escalada a saco, se le han debido gastar los cupones de la excedencia. Y además ya no debe recordar nada de funcionariado alguno. Pertenece a la misma subespecie étnica de Aguirre, otra perla cultivada, que se ha pasado la vida acumulando caché de concejalía en concejalía, sin dar hachazo verificable porque andaba siempre embarazadísima con su familión en ciernes, el servicio que no daba abasto y con unas náuseas terribles, tanto, que sólo le permitían ir al trabajo los días pares de la semana laboral, hasta que consiguió una comunidad autónoma para ella solita sin darle cuentas a ningún alcalde, que acompañada de la menopausia le permitió estrenar un traje cada día en acontecimientos wonderful very, very much sin contratiempos vomitorios. Como Cospedal. Como Rita Barberá. Como Soraya la hobbit. Como Camacha, la de la plataforma supralabial emboxtada. O la Villalobos, que ahora estará celebrando su día mundial con el halloween licántropo, la fiesta del feísmo tan prêt-a-porter como desagradable (esta celebración, por todas sus connotaciones terminators tanto cutre-mortuorias como histriónico-terroristas, debería ser el día mundial del pp)Llevan, todos estos ejemplares de lo antifemenino, la marca del machismo en los genes. O sea, perpetuando en versión hembra los vicios políticos de los machos más acémilas. La ambición depredadora a toda costa, la dureza del pedernal, una sensibilidad social de lija del cuatro y la afición por el montañismo escalador como un Pérez de Tudela vestido por Victorio y Lucchino en la sección "lideresas".
Son la versión plusmarquista de la sota de bastos arrebujaíta con la de oros y  a mandobles con la de espadas. La de copas no les va. Ellas beben en porrón directamente como el vino que tiene Asunción, que no es blanco ni es tinto, sino incoloro para que pueda pigmentarse según lo que se cueza en los lagares del chollo y el mejunje politi-castrante.

Así que ya estáis informados, españoles queridos, de como se las gasta esa mujer tan afilada y consumida por la ambición que cualquier día veremos en el escaño sólo su blusa y su pantalón sin nada dentro y sus gafas sostenidas en el aire del hemiciclo por la llama invisible y arrasadora de sus afanes trepadores. Spiderwoman pura sangre a tutiplén. Y sólo una voz tenebrosa emergiendo de las honduras hemicicleras, que clamará contra o a favor de cualquier cosa que le venga al pelo para que los votos a su iniciativa excelsa se centupliquen con el arrastre demagógico de un "sí señora, con las patas verdes" al uso más manipulador y rentable electoral.
Luego no os quejéis si a la Virgen le sale barba y a San José tirabuzones.  Después de la manipulación estentórea y ostentosa de Doña Díez (desde ahora D.D.), -que seguramente ya está a punto de quitar el acento a su apellido y empezar con la denominación de origen Rosa Diez (10), que es mucho más apropiada para la semántica del tema definitorio- y con la bicoca del chitacallando del Psoe, todo es posible en el Parlamento eshpañol, menos parla y más lamento que nunca. Avishadosh eshtamosh.

Poesía de la transparencia: gracias, Luis

El derecho a la autodeterminación

por Luis García Montero

31 oct 2013

Hay cuestiones sobre las que no resulta agradable opinar y sobre las que no es honrado guardar silencio. El debate sobre el derecho de los catalanes a la autodeterminación es para mí una de ellas. Me provoca contradicciones, miedo a equivocarme, a ser injusto, a caer en la irritación. Pero si se escribe regularmente en público, tampoco puede uno permanecer callado sin aportar al debate al menos una honrada impotencia.
Es muy propia de una trilera como Rosa Díez la ratonería parlamentaria de someter a votación el derecho de todos los españoles a decidir en el asunto de la soberanía catalana. Después de haber puesto todas las trabas posibles en el proceso de pacificación del País Vasco, parece que su oportunismo quiere ahora aprovecharse también de las tensiones catalanas para empeorar definitivamente la situación. A mí me ha provocado con su estrategia la necesidad de declarar que, como español y como ciudadano, me parece que no me considero con derecho a decidir sobre la posible soberanía catalana.
Escribo “me parece” porque en todo este asunto sólo tengo una certeza: más tarde o más temprano, la independencia de Cataluña es ya inevitable. Con los sentimientos no se puede jugar. No creo que tengamos ninguna posibilidad de éxito democrático aquellos que desearíamos otro tipo de solución. Posturas truculentas como la de Rosa Díez, la irresponsabilidad política de los gobernantes y razones históricas objetivas han extendido un movimiento independentista cada vez más generalizado. Nos engañaríamos al interpretar la fractura de los socialistas como un asunto interno. Es el mejor exponente de la situación. Ni por simple estrategia electoral, ni por sentimiento, puede hoy una fuerza progresista catalana negarse a pedir una consulta sobre el derecho a la soberanía. La realidad social pasaría por encima de ella.
Cuando hablo de irresponsabilidades políticas, me refiero a actuaciones de diversa índole. La debilidad de nuestra burguesía liberal para articular un Estado sólido en los siglos XVIII y XIX dejó abiertas muchas fisuras que las debilidades de la Transición española no lograron solventar con eficacia. Ha sido una irresponsabilidad grave someter durante años la organización territorial y el traspaso de competencias a los penosos procesos de compra y venta abiertos por los partidos mayoritarios cada vez que necesitaban para gobernar el voto de las minorías nacionalistas. Y ha sido mayúscula la irresponsabilidad del PP al utilizar cuestiones como el Estatuto de Cataluña para guerrear en el escenario bipartidista contra el PSOE.
La derecha catalana ha sido también muy irresponsable al enmascarar en el lamento nacionalista las facturas antisociales de su política neoliberal y al intentar forzar un nuevo pacto de financiación con el lema mentiroso de que España roba a Cataluña. Esta acusación no la resiste ningún análisis económico objetivo. El caso es que se ha metido así en un callejón sin salida. Un simple cambio de financiación no contentaría ya al sentimiento independentista de sus ciudadanos. Pero, por otra parte, el capitalismo  catalán al que representa Convergència y Unió no quiere una independencia llena de incertidumbre para sus negocios. Prefiere seguir acabando con el Estado del bienestar en Barcelona, en Madrid y en Granada (mi ciudad natal). Porque España no está robando a Cataluña. Son las élites económicas catalanas y españolas las que nos están descuartizando a todos.
Decir que debajo del independentismo catalán hay intereses económicos no supone ningún tipo de afirmación peyorativa. Creo en el origen económico de las ideologías. No conozco ningún proceso religioso, poético o nacional en la historia que no haya tenido una raíz económica. El dinero se convierte en sentimiento y establece sus fronteras. Cada cual elige luego su posición y surgen las contradicciones de la realidad. Antes se solucionaban con las armas. Ahora contamos por fortuna con los procedimientos democráticos.
Creo que la autodeterminación es un derecho democrático. Una sociedad madura puede decidir sobre su destino. Creo también que hay otro tipo de identidades más allá de las nacionales. Mi identidad cívica, por ejemplo, tiene que ver con el socialismo. Vivo la justicia económica, la memoria política y el Estado social como una identidad. Respeto el derecho democrático de los catalanes a su independencia. Pero sería incapaz de aprobar un pacto fiscal en el que las mentiras del capitalismo catalán provocasen una forma más injusta de articulación de España. Y temo que los grandes hombres de Estado, esos hombres que tienden siempre a confundir el porvenir con las situaciones más cómodas para el dinero, van a caminar ahora hacia ese tipo de solución.
De una manera o de otra, antes o después, opino que la independencia de Cataluña es ya inevitable. Conviene no ponerse muy trágicos y encontrar entre todos una forma ordenada para el proceso. A mí me gustaría más, claro está, que nos reunificara la identidad de un Estado federal, socialista y republicano. Pero eso forma parte de mi deseo más que de mi realidad.

