domingo, 30 de diciembre de 2012

Un concierto de Navidad en un piso de estudiantes...


Los amigos y compañeros se reunen en un piso de estudiantes y celebran la Navidad a su manera. Interpretando entre todos el Oratorio de Navidad de J.S. Bach. Entre bromas, refrescos, buen humor ,cerveza y complicidad. Se lo pasan pipa elaborando la inutilidad de la belleza. Lo disfrutan y crecen en lo mejor que tienen y poniendo en común una fiesta del alma, de la amistad y de la inteligencia. No necesitan una sala de conciertos, ni a Lorin Maatzel. Ni a Zubin Metha ni a a Plácido Domingo ni a Mireia Freni. No les importa no ser famosos, no cobrar nada por cantar y tocar maravillosamente en privado. El hecho de tejer esas nota geniales en común, en equipo, les hace felices y hermosos. Atractivos y únicos. En vez de berridos y vulgaridades: armonía en estado puro. En vez de ego exhibicionista, unidad y gozo compartido en la sencillez natural de lo excelso.
No es por desanimar, sino por elevar expectativas y estimular los puntos de referencia. Cuando España adquiera una disposición educativa que produzca estas maravillas como cosa normal y conmovedora, y no fenómenos como las peligrosas horteradas Arena Madrid fashion, botellones callejeros, griterío, borrachera y petardismo salvaje como en la Fallas de Valencia, por ejemplo, o el espectáculo primitivo de los sanfermines, los toros embolaos y las corridas como exponentes culturales, es posible que no tengamos crisis tan bestias como la presente ni gobiernos tan incapaces como el actual. Ni pelotazos ni burbujas indecentes ni elefantes botswanos asesinados por el Jefe del Estado.
¿Podemos imaginar qué ocurriría si el dineral invertido por el Estado en festejos horteras, embrutecedores, crueles  y peligrosos, se invirtiese en educar talentos musicales, en becar estudiantes con verdaderas posibilidades, que desgraciadamente se quedarán reducidos a camareros o a peones de albañil o mecánicos de taller, porque nadie les probó la voz, el oído y el talento para la música o no tuvieron "padrinos" ni educadores, mientras cientos de mediocridades pijas no saben distinguir un do menor de un si bemol o cantan de pena pero están enchufados en coros y orquestas de los teatros estatales -con sueldos más que pasables-, por obra y desgracia del amiguismo de "papá y mamá" y los favores mutuos del chanchullo? Pijos sin rumbo que celebran sus fiestas  y refociles varios simplemente fumando porros o sorbiendo calimochos hasta el coma etílico, rompiéndose las cuerdas vocales ante grupos de rock impresentables, pero "subvencionados", con sugestivos nombres como "Perrakos silvestres", "Diabolik mediokritas", "Cardos sofritos", "Garrulos víricos", porque no conocen mejor entretenimiento creativo que el imperio de freekilandia, y la música ha sido para ellos una estorbo más en las clases de primaria o un petardo aburridísmo en conservatorios que conservan -cómo no!- la misma didáctica plúmbea y frustrante del siglo XIX, pero con suerte, pelas y universidades privadas, se colocarán de funcionarios sempiternos, de gerentes ruinosos de empresas-fraude, de asesores de la calamidad fiananciera hundebancos y revientanegocios o Parlamentos. Incultos muy informados y uniformados con el mismo sello de la precariedad intelectiva y cognitiva. Seres penosos, sin educar, pero barnizados por el corteinglés, zara, donalgodón, c&a o carrefour fashion...Un panorama estremecedor si se piensa que de ellos dependerá el futuro de granja sometida a un gobierno global que usará España como usa las reservas indias de EEUU. Una caricatura cutre de "Un mundo feliz" de Huxley.
De seguir por esos derroteros y si no se remedia ya mismo ese entuerto terrorífico, imaginamos a los líderes pperos en un futuro no tan lejano como puedan pensar, cuidados en su vejez por estos miniyoes clonizados de su mismo sistema y aplicándoles, en plena indefensión, las mismas terapias con las que ellos se están ensañando ahora con la sociedad.
Puede que entonces comprendan el gravísimo fallo que se comete cuando la matemáticas, la mecánica y la cibernética ocupan ellas solas todo el espectro educativo en la formación de los niños y los jóvenes, que jamás serán capaces de desarrollar sentimientos ni sentido ético, porque nadie les ha educado la sensibilidad inteligente emocional que permite aplicar  y gestionar la ciencia con sabiduría y humanidad en  la realidad de cada día. Tal vez entonces comprendan -a toro pasado, evidentemente, con el pp werteriano sólo puede ser así- su gravísimo e irreparable error. Y la importancia que tiene el desarrollo del alma y el verdadero objetivo de la filosofía, del lenguaje literario, de la espiritualidad y del arte, en la educación del hombre, que ellos han confundido desde hace siglos con la religión y el culto a los fetiches religiosos mantenidos por dogmas talibanes y castradores del aliento humano real, con la magia de las logias secretas, jerárquicas y mediáticas, falsamente selectas, cuyos conocimientos se han utilizado como barniz y pillería verborreica para medrar en la política, en la economía y en los negocios de calado multinacional con el fin de crear minorías "selectas" y sin nada dentro, nada más que ambición, bulimia consumista, adicción al poder y vacío.
Extinguido el concepto de lo mejor (aristocrazía, en griego) se llega al dominio de lo peor (kakocrazía), así que, si el pp y similares, siguen apacentando el rebaño ibérico, lo que llamamos ahora democracia será una kakocracia, en todos los sentidos, o sea, kakós en griego es "malo" y caca en español, todos sabemos lo que significa. 

La cultura que se trabaja, se alimenta y prende en el alma como una raíz indestructible, es la única medicina para desasnar y desburrar a los pueblos y convertirlos en ciudadanías. No basta con que nuestros universitarios sean un puntazo en técnica y en preparación profesional si luego tienen que salir huyendo de su país porque no hay cultura que valore los estudios y las capacidades desarrolladas. Y eso no lo hace sólo la información, el estudiar chapando años y años, sólo para hacer carrera, ganar una pasta, comprarse coches estupendos, vestirse con marcas carísimas y vivir en pisos de diseño con el último modelo de Iphon y de Smartphone en la mesita de noche; los ideales maravillosos que se inculcan a los jóvenes de los países "gipsi". A sí nos cunde.

Este tipo de milagro lo produce sobre todo la sensibilidad y la conciencia que despiertan el intelecto a niveles más altos cuando en vez de lo basto, lo grosero y lo zafio, se nos educa desde la infancia con delicadeza, belleza, verdad, transparencia y finura de espíritu. Entonces las personas saben crear y gestionar lo que tienen entre manos y los mejores no se convierten en objeto de zancadillas, envidias y ninguneos, sino en pilares del futuro. 
En España molesta reconocer con humildad los fallos estructurales de nuestro sistema social, educativo y conductual. Nos pierde el orgullo del ignorante y nos palurdiza. Nos atrofia. Cuando alguien lo denuncia, se le considera un pésimo español y un descastado que no sabe apreciar las particularidades de su tierra, porque "Ehpaña eh asín" y somos la releche, la perfección y el que no lo entienda que se marche. A veces cuando se comenta la calidad de vida que hay en otros países, como Alemania, por ejemplo. Y no sólo a un nivel institucional y económico, sino en el plano de la simple convivencia, la gente suele enfadarse. No son capaces de alegrarse de bien ajeno, el sólo hecho de comentar algo bueno de otros, irrita y enfada. Es el modo en que la miseria se encastilla en el orgullo para convencerse a sí misma de su excelencia. Por eso no se puede aprender de verdad. Porque para aprender algo es necesario estar convencidos de que se es ignorante. Por eso es imposible que un necio orgulloso aprenda nada. Y está condenado a fracasar en cualquier cosa que emprenda. Por eso no salimos del agujero. Porque no entendemos que pare educar hijos y alumnos, lo primero es que se eduquen padres y docentes. Y cuando digo "que se eduquen" no me refiero a domesticar, a imponer, a obligar ni a humillar. Sino a despertar. A elevar el nivel de conciencia y de inteligencia emocional. De ética. De sensibilidad social. Y de humanidad.

