viernes, 30 de diciembre de 2011

Romance de Paco el Trajes o sic transit gloria mundi

Era Paco el de los Trajes
torero de vocación
diestro de antiguo linaje,
carismático, mohíno,
el terror del parlament,
pesadilla de los sastres
un sanluis por soleares,
calvo, nervioso y zahíno
saltimbanqui de tronío,
experto en pases sesgados,
ducho en el difícil arte
del quiebro y el tocomocho,
licenciado en el derecho
de vender gato por liebre
y horror vacui en los juzgados

De talante mataor,
jaranero y botarate
sin complejos ni barreras
que frenasen tal bravura
que de la ley recortaba
guiños y caricaturas
con tal oficio y destreza
que más que torero era
un híbrido de coentor
entre el Loco del Tarot,
el swing del chikiliquatre
y el blues de la pena negra

El"¡Valencia y cierra España!"
era su grito de guerra
los petardos su atavío,
la paella su bandera,
la paranoia un ninot
llevando la furgoneta
para darle matarile
por envidia y por rencor,
la gurtel su desvarío
y el Bigotes su mentor
el gestor de su intendencia,
el dinámico vasallo
que le había proclamado
como un Cid juramentado,
Virrey de las Albuferas

Viento en popa iba su timba
igual que en los carnavales
bambando de Costa en Costa
entre xiulets y marimbas
entre los velos y plumas
al runrun de una sombrilla
bajo la xeperudeta
girando al son de la rumba
y mira tú que por donde
malhaya la desventura
las facturas de los sastres
salieron a relucir.

Y no sólo las facturas
sino que por un mal fario
o jugada del destino
le han llovido de repente
cual venganza de templarios
en un rosario sin fin
también los muchos millones
que del dinero de todos
le regaló a Calatrava
y al pillo de Urdangarín

Ah, que triste desventura,
que desagradecimiento,
del partido con amnesia
qué jamacuco tremendo
sin decoro ni decencia
le ha planchado las costuras
qué desdoro sin remedio
le ha ajustado su figura
a la sombra del banquillo
donde salta, brinca y jura,
donde se retuerce y gira
ante el morlaco furioso
que desde la dura lex
con tanta inquina le mira

Ay Paco, Paquito el Trajes,
que poco dura la gloria
de este mundo traicionero
que te aclamaba atufado
en el cotarro fallero
y ahora te lleva al juzgado
igual que a un vulgar ratero
y saca los trapos sucios
de tu hipertrofiada loa
a lavarlos en la fuente
y a exponerlos en la lonja
y tú como un alma en pena
detrás de su señoría
en pleno delirium tremens
bizco y sacando la lengua
preso de ese frenesí
que es casi una alferecía
perdida la sensatez, la elegancia
y la cordura,
el toque for ever young
la vergüenza y el decoro
ya que no puedes correr
y hacer mutis por el foro
como solías hacer
con tus trazas de rey moro
huyendo sin más porqué
que dar la espalda a la prensa
y en mociones de censura
al parlamento también

Qué poco duró lo bueno
cómo se acaba el placer
cuando ya no queda huevo
al que se pueda querer
y la horchata se avinagra
Santa Rita se evapora
en mitad del imposible
el Consell se te desmadra,
la colla se desmorona
el partido ya partió
sin decirte ni palabra
y te quedas hecho un cromo
con tu mundo del revés


Ay Paco, Paquito el Trajes,
gitanillo de Russafa,
crack sin par en el toreo,
de ins-pirado maquillaje
pirata del hemiciclo
con empaque de marqués
pero con tan mala pata
tan mal fario en el pillaje
y abandono des-cortés
entre tanto rifirrafe
a luna de Valencia
y a la sombra del ciprés
que has perdido la conciencia
el lustre y el savoir faire
sólo te queda la "ciencia"
y glamour del Postiguet

Ay, Paco, Paquito el Trajes,
diestro tan fino y calé
bufón en los tribunales
flor de temblores mentales
y de escaqueos legales

Ay, Paco, Paquito el Trajes,
¡Quién te ha visto y quién te ve!