Un debate imprescindible, que ninguno de los dos partidos del "dúo desastres", quiere poner sobre la mesa

¿Salirse del euro?

31 oct 2013

Vicenç Navarro
Catedrático de Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra, y Profesor de Public Policy. The Johns Hopkins University


La aplicación de las políticas neoliberales promovidas por la Troika (el Fondo Monetario Internacional, FMI, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo, BCE) e impuestas por la mayoría de gobiernos en la Eurozona han empeorado sustancialmente las economías de estos países. Sus políticas de austeridad de gasto público (forzándoles a reducir el déficit y deuda públicos, a fin de dar confianza a los mercados financieros) y su énfasis en la devaluación doméstica vía reducción de los salarios (en teoría para hacer la economía más competitiva, facilitando así el crecimiento de las exportaciones,  crecimiento que se considera como el punto fuerte para salir de la crisis económica) han demostrado ser un fracaso. La Eurozona está ya desde 2007, más de cinco años, en la mayor recesión conocida en tales países, con el mayor desempleo conocido en esta zona monetaria, que alcanza niveles sin precedentes en los países de su periferia.
Es importante aclarar que ello era predecible. Tales políticas, promovidas por el FMI durante muchos años, han creado los mismos resultados negativos en cualquier lugar en el que se hayan aplicado. No es la primera vez que se aplican, y siempre (repito, siempre) han llevado a los mismos resultados negativos en los países a los que se impusieron dichas medidas. Uno de los casos más recientes fue el caso de América Latina, gobernada en la década de los años noventa por gobiernos conservadores y liberales que siguieron a pies juntillas las recetas del FMI. El coste social y humano fue enorme creando, como respuesta, una rebelión generalizada en contra de tales políticas, con elección en gran número de países comprometidos en interrumpir tales políticas.
El caso argentino
Uno de los primeros países en romper con este neoliberalismo fue Argentina, país que había sido hasta el 2001 el alumno ejemplar del FMI. Este país había ido acumulando deuda desde 1976, cuando se estableció un régimen militar que hizo lo que los gobiernos militares suelen hacer: aumentar enormemente el gasto militar pagándolo con deuda pública. Esta subió de 8.000 millones de dólares en 1976 a 45.000 millones siete años más tarde, cuando la dictadura terminó. Para reducir esa deuda, el gobierno de Carlos Menem siguió la receta del FMI y de Washington, aplicando medidas de claro corte neoliberal (como siempre ocurre cuando se considera que el mayor problema de un país es su llamada indisciplina fiscal, es decir, elevado déficit y gran deuda pública). Y uno de ellas era fijar el valor del peso argentino al del dólar estadounidense. El peso no podía devaluarse. Tenía que fijar su valor al del dólar.
Como ocurre en la Eurozona, dichas políticas redujeron la inflación, que es lo que la banca –cuyo mayor enemigo es la inflación- deseaba. Pero ello se consiguió a costa de unos problemas enormes, como ocurre en la Eurozona, con un gran crecimiento del desempleo, de la pobreza y de las desigualdades. La enorme reducción de la demanda creó una parálisis económica que empeoró todavía más el déficit y la deuda pública. Repito que esto que está pasando en la Eurozona estuvo pasando en América Latina. Era, pues, extraordinariamente predecible.
De ahí que el gobierno argentino decidiera romper con el FMI, con sus recomendaciones, y variara casi 180º las políticas que había estado imponiendo a la población. Rompió la paridad del peso con el dólar, permitiéndole así devaluar el peso argentino, haciendo los productos más baratos y más competitivos. En lugar de devaluar los salarios, devaluó la moneda. Otra medida que el gobierno argentino adoptó fue un aumento del gasto público financiado a través de políticas fiscales progresivas que tuvieron un impacto redistributivo muy acentuado, permitiendo una reavivación de la demanda doméstica, que fue el motor del estímulo económico. Todos los datos muestran que fue este aumento de la demanda doméstica lo que fue responsable del enorme crecimiento económico que se inició a pocos meses (sí, a pocos  meses) de que se tomaran tales medidas en 2001-2002.
El PIB aumentó un 90% en diez años, siendo uno de los países que ha crecido más en América Latina (con un crecimiento anual del 8% y 9% hasta 2009), alcanzando el PIB que había tenido antes de iniciarse la crisis en tres años después de iniciarse tales políticas. Como resultado de ello, la pobreza pasó de afectar a alrededor del 50% de la población en 2002 a alrededor del 20% en 2010, y las desigualdades de renta (que en 2001 eran 32 veces mayores entre el 5% superior de la población con mayor renta y el 5% inferior) bajaron a 17 veces, y el desempleo bajó, reduciéndose a más de la mitad (bajando al 8% en 2010).
Un factor que contribuyó a estos desarrollos positivos fue el renegociar la deuda externa, de manera que dicha deuda se devaluó, pasando a valorarse de 62.500 millones de dólares a 35.300 (una reducción del 42% que tuvieron que absorber los acreedores). Ello permitió reducir considerablemente el pago público por los intereses de la deuda, lo cual permitió que el déficit público se eliminara, pasando de un déficit del 5,6% del PIB en 2001 a un superávit del 1,9% en 2005. (Y la deuda pública pasó del 113% del PIB en diciembre de 2001 a un 72% en el mismo periodo). Se mire como se mire, el cambio de rumbo fue positivo para el país.
La respuesta de los medios europeos de información a esta realidad: su sesgo neoliberal.
La cobertura por la mayoría de los medios de información de la realidad de América Latina, incluyendo la existente en Argentina, ha sido extraordinariamente sesgada, dando una visión muy negativa de lo acaecido en aquel continente y en aquel país. Los mismos medios que han estado promoviendo las medidas neoliberales que la Troika  está promoviendo en la Eurozona, han presentado el caso de Argentina (y el de otros países que han roto con el neoliberalismo) como un desastre. En un excelente artículo de Julien Mercille “European Media Distort The Lessons of Argentina’s Crisis and Recovery” (del cual he extraído la mayoría de datos de este artículo), el autor muestra en detalle el enorme sesgo de la prensa de mayor difusión en su intento de desacreditar la experiencia de Argentina y otros países que han roto con los preceptos de la Troika, intentando por todos los medios (con todo tipo de falsedades y manipulaciones) evitar que aquella experiencia se contagie a la Eurozona.
Es interesante notar que, últimamente, una vez mostrado que el desastre anunciado para Argentina por parte de estos medios no ha ocurrido, y que, antes al contrario, Argentina ha recuperado su crecimiento y reducido su pobreza, su desempleo y sus desigualdades, estos mismos medios intentan ahora atribuir dicho éxito a causas ajenas a las políticas llevadas a cabo por el gobierno argentino, tales como asociar el crecimiento tan notable de la economía argentina al crecimiento del comercio internacional, que ha incrementado la demanda de los productos argentinos resultado del boom económico internacional. Este argumento ignora que el crecimiento económico argentino, sin embargo, estuvo motivado por la demanda doméstica, no por el incremento de las exportaciones que, en realidad, disminuyeron. Las exportaciones bajaron de un 25% del PIB en 2002 a un 18% en 2010.
Otro argumento utilizado para desmerecer el caso de Argentina es el que asume que la renegociación de la deuda argentina a costa de los acreedores ha creado una supuesta dificultad en conseguir crédito internacional, una amenaza constante que se considera como insalvable. Pero este argumento ignora que el capital invertido en Argentina procedía, en gran parte, del propio país, siendo el sector público el que impulsó tal inversión masiva, financiada con un aumento de los ingresos al Estado (consecuencia de su reforma fiscal) en lugar de con crédito internacional, realidad igualmente aplicable a España, donde el Estado podría ingresar algo más de 72.000 millones de euros corrigiendo el fraude fiscal (extendido, en particular, entre las grandes fortunas, las grandes empresas y la banca).
Una crítica más acertada y válida del caso de Argentina es que la inflación (un 31% en el periodo 2007-2008) es muy elevada, incluso para los niveles latinoamericanos. Ahora bien, tal y como señala Mark Weisbrot, esta elevada inflación no es rara en momentos de transición de un nivel de desarrollo bajo a otro más elevado, como también ocurrió en Corea del Sur. Aún así, este factor negativo no puede negar los otros positivos.
Dos últimas observaciones. Una es que es urgente que se abra un debate en España sobre el mérito o demérito de salirse del euro. En este aspecto, es criticable que apenas exista debate sobre este tema. Incluso en amplios sectores de izquierda apenas aparecen artículos que cuestionen la permanencia de España en el euro. De ahí que tal debate debería darse con especial énfasis entre las izquierdas, sin insultos, sarcasmos o sectarismos.
La otra observación es que aquellos desde la izquierda que se oponen a salirse del euro, no están indicando cómo el mayor problema económico (además de social) que España tiene, es decir, el desempleo, podrá resolverse en este país. Las propuestas más avanzadas en este sentido son las propuestas de la Confederación Europea de Sindicatos, que avanzan políticas públicas de clara orientación expansiva, con las cuales estoy totalmente de acuerdo. Pero para realizarlas y llevarlas a cabo, se requieren cambios sustanciales en el contexto político del establishment que gobierna tanto la Eurozona como el euro. La arquitectura institucional de la Eurozona es, por diseño, liberal, y es dificilísimo que ello cambie, condenando a España a un desempleo y precariedad por muchísimos años. Si se oponen a salir del euro, deberían explicar cómo piensan resolver el enorme desempleo y el gran descenso de los salarios en España.