Tecnología de nueva generación

En vanguardia

Anatomía patológica de la monstruosidad y su posible tratamiento

Otra vez lo mismo. La monstruosidad y su salto mortal se convierten en titular de primera página. La muerte espantosa de un inocente como protagonista. Se ve que Herodes tiene un poder de convocatoria inagotable en el tiempo y en su curriculum horroris causa.
 Una  niña de año y medio asesinada por las manos del monstruo devorador. Un chico de vida alegre. Simpático. Lleno de encanto. Seductor. Servicial y "buena gente". Y sin embargo, en el fondo real, un parásito que se alimentaba virtual y prácticamente de la red social, en la que se había inventado un personaje para ocultarse a sí mismo y cazar seres humanos como botín, como presas de montería. Empresario, trabajador, "solidario" promotor de eventos compasivos, de los que sacaba un pastón con la ayuda de la generosa candidez de sus víctimas. Una mirada serena. Con la falsa serenidad que da la falta de sentimientos. La helada indiferencia de quien no puede sentir nada en su interior. Sólo le funcionan la vísceras. Las tripas para irritarse y el cerebro enfermo para pensar estrategias letales; la tela de araña que acabará enredando y aniquilanado a los incautos, que previamente encantados por su discurso y su disposición amigable, irán cayendo en el entramado. La estrategia bien organizada y los cabos atados para que la transacción salga a pedir de boca. El abuso, el engaño y el negocio. La planificación del serial killer tramada con pericia de ingeniería y tomándose todo el tiempo necesario para que la víctima muerda el anzuelo. El lucro como finalidad. El "éxito" como estímulo para una vida vacía y sin motivación, sin sentido alguno. Un nihilismo estéril, petrificado y muerto. La aberración como consecuencia. La muerte como solución final. No se pueden reunir más elementos macabros

Los detalles sádicos pueden obviarse, no son necesarios para entrar en al reflexión sobre este problema tremendo que emerge de la psique humana cuando menos se espera, de quién menos se espera y donde menos se imagina. Y sin embargo, no es por azar ni por casualidad. El monstruo, no sólo nace con una genética deforme. El monstruo también se construye, se formatea y se cultiva en medio de una sociedad dormida, llena de inercias y de hábitos primitivos que se disfrazan de modernidad, de eficacia, de barniz aparente, de un falso libre albedrío, de libertad esclavizante y de normalidad conductual absolutamente enferma, nacida de la costumbre de lo monstruoso que se puede admirar en el cine, en la literatura, en la música o en la pintura. En las noticias. 
Monstruosa es la disolución de la convivencia sana entre padres e hijos, por ejemplo. Los niños deben ir a las guarderías desde que tienen  pocos meses porque hace falta dinero para pagar hipotecas y préstamos que "facilitan" el "bienestar", porque sus progenitores han decidido que es mucho mejor comprar una casa que alquilarla y trabajar jornadas completas, que optar por media jornada cada uno y así no tener que abandonar al bebé en manos mercenarias y que además les van a cobrar tanto o más de lo que les podría costar la casa. Monstruoso es que nos lleguen a parecer normales los morideros de ancianos. El abandono cómodo y rentable como negocio, de nuestros abuelos, cuando se deterioran y enferman. Cuando han perdido la capacidad de ser útiles y se convierten en estorbos. El abuelo enfermo en casa no es sostenible. Mejor lejos. Así queda libertad y bienestar para los hijos y nietos. Así se priva a los niños del contacto con la realidad, del ejemplo de la bondad y la generosidad, se les inoculan los contravalores del egoísmo utilitario. Mejor pagarle profesionales que le cuiden lejos de casa, porque nadie va a dejar su trabajo y su sueldo para atenderle. La vida se ha planteado así. En niveles de novida. Inhumanos. Que ya se nos han hecho connaturales y tan lógicos como a Hitler se le hicieron los campos de prisioneros a exterminar. Como a los políticos les parecen estupendos y sanos los recortes sociales. Como a la medicina convencional se le ha hecho "el protocolo" medicador de muertes por toxicidad, quirófano y achicharramiento, ¿para qué curar con dietas o con terapias no agresivas, si se puede hacer un negocio maravilloso mientras se regula la población del planeta con el exterminio de lo que estorba y de paso se van experimentando venenos nuevos y carísimos?
Pero hay que ser profesionales sobre todas las cosas. Ser competentes competidores en un mundo primitivo envuelto en tecnología punta. No se pelea por la presa cazada o por el territorio (si no tiene petróleo, uranio, litio o bancos de pesca) se pelea por el puesto de trabajo, por el sueldo más jugoso, por las ganancias adjuntas o por el caché profesional que da contratos y beneficios más abundantes. Se pelea por la supervivencia del ego, de la "carrera", de la purpurina superficial que permite aparentar lo que no se es, envuelto en lo que se tiene y se posee. Por adquirir ese "estatus" ficticio se sacrifica lo mejor de uno mismo, que es el crecimiento como ser humano. El nacimiento y desarrollo de nuestra alma y de nuestra conciencia. El contacto con nuestro Maestro Interior. El gran desconocido y cuya ausencia es la causa de toda enfermedad y anomalía que impiden la plenitud de la vida humana y su esplendor verdadero y al mismo tiempo es la fuente de la infelicidad insaciable. El hombre elemental se ha "perfeccionado" en los detalles pero en su desarrollo superior está en el Pleistoceno. Confunde el tocino  con la velocidad. La felicidad con el consumo constante, la bulimia y la adicción. La elegancia con la anorexia y la vanidad. La prisa con el entusiasmo. El amor con el apetito sexual. La generosidad con el negocio. La inteligencia con la habilidad. El genio con el talento. La salud con la medicación tóxica. La espiritualidad con las religiones y el esoterismo sectario y rentable. El arte y la política con el negocio y la exaltación del ego mediático. La comunicación con el cotilleo y la sabiduría y el conocimiento con la curiosidad de lo superficial. La familia  con el contrato social. El trabajo con el poder adquisitivo. La cultura con la pedantería. La plenitud humana con el poder sobre los demás. La educación con el adiestramiento domesticador. La vida con el tiempo. La divinidad con el  dogmatismo ritual, idolátrico, fanático, externo, hipócrita y lejano. El aprendizaje con la imitación simiesca. La esclavitud con el progreso (¡?) En fin...así no hay manera de que la monstruosidad y su anatomía patológica se erradiquen. 

Sin embargo no hay que desesperar, sino despertarse. Todo está por hacer. El monstruo debe evolucionar. La enfermedad nihilista debe reconocerse como lo que es: Enfermedad y no herramienta ni virtud, ni delito. Sino gravísimo defecto que paraliza, arruina y deshace el destino del hombre. Le hace resignado ante sus propias excreciones primitivas. Inmóvil ante lo que debería moverse e hipercinético ante lo que debería detenerse; adorar lo inútil y profanar lo que le construye y le eleva. El hombre para dejar de ser una bestia ilustrada y adiestrada, necesita descubrir quien es. Y comenzar a descubrirlo desde la cuna, no esperar a la vejez para sentir que nada ha cambiado debajo del mascarón de proa tras el que ha ido ocultando su basura existencial sin reconocerla ni asumirla como tal, ni reciclarla ni eliminarla, sino que por el contrario, la ha convertido en su alimento y en su modus vivendi. 

Todavía se oyen comentarios de quienes se quejan de que algo bueno se ha perdido con "la vida moderna" y se equivocan. No se puede perder lo que todavía no se ha alcanzado. Nuestra especie no es peor ahora que hace un millón de años. Al contrario, ¿cuándo se había antes  llegado a que masivamente la guerra, la pena de muerte, el hambre y la injusticia, se consideren un horror? ¿Cuándo en la humanidad, masivamente, la noviolencia fue virtud y no cobardía y deshonor? Sólo ahora, la indiganción por causa de la injusticia es un movimiento global y solidario. Hay mucho bueno en gestación que está naciendo. Simplemente la humanidad va evolucionando y nunca ha estado tan cerca como ahora de despertarse y cambiar. Precisamente el estado en que ella misma se ha colocado, es el punto imprescindible para mejorar. Ha llegado a agotar por completo los cauces de su desarrollo en el estado en que lleva viviendo milenios. Ahora es el momento de deshacerse de los fardos pesadísimos que le impiden elevarse y volar, que es su próximo reto; el que está llamando a la puerta. Sólo hay que abrirla y dejar entrar el sol y la luz, como decía la canción de Hair


El sol del despertar y la luz de la vida real. E nuevo Planeta que está naciendo. El Planeta conciencia. El Planeta Corazón. Inteligencia emocional. Y eso se está consiguiendo sin combatir, sin agredir, sin matar. Al contrario, a pesar de todo ello, sobre y por debajo de todo ello. Es el tiempo y nada puede pararlo. El fin del mundo anunciado no es catastrófico sino un regalo de nuestro crecimiento. Y los monstruos y las crisis provocadas que aparecen de repente para recordarnos que no debemos parar en el trabajo, vienen también a demostrar lo que hay que sanar y lo que hemos crecido en civismo y rechazo de la crueldad, de la injusticia y de la maldad. En compasión y en solidaridad con quienes sufren. 
Nuestras necesidades cambiarán. Nuestras soluciones también. Y nadie será la víctima del capricho ni de la inconsciencia de nadie. Lo veremos.

viernes, 28 de diciembre de 2012

El chivo expiatorio

Parece que la insensibilidad inhumana del Paleolítico se ha aposentado en el poder, en la mente de los personajes robóticos que llaman gobernar a poner la bota en el cuello de los ciudadanos. Es lo que tenemos. El aldabonazo de la realidad en la puerta de la ciudadanía.
He leído, y me ha conmovido profundamente, el artículo de Gª Montero que he colgado antes que este post. Un chico joven atrapado por la policía en una manifestación. Se llama Alfon. Pero podría llamarse de otro modo. Eso da igual. Un chico cualquiera. Elegido al azar como escarmiento para todos. Con un mensaje subliminal: esto le puede pasar a cualquiera que se manifieste. No hace falta que seas nadie especial. Cualquier ciudadano que exprese su disgusto ante una ley injusta o una medida demencial, puede entrar en la misma categoría de un terrorista, de un kaleborroko destripa cabinas, quema coches, robabolsos y asalta viejas. Sólo es necesario que se manifieste. Si se pilla a un destarifado, aun destroyer, a un monstruito antisocial, la cosa no sería tan ejemplarizante, como atrapar a cualquier manifestante, porque así el terror mola más. La arbitrariedad del castigo aterrorizará a los ciudadanos que ya se pensarán despacito si vale la pena salir a cantar las cuarenta al poder establecido y agarrado al mando a distancia. Quien se arriesgue pude acabar en prisión preventiva durante meses, aislado de su familia y de la sociedad, sin cartas ni vínculos con el exterior. Así lo han hecho con Alfon. Como hacía Stalin. Como hacía Franco. O Hitler. En esas estamos con el pp. Torturadores de guante blanco y manos negras. Muy negras. Y muy largas. Transoceánicas e intercontinentales. Infernales, más bien. 

El poder oscuro, o sea, el poder en sí, necesita la figura del chivo expiatorio. Es su "filosofía"sin alma.Y cuanto más inocente sea ese chivo, mejor. Más miedo se genera en la "masa". Se le convierte en muñeco de vudú social. En ejemplo. Es una atrocidad segregada por el cerebro de los dinosaurios, límbico, a años luz del cerebro evolucionado. Del córtex. Humano. 
Es la misma "política" del imperio romano (Merkel-EEUU) aplicada a Jesús de Nazareth, por ejemplo, con la complicidad y solicitud del Sanedrín judío (el pp) . 
Poco cambia la historia cuando los hombres siguen comportándose como bestias pensantes a través de los siglos. Como saurios que han adquirido la habilidad de "pensar" con las vísceras, no con una inteligencia que no han desarrollado, porque carecen de alma y el alma es el vínculo entre materia y energía. Entre materia y espíritu. El alma, que es la otra cara de la conciencia,"aterriza" el espíritu y refina y eleva la materia. "Desalmado" se define en el diccionario como "inhumano y sin conciencia". Y para llegar a los máximos poderes de este mundo hay que "vender al alma al diablo". O sea al monstruo interior que cada inconsciente alberga dentro de sí mismo. No hay un diablo peor que lo peor del medio-hombre. Del animal que tiene forma humana e instintos de bestia. Porque se inventa leyes a su medida densa y precaria y las impone con su fuerza animal. A lo bestia. En su baremo medidor la mente es sierva del instinto. Y la inteligencia, un peligro que hay que erradicar como sea, porque deja constantemente en evidencia lo que hay y lo que no hay en el estrato del poder. Quien posee el poder no quiere que nada cambie. Tiene miedo. Pánico a verse despojado de lo único que le hace destacar de la masa. Que le da privilegios por encima de los demás. Y como no tiene otra cosa mejor, si lo pierde, se queda en nada. De ahí esa rabia. Esa imposiblidad de dialogar. Esa cerrazón repetitiva de los mismos mantras irracionales y esperpénticos.
Mejor no escuchar nada que pueda poner en solfa y en peligro su idea obsesiva, sobre la que ha fundamentado su sistema particular de enriquecimiento y de dominio sobre los demás. Y de ahí el impulso ciego de buscar siempre la víctima propiciatoria. El inocente. El que molesta. El que no es un criminal, el que es como todos y aún mejor que muchos, porque tal vez tiene la conciencia despierta y eso es un mal que hay que erradicar cuanto antes. El despertar se contagia. Por eso, castigar al despierto es el lema de la escuadra letal. Nerón se lo aplicó  a Séneca. Enrique VIII de Inglaterra a Tomás Moro, la Grecia antigua a Sócrates, la España cerril a Francisco Ferrer i Guardia y la España dictatorial a José Antonio Primo de Rivera y a Federico García Lorca. El terror no conoce lealtades ni matices. "Muera la inteligencia" fue el grito del general Millán Astrain en la Plaza Mayor de Salamanca, cuando firmó la condena política de Unamuno. Y la dignidad humana es la misma, también para Alfon. Un joven. El futuro. Y un futuro muy distinto de esta agonía social sin salida y sin porvenir. Un futuro que es imparable e inexorable. ¿Quién puede impedir el alba? ¿Quién puede impedir el equinoccio o el solsticio o la llegada de las estaciones, las fases de la luna  o el fin de lo que debe morir porque le toca por ley de vida?

Por mucho que hagan, lo que ya no tiene futuro es esa barbarie como humillante sistema de vegetar. Es lógico que presintiendo su final, los dinosaurios intenten silenciar al mensajero que les anuncia lo que les está matando. Así se acabarán antes.

En "Las Nueve Revelaciones" hay un diálogo entre un arqueólogo exterminador y un cardenal católico, que pretenden impedir el descubrimiento y la difusión  de las revelaciones; la conversación termina con las palabras del arqueólogo: "Me pregunta usted, eminencia, por qué quiero exterminarles; muy sencillo, porque en el mundo futuro que esas revelaciones describen no hay sitio ni para usted ni para mí"

El dinosaurio está tan fundido con su bestialidad connatural que no puede concebir cambios que le mejoren o que racionalicen el desastre de su bulimia, que le armonicen con su entorno, que le desintoxiquen y le concedan el premio de la evolución y de la supervivencia, el talento ecológico que permite a las especies adaptarse, cambiar, crear nuevas funciones que harán nacer nuevas herramientas, otra cultura mucho mejor y más feliz. Su cerebro límbico es limitadísimo y lo mismo que aplica en medicina para curar (¡?) : la intoxicación, la agresión quirúrgica y arrasar  el cuerpo quemando el mal que pretende erradicar, o creando "bancos malos" para paliar la maldad especuladora de la banca inmoral en sí misma o la guerra como instrumento de comercio y rapiña mercantil, así pretende también "curar" a la sociedad, reprimiendo los síntomas de su enfermedad, en vez de analizar las causas reales y procurar cambios imprescindibles a mejor en su funcionamiento. O sea, más escucha, diálogo, respeto, ética, decencia, honestidad, compasión, piedad y justicia, educación verdadera y cultura real, no como almacenamiento de datos teóricos. Otro mundo. Donde los dinosaurios no tiene futuro alguno.

Poesía de la experiencia, poeta de la conciencia. Gracias, Luis


La libertad como alarma social

por Luis García Montero
27dic 2012

 