El psoe se nos hunde entre las manos de Monipodio y Torquemada

 | IÑIGO ADURIZ
A Guerra, que ha pedido crear una "alternativa socialista" en Catalunya, se suma Bono, que propone que el partido de Navarro solo se presente como tal a las autonómicas. Ambas formaciones tratan de normalizar su discrepancia sobre el derecho a decidir.
Pere Navarro: "PSOE y PSC no van a romper por el derecho a decidir"Tura: "El pacto debería estar condicionado a que el PSOE apoyase la consulta":::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::




Hace pocos días tuve una conversación más que intensa con un responsable socialista de Valencia. Y el pobre hombre estaba aplastado y tristemente conmovido hasta las lágrimas que se resisten a convertirse en llanto descarado, por el no-rumbo de su partido, por las divisiones y capillismos, por la soledad del lúcido que se niega a abandonar el Titanic mientras haya pasajeros a bordo, porque siente que les debe su representación pero ya no está seguro de si es que todavía representa a alguien; hablamos de la esperanza en lalancha salvavidas del PSC y de su coherencia y de la sensatez democrática de Rubalcaba y del lastre del pasado de faralaes y serpentinas que ha vuelto a asomar el morro por el sembrado, como los jabalíes cuando, aterrorizados por un disparo en lontananza, salen en estampida del bosque y atraviesan una plantación de brotes a punto de convertirse en tallos.
Rinconete González y Cortadillo Guerra, desde su mapa-patio de Monipodio, muy bien podrían ser los abogados defensores del pp, cuando el Tribunal de Estrasburgo les acabe empurando por su curriculum impresentable. En el fondo, más que cualquier ideal político para mejorar la sociedad, lo que parece unir de verdad a los destructores de la política real, es la experiencia de corromperse hasta el tuétano. Se ve que eso marca e imprime carácter para siempre. Los hace compadres del mismo bautizo indecente y sacrílego: la traición a la ciudadanía para salvar su historial desvergonzado. Aunque caiga su propio partido, que al parecer les importa un rábano, y con él la España consciente, responsable y libre. La corrupción compartida que intercomunica los bajos fondos del medrar a costa de la "patria", marca a hierro de ganadería. Como un sello pringoso que se graba y nunca se borra. Una especie de circuncisión indeleble en el agujero hueco de la noconciencia ni democrática ni cívica. El psoe ,con este gesto obediente a la ilegitimidad y a la ilicitud, para "legalizarlas", ha perdido y quemado su último barco hacia el futuro.  
Sólo queda que los socialistas que aún no están pringados en el enjuague demagógico de confundir estado comatoso, religión tóxica, dogmatismo del miedo, patria podrida e indecencia absoluta, con ciudadanía lúcida, culta, respetuosa, legítima, generosa, con amplias miras y capacidad para levantar los despojos con la fuerza y el empuje de la coherencia, la sensatez y la inteligencia, tengan el valor de salirse de ese trust de miedosos y acomodados a los beneficios de 'la clase política' para comprender que es imposible sostener 'patrias' convirtiendo a los ciudadanos en marionetas, en esos perros que venden los chinos, como citó un diputado socialista en el Parlamento, que dicen a todo que sí con el brazo en sube y baja. Eso debía haber terminado en Noviembre de 1975. Pero al parecer la cosa atada y bien atada no había hecho más que empezar.

Justamente cambiar el régimen en España con la remodelación del Estado y de la Constitución sería lo único que nos podría ayudar a salir de este basurero infinito. Plataformas e inicativas populares que ayudasen a los representantes a no salirse de la realidad ni de la conexión con sus representados. Consultas para decidir cómo queremos nuestro Estado, ése que mantenemos con nuestros impuestos y nuestro trabajo. Y nuestro sacrificio y dolor, soportando a una cuadrilla de torpes y pícaros, mediocres y tarambanas, bandidos amaestrados en una falsísima y estrambótica parodia de democracia.

No necesitamos más revoluciones hechas con la misma mentalidad de los opresores y víctimas de siempre: o sea de los que lo tienen todo y de los que pelean para tener lo básico, pero que cuando alcanzan lo básico y además el triunfo en las urnas, resultan tan viles y egocéntricos como aquellos a los que combatían en su inicios; necesitamos la Evolución de Darwin en movimiento, donde la función crea el órgano y el órgano no va a su bola creando funciones...de teatro. Pues,aunque no quiera, cuando el órgano -el Estado, en este caso- se olvida de su función, se descompone, se atrofia y desaparece. Y eso es lo que está pasando y lo que los poderes básicos, -"padres de la patria", que sueña con quedarse huérfana de tales indeseables progenitores-, malacostumbrados y ciegos, se niegan a reconocer.

miércoles, 30 de octubre de 2013

La gran pobreza educativa en España es causa de graves retrasos en todos los aspectos

La educación clasista en España

30 oct 2013

Vicenç Navarro
Catedrático de Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra, y Profesor de Public Policy. The Johns Hopkins University


En España hay clases sociales. Y es imposible entender qué ocurre en España sin entender el enorme dominio que la burguesía, pequeña burguesía y clases medias profesionales de renta alta han tenido y continúan teniendo sobre los aparatos del Estado, influencia que está alcanzando su máxima expresión durante el gobierno Rajoy, el gobierno que España ha tenido durante el periodo democrático que ha sido más sensible a los intereses de estas clases sociales.
Esta enorme influencia explica muchas realidades, tales como la pobreza del Estado del Bienestar (España tiene uno de los gastos públicos sociales por habitante más bajos de la UE-15, el grupo de países, dentro de la Unión Europea, de semejante desarrollo económico), su escasa capacidad redistributiva (de nuevo, el Estado español es de los menos redistributivos en la UE-15), su escasa progresividad fiscal (mientras que los trabajadores de la manufactura pagan impuestos -en porcentaje sobre su sueldo-, en cantidades semejantes a sus homólogos en la UE-15, el 1% de la población que deriva sus ingresos de la propiedad de capital paga sólo un 10% de lo que pagan sus homólogos en el promedio de los países de la UE-15). Todo ello explica la gran pobreza de los servicios públicos del Estado del Bienestar, tales como la educación. El Estado español gastó en educación en 2010 solo un 4,2% de su PIB, mucho más bajo que el promedio de la UE-15 (5,2 %), y mucho, mucho más bajo que Suecia (7%), uno de los países de la UE donde la clase trabajadora y las clases medias de renta media y baja tienen mayor influencia sobre el Estado. El gasto educativo por alumno (en todas las categorías de estudios) en España es de los más bajos de la UE-15.
Las consecuencias de esta pobreza del gasto educativo son muchas. Y la más llamativa es la polarización, por clase social, del sistema educativo. Desde las escuelas de infancia (mal llamadas guarderías) hasta la enseñanza primaria y secundaria, las clases pudientes llevan a sus hijos a las escuelas privadas (cuyo gasto por alumno es más elevado que las públicas, con un subsidio público muy importante, llamado concierto), y las clases populares (las clases medias de renta media y baja y la clase trabajadora) envían a sus hijos a la escuela pública. Muchas de las privadas están gestionadas por la Iglesia católica, que institucionalmente ha sido siempre cercana a los intereses de las clases más pudientes.
Durante la mayoría del periodo democrático, el número de horas lectivas en la enseñanza era mayor en las escuelas europeas que las escuelas públicas españolas. Así, en las escuelas secundarias, las horas lectivas eran de 559 horas al año en las públicas españolas, comparado con 678 horas en el promedio de las escuelas de la UE-15. Sumando el déficit anual, el estudiante español iba a la escuela secundaria un año menos que el estudiante europeo. No por casualidad, el conocimiento en comprensión de lectura, de matemáticas y de lenguas de un graduado español de la escuela secundaria era semejante al de un estudiante europeo de un año menos (Datos de PISA, 2003). Tal diferencial de conocimientos no ha disminuido. En realidad, ha aumentado (PISA, 2012). Y lo que es también interesante subrayar es que los estudiantes de la privada tampoco están mejor que el promedio de los estudiantes de la escuela pública europea (de la UE-15). En realidad, están peor.
La evidencia empírica es clara y contundente para todo aquel que lo quiera ver. Los sistemas educativos polarizados por clase social, con una dicotomía pública-privada, son peores en su calidad educativa que los sistemas públicos mayoritarios. En España, el 34% de los estudiantes van a la privada, y el 66% a la pública. En comparación, en Suecia y Finlandia (esta última es considerada la mejor de Europa) la distribución de porcentajes es 7% versus 93% respectivamente. Esta es una de las mayores causas de la baja calidad educativa en España, resultado del enorme poder de las clases más pudientes (burguesía, pequeña burguesía y clase media profesional de renta alta) sobre el Estado a través de sus instrumentos políticos (los partidos conservadores y liberales) y mediáticos (la gran mayoría de medios de información, tanto públicos como privados), que en su egoísmo —defensa a ultranza de sus intereses inmediatos— están dañando al país, y también, paradójicamente, a la educación de sus hijos, aun cuando consiguen lo que más quieren, es decir, mantener la distancia social (creando ciudadanos de primera —sus hijos— y de segunda —todos los demás—) reproduciendo las desigualdades dentro de la ciudadanía, manteniendo sus privilegios.
Representa, por cierto, una gran incoherencia que esas fuerzas conservadoras y liberales, y sus partidos políticos, como el PP, que se presentan como las “fuerzas patrióticas”, que constantemente hablan de patria o nación enarbolando la bandera, apliquen a la vez políticas públicas, en educación, que descohesiona tal patria. En realidad, la defensa de sus intereses a través de las políticas públicas del gobierno Rajoy daña a la mayoría de la ciudadanía, mostrando que pese a su discurso y narrativa, son profundamente anti-patriotas, pues el elemento clave de la patria –el término que utilizan ellos-, es su población. Y la mayoría queda dañada por esas políticas. De ahí que debiera ser una tarea a realizar por las fuerzas progresistas desenmascarar la utilización tan abusiva y oportunista de los “superpatriotas” de las banderas, pues en realidad están defendiendo sus intereses de clase. Su visión de España es una visión clasista que daña a la España real. Cada uno de los elementos de la reforma Wert favorece a su visión clasista, en contra de la España real, la España social y la España plurinacional. Es una reforma reaccionaria que dañará a las clases populares —la mayoría de la ciudadanía en España—.

Bravo, Escudier!

El líder Carromero

J. C. Escudier

30 oct 2013

A diferencia de otros partidos, el PP siempre ha sido una gran familia, una piña de afectos en el que nadie se siente solo, una comunidad tocada por la armonía en la que todo se comparte, ya sea el paraguas o la lluvia, las alegrías o las tristezas y, huelga decirlo, también los sobresueldos. Habitar este moderno paraíso terrenal, donde las hojas de parra son de marca Lacoste, es un privilegio del que goza una minoría de elegidos, un selecto grupo de compatriotas de méritos indiscutibles. Entre ellos se encuentra Ángel Carromero, recientemente elegido secretario general de Nuevas Generaciones de Madrid.
Su nombramiento hace justicia a los servicios que ha prestado tanto al grupo municipal del PP con sus trabajos de asesoría, como a la DGT, cuyo sistema informático de multas requería ser probado y él solo fue capaz de someterlo a un verdadero test de estrés. No obstante, si por algo ha sobresalido Carromero ha sido por su contribución a la normalización de relaciones con Cuba, país al que el Gobierno había situado en su particular eje del mal y del que ya no se habla en Moncloa salvo para elogiar los daiquiris del Floridita.
En cualquier otro partido Carromero habría sido un leproso del que todos huirían a la carrera, sobre todo si le vieran venir conduciendo. Pero el PP, y especialmente Esperanza Aguirre que es todo corazón, no abandona jamás ni a un caído ni a su chico de los recados, por mucho que se estampe contra un tamarindo y se convierta en un peligro mayor para la disidencia cubana que el propio Fidel Castro.
Aguirre habría querido, de hecho, que Carromero hubiera sido el presidente de su muchachada, pero alguien debió de advertir que la pulsera telemática que le permite no ir a dormir a la cárcel pitaría en los aeropuertos, todo un engorro cuando fuera requerido en alguna reunión internacional de jóvenes cachorros de la derecha. De ahí que haya tenido que conformarse con la secretaría general, que viste algo menos aunque lo que importe sea la percha, que es de bandera.
Salta a la vista que Carromero tiene madera de líder y que la política es lo suyo, toda vez que los estudios se le atragantan y el negocio de los gimnasios, aun siendo una profesión con futuro, no colma sus expectativas.  Nunca como en su caso estaría tan justificado el chófer y el coche oficial. Con eso queda dicho todo.

Y tenía que ser en Catellón...qué fuerte! Qué metáfora valenciana más adecuada: Lo que no pase en Castellón...