 La palabra ensañamiento suele aparecer en los procesos judiciales como un agravante a la hora de juzgar el delito. Se trata de penar las actuaciones que aumentan de forma inhumana y deliberada el sufrimiento de la víctima, causándole padecimientos innecesarios durante la comisión del delito. El proceso de degradación democrática de la autoridad es tan grave en España que la palabra ensañamiento se ha desplazado de los castigados a los presuntos vigilantes de la ley. El joven Alfon, preso desde la jornada de huelga general del 14 de noviembre, está siendo tratado en la cárcel con ensañamiento.
Su situación es desmedida y difícil. Su régimen penitenciario, duro como si se tratase de un asesino en serie o un terrorista internacional, tiene que ver menos con su responsabilidad personal que con su significación social. No puede recibir cartas, no puedo comunicarse de manera libre con su familia, se refuerza su vigilancia en el patio, se le controlan las lecturas… ¿Pero qué ha hecho? La pregunta no es qué ha hecho, o mejor, qué iba a hacer, sino qué significa.
Lo que este Gobierno llama alarma social no es más que la alarma que le produce a él mismo la protesta de los ciudadanos. La verdadera alarma social que recorre las calles hay que buscarla en el proceso de empobrecimiento que sufre la población española y en una política impudorosa al servicio de la banca avara y las estrategias financieras insaciables. La población protesta, el Gobierno servil se incomoda. Empezó por convertir el debate social en un problema de orden público y ahora lo lleva hasta zonas legales propias del terrorismo internacional.  Las responsabilidades de Alfon, que están por probar y por hacerse públicas, no justifican la dureza de su régimen carcelario.
No se trata de prevenir o de reinsertar –vieja quimera de la justicia democrática-, sino de ensañarse. La libertad es para la derecha reaccionaria un valor individual. Pensar en soledad, comprar y vender de forma privada, salir a la calle como paseantes aislados, son actividades relacionadas con su idea de libertad. La dimensión social de la libertad, fundamental en la historia moderna como marco de convivencia y de desarrollo de derechos cívicos, queda fuera de la mentalidad neoliberal impuesta por los salteadores de la sanidad, la educación, la cultura y las pensiones de España. Se respeta el terrorismo financiero organizado, pero no la lucha colectiva en defensa de un país.
Por eso se están abriendo debates sobre la necesidad de modular el derecho de manifestación o de limitar el derecho de huelga. Por eso se está pensando en la forma de perseguir legalmente a las organizaciones colectivas no adictas al Régimen. Y por eso asistimos a castigos ejemplares como el del Alfon.
Molestan no sólo sus participaciones en luchas colectivas, sino también los movimientos de solidaridad que ha levantado desde que está en la cárcel. Furiosos por los miles de cartas que recibe y por los apoyos públicos que despierta, los carceleros emplean la mano dura para escenificar su modo de entender la justicia. Estamos regresando a las cavernas éticas de la dictadura. Vamos a tener que hacer cola en la puerta de las cárceles para llevar comida y tabaco a una parte muy decente de la sociedad, mientras el verdadero peligro se sienta en los despachos del poder.
¿Qué secuelas le quedarán a Alfon? Dentro de nada, a los profesores se nos va a volver a pedir que dejemos de preocuparnos por el futuro personal y social de nuestros estudiantes. Me estremece la falta de preocupación que demuestra la autoridad por el futuro de este joven. Y confieso que escribo con mala conciencia este artículo. Tal vez fuese mejor guardar silencio. Y no porque me den miedo los posibles delitos de un piquete huelguista, sino porque Alfon está en la cárcel -él es el que está dentro-, y hasta ahora la solidaridad sólo ha servido para provocar el ensañamiento de los carceleros.
Utilizo un lenguaje propio de la España franquista. Luchas obreras y estudiantiles. Soy consciente, pero así estamos, así están las cosas, señoras y señores.

Un lujo para no perdérselo, si tenéis niños con quienes disfrutar su infancia o si os gusta sentir todavía lo más bonito de la vuestra

jueves, 27 de diciembre de 2012

El obsesivo punto "g" de la iglesia católica


Ha si do un cura católico y sureño, ¡cómo no! Del flanco "gipsi" de la UE. O sea, del dark side del pseudocristianismo más cavernícola e impresentable. Un talibán de la decencia sexológica, un cruzado mágico antimoda provocativa. Moda femenina, por supuesto. Copiando el gesto rebelde de Lutero en Wittemberg, ha clavado en el atrio de su parroquia un manifiesto reivindicando a las víctimas masculinas seducidas y condenando las provocaciones perversas del lado femenino, faldicorto, escotado, curvilíneo-ceñido, tirantoso, wonderbra y desvergonzado. Y lo dice envuelto en una sotana larga y airosa recubierta en un alba delicada y adornada con encajes de bolillos, almidonada y tersa. Un primor. 
Para mí, que este párroco italiano lo que tiene de verdad es un ataque de envidia cochina. Ya le gustaría ya, cambiar su atuendo barroco por las minifaldas y los tops del siglo XXI. Marcarse un desfile por el presbiterio en plan pasarelacibeles enseñando el ombligo y experimentar como se sienten las mujeres malísimas que se exhiben para sacar de quicio la virtud masculina y arrastrar a los pobres hombres, que son unos santos, por los andurriales del pecado y del vicio, que es el mismo pecado cuando se convierte en ob-sexión. O sea, en fijación demente (y de cuerpo serrano, por ósmosis) Pobre criatura, qué tormento. Eso sí que debe ser un infierno.

Es lo que tiene estar reprimidos y apretujados en un cuchitril; amontonados a miles, desde la adolescencia. O en plan eremita sui generis, es decir, en plan misógino e histérico creyendo que lo suyo es una virtud y no una chifladura que esconde taras graves en el carácter y en la educación, confundidas con "la voluntad de Dios" y con "la vocación", que no es tal, sino una vía neurótica para escapar de la convivencia natural y sana con sus héterosemejantes, que sus handicaps no les permiten aceptar ni desarrollar. Encerrados en seminarios y conventos, amaestrado por personajes indescriptibles que se han educado y adobado con las misma salsa misógina y confusa, reprimida, inculta, inmadura y fanática, evitando que los sentidos les arrastren al abismo, sin comprender que el verdadero abismo está en la mente humana, cuando no se consiguen desarrollar las potencias que el mismo Dios, al  que dicen adorar y conocer como si le hubiesen parido, les ha dado, no para que se castren y se vuelvan del revés como los calcetines, sino para que se utilicen con equilibrio y con salud emocional y psíquica. Ya lo comentaba Pablo de Tarso, cuando veía los riesgos que conllevan los celibatos forzosos y las ralladas mentales: "Más vale emparejarse que quemarse". Pero ellos no lo ven así y creen que es mucho mejor quemarse vuelta y vuelta en la parrilla del desquiciamiento, para salvarse de las mujeres inmundas y facilonas. Unas bichas de cuidado, de las que es necesario huir a calzón quitado y sotana en ristre. 

Leer estas noticias, más que indignación o ira, produce una piedad que raya la ternura espontánea tras el desfogue del cachondeo inevitable. Pobres curas católico-amaestrados. Deben tener un cacao mental del quince. ¿Cómo es posible que a Dios se le hayan escapado tantos cabos sin atar? ¿Pero en qué estaría pensando cuando se le ocurrió llamar Eva a una costilla del macho de la especie?  ¿Si es omnisciente, cómo no vio lo que iba a pasar con aquel invento? ¿ Y si no es omnisciente, cómo se le ocurre inventar nada semejante, que luego pasa lo que pasa? ¿Y cómo superar el hecho traumático de haber sido paridos por una arpía concebida en el pecado original y capaz de cualquier cosa, que además se le llama madre cuando sólo es un engendro degenerado?
Por eso hay que flagelarse, ponerse cilicios, castigar sin tregua ese cuerpo engendrado en el pecado y en la lascivia...Menos mal que la iglesia católica está ahí, para solucionar los errores, despistes y renglones torcidos de Dios...Ay, si no fuera por ella, a dónde habríamos ido a parar! Menos mal que ahí están los párrocos de siempre, los guardianes de la moral y del contubernio divino-ascético, dispuestos a todo para conservar la virtud viril frente al descoco femenino y desordenado. Para corregir el desvío libertino del propio Dios. Pobres hombres, sin voluntad ni discernimiento para distinguir el bien del mal, las mujeres "malas" de las tías buenas, porque en el fondo todas cojean del mismo lado, por mucho que se camuflen de virtuosas. 
Tarde o temprano la hidra lujuriosa que yace en cada mujer se despierta y ataca inesperadamente por cualquier sitio al ángel de bondad e inofensiva testosterona incapaz de resistirse al encantamiento manipulador. ¿Cómo no defenderse de ellas? ¿Por qué llamar malos tratos a lo que sólo es defensa personal, como el karate, el judo o el kung-fu? ¿Que una mujer despierta tus instintos más bajos e irresistibles?, pues al ataque y duro con ella, qué caray! Y ya puestos, ¿por qué no hacer lo mismo cuando te sale al paso el escaparate de una pastelería exquisita mientras estás de ayuno voluntario o a dieta sin hidratos para rebajarte las lorzas? Si rompes el cristal, puedes comerte los pasteles mientras llega la policía y la ambulancia del manicomio...Claro que entonces se vería que la pastelería es la víctima y tú el energúmeno. 

El delito de la mujer no es ser atractiva, encantadora y sugerente; no. Ni vestirse con ropa atrevida. Tampoco. Su delito es ser de tu misma especie y tener ciertas gracias que tú no tienes. Y si además de guapa y sexappeal, resulta que piensa, elige lo que es justo y sano y lo hace mejor  que tú, se siente más libre y autónoma que tú, con más clarividencia y mejor talante, para qué más. Y si encima un día comprendes que no te necesita, que sólo estará contigo si hay amor, algo que para ti no existe nada más que en la pelis de Chuck Norris, y no sólo tu deseo sobón, dictador, caprichoso y posesivo, y, para más inri,  que eres tú quien no puede vivir sin ella, para qué te voy a contar la puede liarse...
Envidia cochina se llama el síndrome, querido católico ensotanado y asatanado. Infantilismo de guardería. Atrofia racional-emotiva. Así que ve al psiquiatra, hazte una buena terapia y no le achaques a Dios la responsabilidad de haber creado lo que tú no eres capaz de dominar ni manejar con pericia: tu ego miserable y precario, que te domina y te domestica a su capricho, disfrazado de religión, de ideología, de falsa filosofía o de costumbre. El pánico, el poder y el placer. El trío de ases en la escuálida baraja del hombre de Neanderthal. Que se ha inventado un "dios" a la imagen y semejanza de su discapacidad irredenta.