Intervenida en la Comunidad Valenciana la primera plantación de burundanga


Día 25/10/2013 - 17.51h

En la operación policial en Les Alqueries se han incautado 50 plantas de esta droga que anula la voluntad

Intervenido en Les Alqueries (Castellón) la primera plantación de escalopina o burundanga en la Comunitat Valenciana, una planta con efectos psicotrópicos conocida como «droga de la voluntad». Según ha informado la Generalitat en un comunicado, la actuación ha conllevado la identificación de la persona responsable del cultivo además de la incautación de 50 plantas de Datura Stramonium (burundanga o escalopina).
La sustancia incautada es una planta no incluida en el Catálogo de Sustancias estupefaciente y/o psicotrópicos prohibidos pero que tiene efectos nocivos para la salud. La planta Datura Stramonium tiene unas semillas que contienen un principio activo muy tóxico denominado escalopina, y conocido como «droga de la voluntad», ya que en pequeñas dosis, y por inhalación, anula la voluntad de la víctima.
En la actualidad, el uso de la escalopina se está viendo incrementado de forma notoria, utilizándose como instrumento en delitos contra las personas (abusos y agresiones sexuales), así como delitos contra el patrimonio (robos con fuerza). La Datura Stramonium es una planta altamente tóxica, siendo las hojas y las semillas la principal fuente de intoxicación. Su consumo en muy pequeñas cantidades sólo tarda en hacer efectos entre 3 o 4 minutos y produce delirio, parálisis, o incluso la muerte, tanto en personas como en animales.
En los últimos años han sido varios los jóvenes que, en diversos puntos de España, han fallecido o han entrado en coma por su consumo junto a otras sustancias.
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Vaya, si conocerá él los síntomas...



El diputado socialista Alfonso Guerra en los pasillos del Congreso: "El PSC es otro partido, hace mucho tiempo que pienso que ha dejado de ser socialista porque se acerca a las posiciones nacionalistas".
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Ay, Alfonso Guerra, muy callaíto andabas tú. Y ya era hora de que dijeses algo, mi arma. Pero no así. Ahora va a resultar que la exclusiva socialista la tiene el "espíritu de la bodeguiya" o el clan de los hermanos Guerra, de tan imborrable memoria sevillana experta en "despachística familiar".
Aunque proclames desde tu ningunidad que un catalán deja de ser socialista en cuanto reclama el derecho democrático a repensar sus relaciones con  el Estado español, hecho un guiñapo, -por cierto-, con la colaboración del clan Monipodio del que formaste parte, según las hemerotecas y la memoria histórica de la democracia a medio gas/gal (¿o es que ya has olvidado, Arfonzo, vuestra epopeya de las manos en el fuego, convertidas en muñones o del terrorismo del Estado como arma legal-letal y las hazañas del mangui Roldán al mando de la Guardia Civil?), y lo soportado por los socialistas oprimidos y normales, con los que seguramente estarán los del PSC mucho más en consonancia que con "tu" idea del socialismo. Todavía no ha salido un Pascual Maragall, en toda su presidencia de la Generalitat, que se haya pedido un avión del Estado desde sus vacaciones en el Ampurdán para llegar a tiempo a una corrida de toros o a una charlotada en la Barceloneta.
No, hijo, no, a los socialistas catalanes no les va la tauromaquia, qué le vamos a hacer si son tan poco "eshpañolesh", como hay, mal que os pese, tantísimos españoles socialistas reales que se sienten catalanes por sintonía y democracia en vivo. Nada que ver con las alucinaciones del Mas y menos da una piedra, que es como un parche Sorvirginia de los años cincuenta, colocado en el deslome moral y político de una desconvergencia sin unió, ni nada de nada. Que no va la cosa por ese sentido de la "independencia" dependiente de los sacamantecas de siempre, travestidos de nacionalismo forrístico. Catalunya busca su lugar fuera de la mierda que nos está ahogando a todos como país y como democracia. Y son, somos, muchísimos los españoles con ideas limpias y sanas, que estamos en el mismo tren que nuestros herman@s catalan@s, aunque en distintos vagones territoriales.

Si tú fueses un socialista de verdad, estarías subido en el mismo convoy del PSC. La diferencia entre "tu" socialismo y el resto, es que el tuyo es monárquico y ellos, como la mayoría adulta de los españoles, son republicanos por convicción y verdadero espíritu democrático. Sí, tú, como González Márquez, eres monárquico de facto, porque desde el principio tragasteis con jurar vuestros cargos ante un rey que venía de una dictadura y al que no le pusistéis el menor pero con tal de llegar a la Moncloa y convertiros en sus colegas de navegación y de veintitrésfebrerismo crónico. Pero ese tiempo se acabó. 

Una crisis como la copa de un pino ha venido a revelarnos los misterios dolorosos del socialismo inventado por vosotros en Suresnes, para hacer que la izquierda española se pudiese digerir y metabolizar sin pasar por el radicalismo del PCE, que era el terror del contubernio demócrata-festivo del momento. Pero también los únicos que mantuvieron en activo y en plena dictadura, los valores del abuelo Karl Marx y del tío Pablo Iglesias, cuyos cien años de honradez os pulistéis en un plisplás en favor del gato taoista mutante que tu compi se trajo de China en una de sus tournés publicitarias.  Y así nos fue.

Nos traicionastéis con la irrisoria comedia del falso referendum OTAN, lo volvistéis a repetir con la Guerra del Golfo y esa parte "del pastel" que nos íba a tocar en el reparto indecente de los despojos irakíes, nos hicistéis añicos la esperanza y la vergüenza con el GAL y sus aledaños de recuerdo repulsivo. Vuestro "socialismo" se limitaba a la verborrea. Porque un estado de "bienestar" prefabricado a base de ser el felpudo de Europa, de ir perdiendo soberanía y autonomía económica, para ir a latigazos con la lengua fuera detrás de las economías más fuertes, era un futuro que fuistéis incapaces de entrever y si es que lo entrevistéis  y os dio igual, es como para correros a zurriagazos y quitaros la pensión millonaria que os habéis autoconcecido como jubilados destroyers del futuro.

Luego Zapatero, en su primera legislatura trató de despegar más alto, lo consiguió a medias, pero como en los trece años en que gobernastéis tú y González, no sólo no se afianzó el socialismo y su ética, sino que os pulistéis todo vestigio de moral política en una corrupción sin precedentes, los españoles descubrimos que no teníamos referencias para vivir con valores superiores, como son los socialistas. Y Zapatero se apuntó a la burbuja de Aznar, en vez de acercarse a Anguita, IU y los Verdes para asesorarse desde una izquierda decente, real, responsable y con praxis evidente. Para rematar y demostrar vuestro fiasco el pp llegó de mano de sus malas artes habituales, camufladas de democracia y corona al canto, para demoler lo que vuestra casita de papel y cartón había dado en llamar "estado de bienestar"con muy pocos cimientos y aún menos convencimiento, algo que los españoles sólo conocen cuando emigran a cualquier otro país decente de Europa.
Y llegó el imperio de la banca y del dinero que acaba con todo si no hay debajo algo que valga más, como es la decencia, la honestidad, la coherencia solidaria y la ética básica para no hundirse en la miseria como sociedad. Y eso es lo que nos ha pasado, Arfonzo, bonico. Parece mentira que a ti también te falle la memoria tantísimo. Con lo puntilloso y pijitas que eras para recordar cada guarrada de los "otros"...Es que no somos nada cuando el poder nos liquida por dentro y nos engancha por fuera a la cadena de la comodidad, de la pereza mental y de la ética missing.

Al menos calladito pasas desapercibido y no nos revuelves las tripas históricas ni los archivos de un tiempo, cuyas polvaredas han generado estos lodazales insoportables, fortaleciendo el fascismo secular y colocándolo al frente del Estado. El silencio es estupendo cuando las palabras sólo pueden empeorarlo. Algo que también sería muy recomendable para tu compañero de patio monipodiano. Felipe el Pomposo y su fundación en loor de sí mismo, que posiblemente tenga unos efectos secundarios muy distintos de los que espera con su tratamiento lavajetas. Que la gente por contrastar, busque, descubra y lea lo que de verdad pasó en aquel tiempo glorioso de la mentira perfecta.

Si lo más socialista y democrático que puedes aportar al tema catalán del PSC es la tontuna que acabas de soltar por los pasillos del Congreso, más vale que te jubiles de verdad y te calles para siempre, Arfonzo.
¿Todavía tienes la librería dedicada a Antonio Machado, a la que tantas veces fui a comprar cuando estuve viviendo en Sevilla? Pues si es así, releelo de vez en cuando, que no muerde.

Un ejemplo perfecto de la "efermedad" española: la zancadilla insidiosa camuflada de reconocimiento

Pues a mí, el “Salvados” del domingo me decepcionó

 29 oct 2013

Vaya por delante mi reconocimiento a la arquitectura periodística de un programa como “Salvados” y a la pedagogía social que supone su emisión en una cadena de televisión generalista.
Quede constancia también de mi innegociable afecto hacia Arturo Pérez Reverte, en su día compañero casi de pupitre y objeto de maledicencias e improperios que jamás tolero en mi presencia a envidiosos, maledicentes ni papagayos varios.
Una vez dicho esto: A mí el programa-debut de temporada de “Salvados” el pasado domingo me dejó cierta sensación de “coitus interruptus”. Esperaba más de él. Esta primera entrega, en la que se desmenuzaba la situación del barrio con más desahucios del país, y que servía como paradigma de lo que vivimos en todas partes, creo que contuvo una enjundia menor que el volumen de las expectativas que había generado.
¿Lo mejor del programa? Que todavía, habida cuenta del casposo panorama mediático que sufrimos, sea posible emitir una hora de televisión como esa, donde el espectador puede reconocer su vida misma, su propia cotidianeidad. “Salvados” transmite verdad y eso es ya tan excepcional que hay que celebrar su existencia y brindar para desearle larga vida.
Pero a mí la entrega del domingo me decepcionó. Era todo demasiado previsible. “Salvados” siempre transmitió un punto de tensión que eché en falta en el programa del día 27. El simpático gamberro que era Jordi Évole, cuyas inocentes insolencias nos hicieron pensar tantas veces que en cualquier momento le iban a romper las gafas de un tortazo, es ya un personaje cuyo tirón convierte a veces a sus entrevistados en admiradores arrobados, encantados del privilegio de compartir plano con tan elogiado héroe televisivo.
Habían promocionado el programa anunciando aumento de presupuesto, lo que ya es un notición en los tiempos que corren. Espero que se note en posteriores entregas, porque las localizaciones en Ciudad Meridiana no creo que pusieran de los nervios al jefe de producción del programa. Yo pensé que igual se habían ido por el mundo con Pérez Reverte para rememorar sus tiempos de reportero pero no, me lo encontré sentadito, con chaqueta y bebiendo agua mineral.
Las intervenciones del experto que habló en el centro comercial, del responsable de la asociación de vecinos, del amigo Pérez Reverte, la directora del colegio o la simpática “monja-borroka” no fueron, a mi modesto entender, para tirar cohetes ni para tanta lisonja como he podido leer y escuchar estos días. Insisto, el principal mérito creo que reside en que cosas así, bien empaquetadas y seleccionadas, se puedan emitir todavía. A lo sumo hubo media docena de titulares:
-“Vengo a las reuniones de la asociación y cuento mis problemas. ¿O qué voy a hacer, tirarme por el balcón como hacen tantos o ponerme para que me pille un coche?” –decía uno de los vecinos.
-“Soy partidaria de la ocupación de pisos que los bancos tienen vacíos si no se tiene donde vivir”, reinvindicaba la “monja-borroka”.
-“Me preocupa que los niños a los que alimentamos aquí no coman los fines de semana”, contaba la directora del colegio público.
- también de “chapeau” las referencias de Reverte a Trento y a la guillotina, avanzadas ya en las promos del espacio, además del crudo broche final instando a Évole a no empeñarse en buscar soluciones a todo.
Pero yo no pensaba, igual estoy equivocado, que “Salvados” era un programa para pontificar. Empachados de tertulias como estamos, la media ponderada del espacio del pasado domingo destilaba un cierto efluvio tertuliano aunque eso sí, progresista y de denuncia, algo a lo que ya tampoco estamos acostumbrados ni siquiera en la Sexta, en cuyos debates cada vez hay más fachas, se dicen menos cosas interesantes y se grita más.
Luego, estaba la ausencia de tensión: la única ocasión en la que pareció existir algo de tirantez fue cuando irrumpió en plano, durante una entrevista al responsable de la asociación del barrio, una señora que cuestionaba lo que contaba el entrevistado de Évole. A partir de ahí se fue creando un corro de vecinos y la escena empezó a cobrar vida. Pero la imposibilidad, imagino que técnica, de mantener todo el plano-secuencia y recurrir a la edición acabó derivando en la devaluación del conflicto latente: el anciano xenófobo que despotricaba contra los inmigrantes aparecía unas veces con carrito y otras sin él, la irrupción del vecino que se quejaba de tener que pagar la luz y el agua de los okupas pareció como si hubiera ocurrido tras recibir órdenes de un regidor…
Buen trabajo, sí. Pero de ahí a elevar a las alturas el programa y llamar “maestro de la televisión” a su conductor… Lamento discrepar. Yo esperaba y espero más de “Salvados”. Quizás sea injusto, pero el listón lo tenían ya mucho más alto de lo que yo vi el domingo y eso dota al espectador de argumentos para aumentar sus expectativas. Y si además este año cuentan con más pasta, eso se tiene que notar más. Elegir bien un tema y enhebrar una buena historia a partir de las personas que hablan sobre él es un aceptable comienzo. Pero no la bomba, como nos han querido vender.
P.D. Mi reconocimiento al trabajo de realización, imagen y sonido. Magnífico.