A lo mejor en vez de predicar sobre lo que se desconoce por completo, convendría hacerse como niños sanos.  Limpios de corazón.  Y como ancianos prudentes. Sabios.  Y si no se consigue, mejor callarse. Y dejar que el punto "g" sea la gracia. Una energía con nombre de mujer, como casi todas las virtudes, de la que siempre hablan sin que al parecer nunca la hayan conocido personalmente.

martes, 25 de diciembre de 2012

El lifting navideño de la monarquía

No escuché su mensaje. Nunca lo escucho, la verdad. No me los creo. Ni el mensaje ni al Rey. No puedo evitarlo ni queriendo. Me pasé años y años de agnosticismo ante los mensajes de un dictador que  ocupó todas las plazas y todas las calles de España, no con asambleas cívicas del 15M, sino con el ejército, la Falange y los Tradicionalistas anti ley sálica. Entre el consentimiento inflacionado de unos y el pánico de otros. Y desde entonces todos los discursos navideños y de año viejo me suenan a lo mismo. Quizás sea porque aún no he tenido la posibilidad de escuchar a ningún presidente de una república democrática española. Quizás sea porque en el acervo histórico de mi memoria este rey y su padrino político van juntos, en el mismo pack. Como la lluvia y el agua. Como el fuego y la llama. Como el aire y la brisa. Como bipartidismo y mejunje, como negocio político y corrupción. Como Rajoy y las mayorías silenciosas. 

No puedo creerme nada que venga de un Jefe de Estado que mientras su país se va al carajo, es capaz de irse  a cazar especies protegidas. No puedo creerme nada de quien acepta vivir en una burbuja y es considerado irresponsable por la propia Constitución y eso no sólo no le preocupa ni le indigna, sino que es el negocio de su vida. No puedo creerme nada de quien ha sido educado para ocupar un trono y no para ser un ciudadano más. No puedo creerme nada de un cargo parlante, que sólo expresa en sus discursos protocolarios lo que le dicen que debe expresar. Me disgusta tener que ejercitar esta iconoclastia incómoda y tan poco proclive al consenso cuando se trata de consensuar la validez legal de lo que mi conciencia considera ilegítimo e ilícito. Por mucha legalidad que le pongan ad libitum. 

La persona de Juan Carlos de Borbón no me produce rechazo ni tengo nada que reprocharle. Me es indiferente. Pero no puedo decir lo mismo de su papel, de su rol, en este momento. Ahora mismo ese rol nos está saliendo carísimo. No aporta nada más que gastos a los ciudadanos oprimidos por agentes económicos que están mucho más cerca del área en que se maneja su malestad que de la realidad cotidiana de la ciudadanía. Su "irresponsabilidad constitucional" ha sellado y rubricado un modo de vida política a juego con ese estilo de escaqueo ético en las instituciones y en la economía. Sólo hay que recordar al yerno modélico y tan preocupado por el futuro de su fortuna particular usando sus influencias para esquilmar las arcas de autonomías regidas por el pp. 
¿Se le habría permitido a un Presidente de república, que continuase en el cargo, si se hubiese descubierto que un miembro de su familia estafa dineros públicos en nombre del parentesco? Un Presidente en ese caso, dimitiría forzado por le entorno, como por ejemplo, en el caso Dívar. Pero los reyes no dimiten por la gracia de su dios, que no sabemos de donde se lo han sacado. Porque ningún dios decente permitiría dar su gracia para ese tipo de componenda. 

La misma concepción monárquica se da de tortas con el concepto de democracia. Nos engañan y nos engañamos cuando creemos que votar "libremente" por un sistema monárquico, es democracia. ¿Cómo puede ser posible que el poder (arjé) del pueblo ( demos) quiera ceder su soberanía a un solo cargo (monos-arjé) o sea a una monarquía, a un individuo que nunca se puede elegir, sino que viene impuesto por el lugar que ocupa en una lista sucesoria, sin tener en cuenta sus cualidades,sus aptitudes y actitudes o su capacidades intelectuales, psiquicas y morales?  Nuestra historia está sembrada de discapacitados egregios que nos han ido machacando siglo tras siglo; y cuando después de morir el último dictador, podíamos haber elegido otra forma de gestionarnos como nación y país, resulta que seguimos una inercia absurda, inculta y retrógrada. Nos puede el miedo y seguimos en las mismas. Votamos y sostenemos en el tiempo el mismo disparate de siempre. Por eso encontramos esta paradoja surrealista. Uno por uno, la inmensa mayoría de españoles no quiere tener un rey, visto lo visto; pero en conjunto se acepta la corona como un mal menor. Hoy lo he leído en un artículo: "Prefiero al Rey antes que tener a Aznar como presidente de la república" . Es el colmo de la incoherencia. Muy pocos españoles querrían un Aznar presidiendo la Jefatura del Estado, pero aunque esa pesadilla sucediese, por un contagio general de alienación desesperada y manipulada, sabemos que ese horror sólo duraría un tiempo determinado, por ejemplo, cuatro años, como las legislaturas. Pero ¿y si Aznar se llamase Borbón de apellido y pudiese llegar al trono? ¿Quién puede asegurar que todos los miembros de una dinastía son aptos para ese cometido si sólo se requiere ser los primogénitos y no estar viviendo en el Cottolengo? 
Las casas reales van contra natura. Incumplen descaradamente la declaración de derechos humanos. Porque no respetan el derecho de sus hijos a ser educados como todo el mundo para poder elegir a  qué quieren dedicar su vida; porque les fuerzan a aceptar por narices un pedigrí que les incapacita para ver la realidad del mundo en el que viven. Porque no les dejan elegir un oficio ni una profesión y les privan de realizar su camino evolutivo atándoles a un peso genético y legalista que les condicionará para siempre. Les crían y aparean como a los caballos de carreras o como a los pavos reales de las granjas. Un ser humano lúcido, sin manipulación y consciente de sí mismo, jamás podría aceptar ser el heredero de una corona, que implica su anulación como ser humano responsable de su destino. Por esa razón, en pleno siglo XXI resulta aberrante que ninguna ley exija la liberación de los miembros de las dinastías, verdaderos ghettos y cárceles elitistas, que basándose en un concepto de excelencia originado en la antigüedad, manipulan, controlan, dirigen y ocupan el lugar de la conciencia autónoma que es el primer derecho que adquirimos al llegar a esta vida. Por tanto, no es extraño que personajes marcados por ese estigma, no consigan superar  la marca de la casa y se queden atrapados en la representación escenográfica de una vida sin fuste ni sentido, repitiendo papeles y escenas de caza, por ejemplo, o de galanteos donjuanescos hereditarios.

Lo más penoso de un rey es que solo tiene dos opciones. Si quiere ser soberano de verdad, debería gobernar, pero no lo puede hacer porque sería un tirano y ya no se lo permitirían las Naciones Unidas ni la NATO ni Rockefeller & company. Y si no gobierna y se adapta a que le manejen los directores de la escena política que usan su estatus coronado para hacer  por lo bajini lo que les da la gana, sólo le quedan dos salidas: abandonar el trono, adecentarse y convertirse en una persona normal, para lo que obviamente nadie le ha educado, o someterse a lo que hay, procurando sacar tajada; ya que no puede ser libre para elegir, al menos será millonario, famoso, glamouroso y podrá tener una vida regalada, confortable y cómoda, siempre que acepte el juego sucio de hacer legal lo ilegitímo y un divertimento de lo ilícito. En cualquiera de los casos, es un peso pantagruélico que se impone a los ciudadanos de algunos países, como lo más natural y sacrosanto de una tradición traicionera, que resulta ser un lastre, como el letrero del "banco pintado", que puede estar años sin que nadie lo quite. Por pereza. Por comodidad. O porque ya se ha acostumbrado la vista al panorama. 

En cualquier caso, para quienes están despiertos o en camino de despertarse, un discurso "real" en estas tesituras, es lo menos real que se puede imaginar. Por eso me reservo el derecho de audición y de lectura. Y el derecho al agnosticismo monárquico por la gracia de Dios. El agnóstico con más propiedad que existe. Si lo sabrá él. Que es más experto que nadie en la materia prima del agnosticismo.





domingo, 23 de diciembre de 2012

John Denver. El piloto missing en la eternidad



Traducción de "Canción de Anita"

Llenas mis sentidos
Como una noche en el bosque,
Como las montañas en primavera,
Como un paseo en la lluvia,
Como una tormenta en el desierto,
Como un ensoñador océano azul.
Llenas mis sentidos,
Ven lléname otra vez.

Ven déjame amarte,
Déjame darte la vida,
Déjame ahogarme en tu risa,
Déjame morir en tus brazos,
Déjame acostarme junto a ti,
Déjame estar siempre con vos.
Ven déjame amarte,
Ven ámame otra vez

(instrumental).

Llenas mis sentidos
Como una noche en el bosque,
Como las montañas en primavera,
Como un paseo en la lluvia,
Como una tormenta en el desierto,
Como un ensoñador océano azul.
Llenas mis sentidos,
Ven llénama otra vez. 

James Taylor. Otro mago de la poesía y la frescura convertidas en balada



Traducción de "Fuego y Lluvia"

Justo ayer, me dijeron que te fuiste, Susanne.
y los planes que se habían hecho contigo.
Salí esta mañana y escribí esta canción
pero ahora no sé a quién enviársela.

He visto el fuego y la lluvia.
He visto días soleados
que nunca pensé que acabarían
He visto momentos solitarios
en los que no encontraba ningún amigo
Pero siempre pensé que volvería a verte

No mires hacia abajo ni por encima de mí, Jesús.
Me tienes que ayudar en esto. Sólo mírame
a través de otro día. Me duele el cuerpo
y mi tiempo se agota. No hay más.

Oh, he visto el fuego y la lluvia.
Dejo a mi mente volar a mejores tiempos
y mi espalda al sol.

Dios sabe que los golpes helados del viento
bailarán en tu cabeza
Bueno, aún hay horas al teléfono
para hablar de todo un poco
Para llegar a los dulces sueños
y a máquinas voladoras
estampadas contra el suelo

He visto fuego y lluvia...
Pero siempre pensé volver a verte, pequeña,
una vez más. Ahora.
Pensé que te vería encenderte y llover. Ahora.

Ana Belén. Y su voz icomparable

¿Qué significa ser libre?



Ayer fui al cine. A ver una película que según la opinión de "La Cartelera" y de la amiga que me invitaba, era digna de ver. Cuando escuché el título del film, la primera reacción intuitiva fue que no merecía la pena pagar una entrada para ver más de lo mismo. Sin embargo no quise aceptar aquella guía interior; aveces lo hago para no aferrarme a ese tipo de seguridad, para poder experimentar que la intuición también puede fallar, y a ver si una puede llegar a sentirse libre desobedeciendo la voz interna del Maestro sutil que es la Presencia de nuestra conciencia superior despierta. Es decir, una necesita a veces fabular comprobando que lo sublime no es cierto y que puede meter la pata paranoica como lo hace lo más denso y despistado de nuestra personalidad. Y allá que me fui. Al cine.

La peli era deplorable. Llena de tópicos disfrazados de más tópicos. La engañifa de siempre. Buenos medios y buenos intérpretes, buenas técnicas, un amplio presupuesto y desastroso contenido. Zafio, meapilas con efectos nihilistas, destroyers redimidos y "puestos a salvo"por lo más cutre de sus vísceras y de su corta inteligencia al servicio de la imposibilidad infrahumana. No se pueden buscar más lugares comunes, ni más respuestas Chicago años 20 con loock siglo XXI. Una pasada de Sartre por el cine negro desteñido. Cutre absoluto. Un histérico y neurasténico traumatizado desde la infancia por un abuelo violador y una madre violada por el propio abuelo, al que cuida amorosamente y paga la manutención en una residencia. Un remedo de "El extranjero"  y de "La peste" de Albert Camus contagiada por las ratas callejeras, que paradógicamente "contagian" de vida y de ánimo al protagonista y a su nihilismo vaciador de cualquier atisbo de sentimiento natural. ¿Qué hace el protagonista ante su estado autodestructivo, buscar un médico, un terapeuta experto,  o una orientación adecuada para salir del agujero negro? Ni se lo plantea, puesto que se considera por encima de los que ve peor que él, aunque en realidad están igual. No. Busca lo que está todavía peor que él para evitar asumir su estado real y justificar su existencia a la que no le encuentra el sentido por ningún lado. Es decir, según la tesis de esa obra de arte, añadir basura ajena a la basura propia, no la aumenta, sino que la rehabilita como extensión y pandemonium caótico. Mal de muchos consuelo de tontos, dice el refrán popular que podríamos ampliar:  " males más abundantes que los propios son el consuelo de mediocres inmaduros y cegados por su ego infantil y salvavidas"; la visión del inmaduro se anima cuando encuentra seres en peores condiciones que él. El sadismo -que es la superioridad fría y calculada que siente ante el sufrimiento ajeno- le pone las pilas, le hace sentirse el deus ex machina de la desgracia del prójimo más perjudicado. Y en ese plan, montársela de maestro de deficientes, puede ser la catástrofe total, para él mismo y para los deficientes, que se pueden acabar suicidando como uno de los personajes. Y parece que la finalidad del film sea precisamente demostrar que nada bueno es posible en ese mundo recreado a imagen y semejanza de mentes enfermas y sentimientos missing. Todo se queda en la periferia emocional de la acción-reacción. Y la única solución no pasa por madurar, sino por aferrarse a la inmadurez de los "salvados" para encontrar así un ancla que permita algo de falsa estabilidad en medio del propio naufragio. Creer que nos pueda equilibrar la precariedad de los más precarios que uno mismo. O sea: en el país de los ciegos, el tuerto es el rey. La ceguera de los invidentes y dependientes justifica la eficacia del tuerto endiosado, lleno de ira, de rabia y de primitivismo autojustificado y traumatizado entre el Edipo sin resolver y la masculinidad sin asumir por el mal patrón de la infancia, que va prolongando, sin hacer el más mínimo intento para poder curarlo, a través de crear dependencias afectivas de los desgraciados, cuya curación y verdadero "rescate" sería la mayor calamidad que podría sucederle: le colocaría por fin, delante de ese sí mismo del que huye constantemente al refugiarse en el "buenismo" de catequista y predicador light entre jóvenes tan desorientados como él mismo. En su ego inmaduro que es en realidad lo que mueve su pobre existencia, tan dependiente como la de sus pupilos. Es la oda al círculo vicioso. Un ser dañado necesita un mundo más dañado que él, para poder sentirse por encima  y que su vida al menos adquiera el sentido que él no puede encontrar dentro de sí porque no se conoce ni podrá conocerse jamás si continúa atado a ese mundo en su papel de "salvador", "perseguidor" y "víctima" en una sola pieza. No crea autonomía en sus "salvados", sino enganche, enamoramientos patológicos de adolescentes enfermas y su propia dependencia de ellas, sin las que su vida perdería el último acicate que le queda. Ser admirado y "salvado" por sus "salvadas". Lo dicho, una aberración que ni siquiera llega a caso serio para la psiquiatría. Se queda en un bodevil con aspiraciones folletinescas. En melodrama destarifado, sin más objetivo que sembrar mal rollo en los espectadores, que salen del cine escupiendo el mal sabor.

Se echa de menos un guión que valga la pena, una documentación seria sobre lo que quiere tratarse. Personajes creíbles y sustanciosos. Y un director con talento y seriedad profesional. Por ejemplo, la sensiblidad inteligente de un Zhang Yimou. O de Nanni Moretti. O de Roberto Faenza. O de Subiela. O del casi desconocido Franco Battiato, (como cieneasta, claro) Cualquier director con dos dedos de frente.

Y después de esta anécdota retomo el tema del post: la libertad. Y me analizo honestamente. Y aporto la moraleja autobiográfica. En versión escarmiento personalizado. Si hubiese escuchado y obedecido a la intuición primera que me impulsaba a no ver esa "maravilla"habría sido mucho  más libre que pasando de ella para poder ejercer una "libertad" idiota. Porque no era obediencia lo que hacía falta,sino clarividencia para aceptar lo obvio. Una clarividencia que no me dio la gana asumir para hacer caso a mi ego "probador" y falsamente experimentador. No fui libre sino obediente a ese ego     bobo y engañoso. Por eso tuve que  cargar mi inconsciente con palabras, escenas y actitudes deplorables que no me han aportado nada más que este sincero y arrepentido acto de contricción. Parafraseando a Francisco de Borja, nunca más he de acudir a ver un film que se me pueda morir; porque lo que se muere se pudre y contamina. Como el Oran de Camus en "La peste".