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Si de verdad somos conscientes de nuestro problema español, tenemos que empezar a descubrir las trampas personales y el infundio mezquino que se camufla de "sinceridad", de "crítica bien intencionada". Es como un fastidio por lo bueno del otro, como si lo bueno del otro fuese una denuncia solapada de nuestras carencias y deficiencias, entonces el complejo de inferioridad que se sufre, se camufla de "crítica sincera" sobre aquello que se podría haber hecho mucho mejor, pero que uno mismo no sería capaz de hacer con la calidad con que lo ha hecho el autor criticado. 
Este artículo tomado de  un blog de Público,  es un ejemplo de tal defecto demoledor, que impide avanzar y madurar, porque se es incapaz de reconocer la excelencia ajena cuando se compara con la mediocridad propia. Algo que es un vicio español acendrado y crónico. La envidia, que es el fastidio, más o menos camuflado, por el bien y el éxito ajenos. La incapacidad para alegrarse y reconocer lo bueno que hace o disfruta quien no es uno mismo. 
Por ejemplo, si comentas lo civilizados que son en otro país, verás  que enseguida, con la mecánica de un muelle, saltarán los comentarios de la mediocridad "herida": "Pues ya pueden, ya, con lo ricos que son y con lo que "nos" roban...", "pues ellos también hacen las cosas mal, porque nadie es perfecto y yo, que estuve una vez de camping allí, vi que no es oro todo lo que reluce", "pero, ¿qué viste en concreto que te disgustase?", "hombre, ver, lo que se dice ver, no vi nada especialmente malo, pero en la segunda guerra mundial cooperaron con los alemanes, no te digo más...además, ¿qué pasa, que esa gente está por encima de nosotros, que son perfectos y nosotros un desastre,pues seguro que se equivocan como todo el mundo". Y ya puedes decirles que la cosa no va por ahí, porque no te van a escuchar, porque han deformado el mensaje inicial con sus percepciones "sabihondas" y pre-cognitivas, con sus "a mí me lo vas tú a contar, ja!, si lo sabré yo, que no necesito salir de mi corral para saber lo que se cuece por el mundo", con los tics que han heredado y que se retroalimentan entre los amigos, el café,  la partida de mus y el imperio del tópico tocinero, que es ese alquitrán pegajoso que convierte un potencial inteligente en un miembro del establo generalizado, que nunca despega de su sanchopancismo idiopático como filosofía existencial.

Otro ejemplo: se lee una noticia en la que se comenta que el Gobierno o el partido de la oposición, por fin, han tomado una medida justa y están dispuestos a cambiar de actitud ante un problema que llevaba mucho tiempo sin resolverse, atendiendo a la presión social que les acosa y les exige una solución justa y respetuosa con los derechos. Lo natural y sano sería alegrarse porque al fin se van a mejorar las cosas y los representantes tanto como los representados se empiezan a educar mutuamente, a base de atreverse los unos a tomar conciencia en serio y a reivindicar lo justo sin miedo ni pereza y los otros a reconocer sus fallos y a repararlos. Debería ser algo muy bueno para todos. Pues no. De eso nada. Los comentarios en prensa dirán: "Qué poca vergüenza tienen, ahora, después de diez años, se ponen a arreglar ese asunto. Será por interés, porque pierden votos". Con lo cual, no hay toma de conciencia de la importancia de las reivindicaciones como la clave básica para que los gobiernos se orienten y representen de verdad a quienes les han elegido para hacer un servicio y no una carrera "política".

Este tipo de actitudes mezquinas y mecánicamente inconscientes, nos hunden en la miseria y nos paralizan en un pantano de basura irracional-emotiva. Ahí está el agujero negro de los españoles. Y el reto que todavía no hemos sido capaces de superar: la división, las banderías, la constante rivalidad egocéntrica y egopática, competir para ver si destacamos, no por ser los mejores para que todo mejore con nosotros ayudando a que también mejoren los demás, sino haciendo que los rivales se arruinen, se desmoralicen, se equivoquen y abandonen, no ante nuestra excelencia inexistente, por supuesto, sino por las zancadillas y juego sucio, y ese no reconocer jamás lo bueno en los otros, porque se siente que ese "bueno" disminuye nuestra importancia ególatra e infantil, por el sólo hecho de que no se le ha ocurrido a uno mismo y esa incapacidad para no sacar flecos, sambenitos y defectos a lo bueno que ha hecho o tiene alguien que no "soy yo". La trampa de Lázaro de Tormes o de Don Pablos el Buscón o Guzmán de Alfarache  o de Celestina, caramelizada  en "cultura" de lo cutre.

Otro ejemplo es lo rastrero y de baja estofa, vendido como idea publicitaria "simpática". Un anuncio que podéis contemplar en tv. Un chico está en un supermercado, a punto de coger de una estantería una chocolatina entre un montón de ellas, de determinada marca. Una dulce ancianita indefensa y sonriente, le pide por favor si le puede alcanzar una galletas que están en lo más alto de los estantes. El chico, amable y buena gente, le alcanza el paquete, pero...cuando se da la vuelta, la dulce abuelita ha desaparecido y está en la caja pagando ...todas las chocolatinas con que había arramblado, para que al chico no le quedase ni una, mientras le "hacía el favor", educadamente. ¿Qué diferencia  a la mente que ha pensado ese anuncio o se divierte con él, de la mente de un banquero que desahucia y se ríe del pobre desahuciado o del estafado por las preferentes? ¿Qué la diferencia del partido político que le prometió respetar sus derechos y se los ha fundido en cuanto se ha hecho con el poder? Ese tipo de anuncio amoral está echando por tierra la amabilidad y lo gratificante de las relaciones personales. La confianza entre los seres humanos. Está infiltrando en el inconsciente colectivo un tóxico para convertir la sociedad humana en un corral de peleas de gallos, en un patético campo de concentración para deficientes racional-emotivos, que sólo saben consumir, eructar lo consumido y obedecer las consignas de quienes les abducen la voluntad y la inteligencia para vivir de su tiempo, de su esfuerzo y de su dinero. Todo viene de la misma fuente. La mediocridad y la ausencia de educación ética. Sobre todo si se tiene en cuenta lo "religioso" que es este país. Cuánta procesión, cuánta devoción, cuanta boda, confirmación y bautizo, cuánta asignatura de religión en la escuela, desde chicos...para este lamentable estado de precariedad. 
Es imposible que en un país de alma tan canija, ignorante y miserable, vaya bien la economía ni la las leyes ni nada de nada. Sólo chapuzas puntuales, barniz para tapar los agujeros intapables. 

Si queremos que esto cambie, empecemos por reconocer que un programa de tv es bueno, cuando es bueno, y a alegrarnos porque haya periodistas jóvenes o mayores, preparados y tan valientes y buena gente, como para sacar a la luz lo que la rutina mental del resto no ha sacado nunca, porque le ha sobrado miedo y le ha faltado ética profesional o simplemente porque está tan incardinado en el sistema, que ni siquiera percibe que el rey está desnudo y hay que decírselo a los ciudadanos lo antes posible.

Si queremos que esto cambie las cadenas de tv y los periódicos deberían revisar las herramientas y contenidos éticos de los mensajes publicitarios y actuar en consecuencia. ¿Tiene sentido que eduquemos a nuestros niños en el respeto a los mayores y vender en anuncios la imagen de mayores despreciables, que abusan de los jóvenes, como en el anuncio de las chocolatinas? ¿No deberíamos hacer boicot comercial a las marcas que se anuncien con mensajes destructivos? ¿Tenemos capacidad los españoles para distinguir esos mensajes de la normalidad?

Las desgracias sociales no son una maldición, como decía Pérez Reverte en "Salvados", sino la consecuencia de un vacío de cultura espiritual de esa sociedad. Para ser éticos hay que tener desarrollada el alma y ésta conectada con el espíritu; esa unidad ilumina la inteligencia, refuerza la lucidez y la voluntad, enriquece y afina la creatividad, la salud física y mental, pero eso no pertenece a ninguna religión sino que es un estado evolutivo de la consciencia. Si no trabajamos en ese nivel, no habrá nada ni nadie, que nos "salve", a pesar de que Jordi Évole lo intente cada domingo con la mejor voluntad y el periodismo más impecable y digno de admiración.