sábado, 22 de diciembre de 2012

El mercadillo más viejo del mundo

Un caso de antropología patológica llega esta mañana a la crónica de prensa cotilla : Berlusconi tiene novia. Otra. La formal. La "única" entre todas las mujeres, igual a todas las iguales, pero más acomodaticia y más hipócrita. Seguramente mucho más fría, calculadora y paciente que el resto de jovenzuelas de corte tercermundista, "tradicional" dicen ellas y él, sin más futuro que arrimarse al árbol más viejo, grande y seguro. Aunque este podrido por dentro, eso no importa si la ganancia es cuantiosa. Siempre está garantizada -es ley de vida y muerte- la póliza de la viudedad. Un famoso millonario y todopoderoso decrépito pero muy rentable. Una puerta abierta de par en par a un  buen testamento asegurado. Medio siglo más joven que su amado objeto de deseo. O sea puede ser su nieta. Pero eso al abuelo no le importa. Le encanta, porque con una indocumentada cronológica tiene asegurada la supremacía sobre la inexperiencia. Su ego le exige las distancias en el tiempo, para poder dominar a la presa, que luego acabará por convertirse en su manipuladora sibilina, se hará imprescindible y él acabará siguiendo sus órdenes pensando que es ella la que le obedece. No sabe estar solo. Necesita calor y vitalidad a su alrededor, porque evidentemente las personas que se pasan la vida cultivando el dinero, el aplauso, el sexo, la fama, el poder y las reverencias como fuente productora de vitalidad, están vacías de contenido y de sustancia. Huecas como cajas de resonancia, como instrumentos inertes que sólo suenan cuando alguien los toca con más o menos oficio. Ese tipo de individuo necesita la prostitución como estímulo externo. Alguien que le "toque" y le espabile la sensibilidad y la sensualidad para sentirse vivo. Al mismo tiempo estos elementos son unos grandes misóginos. En el fondo saben que son dependientes de esas mujeres sin escrúpulos y capaces de adaptarse a cualquier vejación, control, abuso e incluso malos tratos psíquicos, desprecio, humillaciones, venta de cuerpos y compañía, etc. Todo ello vale la pena si el botín de la hazaña les va a reportar beneficios de calado social, profesional, económico, trabajo asegurado, glamour y un subidón social de autoestima barnizada y periférica. Un sitio asegurado en las crónicas de prensa; el minuto de gloria junto al famoso que les dará caché para siempre, aunque sea el caché de mujer objeto y de geisha anulada como ser humano.

La proclamada novi-nieta de Berlusconi tiene un curriculum hagiográfico que haría las delicias de Freud. Sin conocerle ya le ama. Sólo de oídas y de miradas en la tele. Es el "papi" universal. El arquetipo de "el padrino" de Italia. Del salvador, del agente social capaz de gestionar el caos, que él mismo cultiva sottovoce. Un "genio" sui generis de la estrategia política y mediática. Un héroe del ruido y del estrépito. Por eso ella le sigue desde el silencio; ella ha aprendido de las otras. Ya sabe lo que no hay que hacer para quedarse al lado virtual del mejor gestor del chanchullo, del fango, de la magia negra y del glamour. De esa "rara avis" admirable a la que todos los italianos desearían parecerse y al que todas la italianas desearían como marido. No hay más que comprobar el éxito repetido de sus mayorías absolutas.Un mirlo blanco, aunque bastante negro si se rasca un poco el baño de purpurina con que le maquillan, le emboxtan, le parchean y le siliconean. 
Pero  ¿qué significa el silencio y el sacrificio discreto de "Silvio te añoramos", qué significa el riesgo constante de competir como las gallinas para atraer la atención del gallo con más sex-appeal, qué significa tragar quina y sapos de todos los tamaños, si a base de esa liturgia y de esa iniciación, del cultivo obsesivo del club de fans, de la anulación beata de un ego reprimido y en subterráneo crescendo, se va a llegar hasta ser noticia "decente" en los platós de la tele y en las páginas de los periódicos y a tener un posible bodorrio de la mil y una noches villacertosinas con un príncipe azul, tirando a negro zahíno? Y no serán su prendas íntimas ni sus atributos sexuales y exotéricos los que saldrán a confirmar su fama, sino sus "valores". Una chica de principios. Sí. Unos principios rebeldes, -¿desde cuando las mujeres que cobran por exhibir sus cuerpos y lo que caiga, son rebeldes?, eso es tan viejo y sumiso como el matrimonio, es el lado precario y torpe de la feminidad- tanto como para exhibirse en bikini y moviendo los cuartos traseros por los clubs veraniegos y las playas rumorosas, de lido en lido, tal que los rockeros del verano por los chiringuitos costeros. Ofreciéndose en bolas al mejor voyeur, en serie, como los pollos y los conejos pelados en la carnicería, en fila india y colgados en la barra de las ofertas esperando que los compren para ser descuartizados. Comidos, saboreados y después, de deglutidos, excretados. Una maravilla de porvenir. 

Verdaderamente impacta contemplar estos espectáculos. Ver seres humanos todavía disfuncionando en esos niveles. Mujeres convencidas de ser heroínas de lo más cutre. Hombres jugando a la eternidad de lo insostenible, metidos en política para seguir sientiéndose válidos y deseados, "importantes" e imprescindibles, -la política del exhibicionista es como el sexo adictivo, una enfermedad; por eso quizás son las dos obsesiones de los narcisos- operados, recortados, liftineados, teñidos, protesificados, imputados en los tribunales por corrupción de menores y de mayores, rehechos hasta en el carnet de conducir, intentando ser "redimidos" en la vejez caduca, que no sabia ni discreta, por cortesanas profesionales que han crecido a la sombra "redentora" de su paternidad virtual. Alimentadas de con su "ejemplo". Retroalimentándose mutuamente las miserias. La mentira. La complicidad del ridículo y del retoque fotoshop de una conciencia inexistente. Un carnaval de los animales  mucho más plástico y siliconado que el de Saint- Saens. El quiero y no puedo de la mediocridad que incapaz de ser, se hunde en el tener y en el parecer, antes de morir desgastados por la misma enfermedad. La estupidez crónica e incurable. Patético.

Silvio presenta a su “prometida”


Se puede observar el"aire" parecido de la nueva "reina" del clan, con la anterior mujer de Berlusconi. El parecido con la Lario y la Minetti, la Carfagna y las múltiples Noemís. Los morros ensiliconados y la cara remodelada; la melena lacia del mismo color; como todas las piezas de la misma serie. Si por algo destaca don Silvio Berlusca es por su originalidad. Aunque parezca promiscuo e infiel, no es cierto. Él es fiel a su única dueña y señora: la vulgaridad obsesiva y remasterizada como cualidad cenutria del  perfecto cretino .

viernes, 21 de diciembre de 2012

La culpa es del cha-cha-cha

Es el nuevo mantra findelmundo. El pp, que siempre es un adelantado tipo Don Rodrigo Días de Carreras de los Luthiers, ya lo lleva recitando desde antes del 20 N del año pasado, para curarse en salud. ¿Quién no recuerda el antiguo formato repetido durante dos legislaturas, que ya caducó poco a poco, aquel que diu "la culpa la tiene Zapatero"? Pues bien, el mantra sobre Zapatero dejó escuela y secuela, y cada vez que el pp mete la pata a un par de kilómetros más de profundidad, zás, aparece la letanía mántrica. 

No puedo olvidar las entrevistas a los próceres y próceras del pp cuando eran oposición y los periodistas les preguntaban qué soluciones tenían en su programa electoral para los problemas por los que criticaban al gobierno socialista. Metían el turbo del mantra y lo rebobinaban a cada insistencia pertinaz del entrevistador. "El gobierno socialista lo está haciendo fatal. Muy mal. Por su culpa España está cada vez peor". "Ya, ya lo ha dicho usted tres veces seguidas, pero ¿qué problemas sin resolver  les parecen más urgentes?" "Pues mire usted, todos" "¿Y entonces qué alternativas tiene el pp para ofrecer al gobierno?" "El gobierno tiene que dimitir porque lo está haciendo fatal" "Ya lo ha dicho varias veces, pero, insisto, ¿qué soluciones pueden ustedes aportar a esos problemas?" "El gobierno está llevando el país a la ruina con su derroche en el gasto público" "¿Entonces ustedes qué piensan hacer si gobernasen?" "Bajar impuestos, subir las pensiones y los salarios y crear pleno empleo" "¿Y eso cómo se hace, porque si bajan los impuestos de donde sacarán dinero para subir las pensiones y crear empleo?" "Lo más grave ahora es que este gobierno lo esta haciendo fatal y el Presidente Zapatero tiene la culpa de todo este desastre" "¿Pero puede usted concretar donde está el desastre?" "Ya se lo he dicho la culpa la tiene Zapatero, por el mero hecho de existir, de persistir y de resistir, por estar ocupando el puesto que debería ocupar nuestro Mariano, nuestro Salmerón, nuestro Cánovas, nuestro Torquemada financiero, que cuando llegue a la Moncloa va a ser la caraba en ciclomotor" 
Y así hasta los periodistas más hábiles acababan agotados por el yo-yo  grabado en el discurso de cualquier lider o lideresa gavioteros. Así, con una obstinada erosión de la paciencia y del aguante de todos, por puro aburrimiento, ya tan familiar como el pronóstico del tiempo, han ido subiendo escalones hacia la pepectadura que soportamos ahora. 