Docentes decentes, gracias Profesor Torres López

El rey de todos los españoles de arriba

por Juan Torres López

29 oct 2013

La monarquía española se ha ido consolidando en los últimos años gracias a un amplio pacto de silencio que ha permitido ocultar sus actividades reales: los grandes negocios no siempre limpios —como se ha podido comprobar con Urdangarin y su esposa— de muchos de los familiares directos del Rey, la doble vida del monarca y sus actividades de comisionista global, la vinculación de la Reina con el gobierno en la sombra del mundo o una vida familiar desestructurada y muy poco ejemplar.
Solo muy de vez en cuando se pueden leer en medios españoles cosas como las que escribió hace poco el periodista Jaime Peñafiel refiriéndose al Rey Juan Carlos: “Cuando recibió la citada herencia (se refiere a los 375 millones de pesetas que heredó de su padre) ya tenía un gran capital. No olvidemos que, desde el año 1973, gracias a las gestiones que hizo, a petición de Franco, ante el rey de Arabia Saudí para que a España no le faltara petróleo en aquella crisis, el gobierno autorizo a que, el entonces príncipe, recibiera un céntimo por cada barril de crudo que entraba en el país. Este acuerdo comisionista lo respetaron Adolfo Suárez y Felipe González. Ignoro quien acabó con tal práctica, ¿Fue José María Aznar? Aquello permitió que don Juan Carlos adquiriera una pequeña fortuna, incrementada, posteriormente, por otros, digamos, negocios” (Los dineros del Rey y la herencia de su padre).
Gracias a ese silencio y a que el artículo 56 de la Constitución declara que su persona “es inviolable y no está sujeta a responsabilidad” (lo que significa que no se puede actuar contra él ni siquiera si comete un delito flagrante en su ámbito privado) se ha podido tejer la leyenda de la ejemplaridad, bonhomía y patriotismo de don Juan Carlos de Borbón. Una leyenda que solo su propio comportamiento y el de sus familiares está a punto de echar por alto en los últimos tiempos.
No me importa nada lo que haga en su vida privada el Jefe del Estado, aunque me resulte bochornoso que luego aparezca como ciudadano ejemplar en misas y demás actos religiosos de la mano de una jerarquía eclesiástica que se presenta como máxima expresión de la rectitud moral, y no voy a entrar en ello. Como tampoco deseo referirme ahora a sus negocios por muy vergonzoso y poco patriótico que me parezca cobrar comisiones por trabajar para el Estado al que se representa y se sirve. Solo quisiera comentar una de las fantasía que más se ha tratado de extender durante todo el reinado de don Juan Carlos de Borbón porque me parece la reina de todas las que rodean su figura: que es el rey de todos los españoles .
Ni por su comportamiento, ni por sus declaraciones, ni por sus aficiones, ni por sus muestras de solidaridad, ni por su actitud ante los problemas sociales que padecen los españoles, puede decirse que sea así.
A diferencia de lo que sucede en otras monarquías, en la española no es el gobierno de turno quien escribe los discursos del rey y, por tanto, quien fija su posición ante los problemas de la nación. Don Juan Carlos tiene, pues, autonomía para definirla, y aunque es lógico que no la ejerza plenamente sino que trate de guardar cierta sintonía con la política del gobierno, lo cierto es que, a diferencia de otros monarcas, tiene opinión. Como también tiene -por muy negociada que pueda ser en hechos concretos- agenda y actividades propias. Lo que quiere decir que lo que hace o diga no se puede imputar a que sea uno u otro el partido que gobierna.
Los testimonios y posiciones del rey ante la sociedad española son en su mayor parte la expresión de sus ideas y sus simpatías y preferencias y es precisamente por eso por lo que me parece totalmente infundado afirmar que es el rey de todos los españoles.
Mientras que sus manifestaciones de apoyo explícito a los empresarios y banqueros son continuos, no se dan, por el contrario, las que pudieran reforzar a los sindicatos o a las organizaciones de cualquier tipo que defienden a los trabajadores, por ejemplo.
Aunque no seamos mayoría, somos muchos los españoles que condenamos las políticas gubernamentales, que hemos mostrado sus efectos negativos sobre las condiciones de vida de muchos conciudadanos y los que hacemos valoraciones críticas de lo que ocurre en España, por cierto, con un amor a nuestro país y a nuestros conciudadanos que no tiene por qué ser menor que el del monarca o el de quienes defienden posiciones contrarias. Pero nunca he oído una palabra de simpatía del rey Juan Carlos hacia quienes defendemos análisis o postulados económicos o políticos que sea contrarios al poder dominante.
¿Y cómo se puede decir que se es el rey de todos los españoles si solo se suscriben los principios o ideas de unos cuantos que además, qué casualidad, siempre son los de arriba, y nunca los de aquellos que se oponen a lo que dicen los más poderosos? ¿Solo estos son los españoles para el rey Juan Carlos?
Incluso la empatía del rey, sus amigos, aquellos a quienes hace nobles y a quienes consulta, su forma de vida, basta ver sus aficiones y acompañantes habituales, son los propios de ese puñado de familias que controla el poder financiero, económico, mediático y político en España desde hace decenios, por mucho que entre ellos se cuele algún que otro socialista o incluso comunista de postín, a  quienes invita “a Palacio” de vez en cuando.
Si el rey lo es de los banqueros y de los grandes empresarios y si dice que es el rey de todos ¿por qué no lo es también de los españoles que van a las asambleas del 15M o de los que pierden sus viviendas? Y si el rey se moviliza como el primero para que los financieros y grandes empresarios tengan éxito en sus negocios, ¿por qué no lo hace también cuando se producen desahucios injustos? ¿y por qué no se pone tan claramente al lado de los españoles que han sido estafados y han perdido sus patrimonio y ahorros de toda su vida como lo hace con los banqueros a quien siempre defiende? Si don Juan Carlos dice que es el rey de todos los españoles ¿por qué son solo unos y no todos los que merecen estar siempre bajo su paraguas protector?
Si hay millones de españoles que combaten las reformas laborales, educativas o sanitarias que les quitan sus derechos y don Juan Carlos dice que también es el rey de todos ellos ¿por qué no se le oye nunca criticarlas tan claramente como esos otros españoles? ¿Por qué, si dice que es el rey de todos, presta tan discriminadamente su voz para defender a unos u otros? ¿Por qué nunca se le ve al lado de las voces críticas y acompañado de quienes disienten, sino solo con los que forman el eco del establishment? Si son también muchos millones los españoles que piden decencia y que se investigue y condene a los culpables de la crisis ¿por qué el rey Juan Carlos solo se pone al lado de quienes la han causado o de quienes los ocultan y no se suma a las voces y reivindicaciones de quienes piden transparencia y justicia?
Si de verdad lo fuese de todos los españoles no estaría siempre en el mismo lado, siempre con los de arriba, sino que en estos tiempos tan duros difundiría otro discurso y levantaría a cada minuto su voz para defender a los que sufren en lugar de acompañar y amparar siempre a los que provocan su dolor.
Don Juan Carlos de Borbón es el rey de todos los españoles que están arriba, no el de los de abajo.

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Después de leer atentamente este ejercicio de lucidez a cargo del Profesor Torres López, en el que denuncia que ese su malestad al que España sufre con más pereza y costumbre que paciencia, es absolutamente un timo publicitario parasitoide que se ha forrado a costa de pasearse y firmar atógrafos, rodeado de su corte de los milagros beneficiaria y beneficiante,  sólo queda decir que ese hipotético modelo de rey, que describe con tan fina ironía el Profesor Torres, no responde a un monoarca, o sea, a un detentador de poder único, sino a un servidor de su pueblo, que nunca se puede ajustar a la figura de un rey, por muy campechano, castizo, decente y majete que aparentase ser, sino que describe con perfecto realismo, al Jefe del Estado de una república democrática, aconfesional, laica y libre de lodos rancios, resecos, malolientes y añejos. O sea a un presidente de república, como Dioshmanda y que haga lo que hay que hacer con mucho shentido común.