Es ahora, cuando, desaparecida toda posible oposición a la altura del disparate actual, y asumidos los plenos poderes, se destapa el misterio del pp. Su magia potagia. Su glamour irresistible. Rato, marcando estilo, como hizo Camps en su día o Matas en el suyo, lo confirma una vez más ante los tribunales, después de haber sido un ministro deplorable y un gestor bankiero pésimo y peligrosísimo. La culpa fue de Zapatero que fundó Bankia por su cuenta y riesgo. Sin contar con nadie. La culpa fue del Banco de España que lo permitió, de Fernández Ordóñez que estaba en la higuera, mientras el pobre adelantado Don Rodrigo Días y Ratos de Carreras, las pasaba canutas haciendo filigranas con los cuatrocientos euros mensuales que le pagaban por la gestión. Una miseria de sueldo que no le daba para nada y mucho menos para ocuparse de organizar una fusión de cajas desencajadas. Don Rodrigo tampoco sabe nada de preferentes-fraude, porque eso era competencia de Zapatero y de Ordóñez, que no se dedicaban a repasar las cuentas de Bankia como era su obligación, a ver, si uno es presidente de un Gobierno, su deber es repasar las cuentas de los bancos calculadora en mano ¿o no? Y si no, fíjese en Rajoy, ¿por qué creen ustedes que está siempre en silencio y apartado de todo? ¿porque es un misántropo? pues no.  Lo hace como un gran servicio a la Patria. Porque necesita mucha concentración y mucho tiempo para repasar las cuentas de cada banco y de cada caja y podérselas entregar a Merkel impecables antes de que se acabe el mundo, con el fin de entrar en la eternidad con los deberes terminados y habiendo hecho lo que hay que hacer para que dios no tenga nada que reprocharle porque se ha hecho todo como él manda. Es que esta Justicia, con los ojos vendados, no se entera de nada. Poddió. Insiste como los periodista pesados que siempre quieren saber demasiado y cotillear las vidas y dineros ajenos. Ya les vale, jolín! Ni que estuviese en el tribunal el Juez Garzón. Esto es la historia interminable.

Total, que después de estos shows infumables, los ciudadanos estamos llegando a la conclusión de que es cierto; el pp no es responsable de nada. Como su malestad, pero sin artículo constitucional que lo apoye. O sea, el pp es absolutamente irresponsable y por eso debe remontarse al origen de la culpa edénica. Al paraíso (¿fiscal?) Como Adán dijo que la culpa era de Eva y ésta le echó la culpa a la serpiente tentadora. Menos mal que las serpientes no hablan. 

Para nosotros, los ciudadanos, la culpa la tiene el cha-cha-cha. Esa especialidad del pp que caracteriza su trayectoria tanto en gobiernos autonómicos como centrales. Cha(rcutería)-Cha(nchullo)-Cha(puza). Y así nos cunde este caos y así va Ehpaña; como los cangrejos. P'atrás.

#elañodelcambiaz
El vídeo elaborado por el PSOE repasa las promesas electorales de Rajoy y las compara con los 12 meses de Gobierno del PP

jueves, 20 de diciembre de 2012

Christma navideño de la banca amiga



NO FLOJEES........,QUE NO FLOJEES, TE DIGO.

 QUE NO CUNDA EL DESÁNIMO 
Indignados de los c..... ¡que flojos sois...! 


 
Yo también he sido tocado por la crisis económica: - Ya sólo como queso podrido... es decir, Roquefort de luxe

Descripción:
cid:1.1313674115@web27603.mail.ukl.yahoo.com
... carne seca.... o sea, jamón pata negra 

Descripción:
cid:2.1313674115@web27603.mail.ukl.yahoo.com
- bebo vino viejo...de crianza a 500 euros botella  

Descripción:
                                                          

                                                          

                                                          cid:3.1313674115@web27603.mail.ukl.yahoo.com
- mi coche está sin techo ...porque es un descapotable, turbo-megapijo, no una lata con ruedas, como los vuestros

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                                                          cid:4.1313674115@web27603.mail.ukl.yahoo.com
- mi bañera está a
 la intemperie! A ver si no...como va a estar una piscina de verano? porque la climatizada está cubierta...
Descripción:
cid:5.1313674115@web27603.mail.ukl.yahoo.com



Pero lucho, yo ... lucho  y no me rindo. A ver cuando aprendéis de mí que soy más listo que los ratones coloraos y tengo el mismo desparpajo que un gato en una pescadería.



 

Saludos cordiales
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                                                          cid:6.1313674115@web27603.mail.ukl.yahoo.com  
Emilio Botín.
 

                                                  (hay apellidos que son un tratado de la evidencia)

Poeta y hombre bueno, ¡olé por ti!


Meditación sobre la violencia

por Luis García Montero
20dic 2012

Va a haber sangre, gritó ayer en el parlamento gallego una víctima de esa estafa bancaria que conocemos como inversión en participaciones preferentes. Lo he leído en este periódico. Y otra víctima recordó de forma amenazadora que acababan de apuñalar al director de una sucursal de las Rías Baixas. La violencia está ahí, ronda por la indignación de la gente, por las conversaciones políticas y por los comentarios de Internet.
No es de extrañar. La situación social alcanza límites inconcebibles para una mentalidad fundada en los equilibrios democráticos. Mientras una parte muy numerosa de la población llega a una situación trágica, el Gobierno trabaja sin pudor para la avaricia de los poderosos. Si una Comunidad Autónoma se inventa un impuesto para favorecer el crédito y castigar la inmovilidad del dinero en los bancos, el Gobierno precipita una ley que impida ese impuesto. Si otra Comunidad Autónoma imagina una fórmula para limitar las ganancias desmedidas de la industria farmacéutica a favor de las arcas públicas, el Gobierno pone en marcha un antídoto legal contra esa fórmula. Si otras comunidades autónomas pretenden salvar la paga extra de los funcionarios o el derecho a la sanidad de los inmigrantes, el Gobierno entra en una guerra legal inmediata y llama “lealtad institucional” al predominio de la crueldad y la explotación frente a la solidaridad y la justicia social.
Ante este obsceno panorama de la explotación, es lógico que empiece a formarse un imaginario social que justifique la violencia contra el sistema en una población impúdicamente maltratada. Pero más allá de las reacciones instintivas, merece la pena volver a formularse una vez más la pregunta de otros tiempos. ¿Puede convertirse la violencia en un arma de respuesta política? Asumo la inquietud de muchos jóvenes que, de manera cada vez más frecuente, discuten conmigo de política y critican mi buenismo.
Voy a ser sincero. Si apoyo mis argumentos en la condición del explotador, me cuesta trabajo negarme a la violencia. Al leer las noticias, yo tengo muchas reacciones coléricas y violentas en el secreto de mi casa. Cuando me entero de que alguien especula con las materias primas para ganar dinero a costa de provocar cientos de miles de muertos por las hambrunas, concluyo que ese especulador se merece una respuesta violenta. También me resulta difícil negarme a la violencia cuando compruebo que los poderes financieros, dirigidos por personas con nombres y apellidos, acumulan riquezas a costa de condenar a un país al desahucio, la pérdida de su sanidad y su educación pública, el desmantelamiento de su investigación y su cultura, y la ruina de sus pensiones.
Así que, para mantenerme en contra de la violencia, no puedo pensar en la condición del explotador, que a veces se merece un castigo inmediato, sino en la perspectiva de las víctimas. ¿Se merece alguien la degradación de apretar un gatillo? El crimen es el resultado último no sólo de la desesperación, sino del nihilismo, de la renuncia definitiva a los valores que dignifican la condición humana. La lógica del mártir, el asesino y la culpa llevan a la degradación de la realidad personal y a la cancelación última de todas las aspiraciones de transformación histórica. Y el relato de la propia historia lo demuestra. Ningún proceso político basado en el crimen, por justas que sean sus aspiraciones, ha podido escapar nunca a la degradación y la injusticia final. Las vidas particulares, las únicas que existen como experiencia real, acaban sacrificadas a una idea totalitaria del poder que borra las trayectorias singulares en nombre de una perfección totalitaria. El derecho a ejecutar a alguien, ya sea en una pena de muerte legal o en un atentado rebelde, es inseparable de la fractura democrática y del cieno nihilista del absolutismo.
Por eso es un recurso político de resistencia asumir cierto buenismo —a veces, no lo niego, algo avergonzado— y seguir manteniendo la necesidad de una reacción política esperanzada frente al pesimismo de la lucidez. Toda respuesta que no venga de la configuración de una nueva mayoría política se hará cómplice, por un camino o por otro, de la prepotencia del poder y de la avaricia de los mercaderes.
Confieso que este artículo supone una conversación pública con mi hija Elisa.