Que conste que esta broma jocosa no va contra el pobre hombre Francisco Camps, al que compadezco profundamente. Porque bastante tiene consigo mismo y con lo que su ego megalítico le ha echado encima. Estos versillos denuncian al personaje, a la máscara, al fantasma volandero y vacío que durante tanto tiempo ha ocupado el escenario de la farsa valenciana. El ninot ha terminado por aplastar al hombre que no ha podido conocerse a sí mismo ni conocer a los demás. Estaba tan ocupado en echarse incienso y huir de cualquier asunto que le pudiese quitar el incensario...que no le quedó tiempo para gobernar nada. Ojalá la caída del telón le devuelva a la realidad. Y ojalá la Ley le obligue a devolver todo el dinero público que dilapidó en comprar admiración, chaqueteo y falsas amistades ventajistas, mientras arruinaba los presupuestos y echaba la culpa al gobierno central de la falta de liquidez. Hay que agradecer que por lo menos ya no gobierne.




















"Velad y orad"

Quizás, o seguramente, el hecho de que la mentalidad meapilas y el poder religioso se hayan apoderado de y distorsionado el mensaje de Jesucristo nos ha impedido, por rebote muy natural ante las interferencias e interpretaciones absurdísimas y reductivas, acceder al verdadero significado de ese legado fundamentalmente tan humano como profundo.

Cuando Jesús recomienda "velar y orar", significa mucho más y distinto a mantenerse despiertos a base de cafés y rezar rosarios o jaculatorias en ristra. Evidentemente no es ese el sentido, sino una traducción descodificada miserable de una enseñanza sublime, no por lo desencarnada y "aleluya cumbayá", sino por lo útil y aplicable en nuestra vida.

Velar, significa estar atentos y auscultar nuestro estado interior. Hacernos sensibles a todo lo que entra en nosotros y a los cambios que se producen en nuestros humores y pensamientos. Por ejemplo: se está hecho polvo. Triste, cansado, melancólico y agotado mentalmente. No se consigue dormir y descansar de verdad. Se enferma con facilidad, por cualquier cosa. Padecimientos y enfermedades raras, "nuevas", dicen los médicos, que al parecer salen de la nada y se reproducen por arte de birli-birloque. Le colocan un diagnóstico envolvente y difuminado: eso es estrés o fatiga crónica. Ya está.
Y sin embargo la actitud humana no se pregunta nada a sí misma ni sobre sí misma, se deja llevar, informar y tratar pasivamente por un sistema que aunque conoce y estudia teorías, síntomas y galénicas, desconoce el fondo de las formas. La sustancia. Eso es lo que separa al erudito del sabio. Al beatorro, del santo. Al artesano, del artista. Al poeta, del palabrero. Al farsante pseudoespiritual, del místico, del amante universal. Al charlatán epistemológico o escatológico, del ser realizado o en vías de realización. A la complicación inútil de la bienaventurada sencillez.

Velando desde dentro descubriremos lo que necesitamos saber sobre nosotros y nuestros altibajos. Qué elementos nos distorsionan, nos contaminan e intoxican. Qué actitudes nos fortalecen o nos hunden en la miseria. Dónde tenemos los puntos más vulnerables y cómo los pensamientos negativos y las emociones vacías de contenido, pero muy potentes en sus golpes anímicos, modifican el contenido energético del protoplasma celular y la carga energética de nuestros átomos. Algo que también consiguen modificar los resultados de lo que hacemos, además de estimular y crear corrientes magnéticas de retorno. Es decir, que todo lo que hacemos a los otros, "regresa"contra o a favor de nosotros mismos. Por eso realmente cuando aprendemos el arte de la autovigilancia, nos vacunamos íntimamente contra todas las posibles "maldades" made up your self. Y observando en la práctica, como resultado directo, que nadie ni nada puede dañar de verdad nuestro ser si nosotros "velamos y oramos". Sí, oramos. No hay que asustarse del concepto, porque tampoco orar es lo que nos han dicho durante siglos. Orar no es recitar ideas y palabras al oído vanidoso y prepotente de cualquier divinidad, cuyo narcisismo sería mucho peor que el humano, incentivado y aumentado por la capacidad de ser omnipotente y , para más inri, eterno. ¡Qué horror!
O sea dioses de pacotilla, que sólo serían, si existiesen para desgracia nuestra, la prolongación sublimada de nuestras peores inclinaciones hiperególatras. No puede haber un dios "celoso" ni vengativo ni castigador, ni invasor, ni soberbio y exigente de culto, sacrificios, templos y altares. Que sólo quiere ver arrodillados a sus fieles a sus pies, para sentirse poderoso y por encima de todos. O sea un dios desgraciado, más solo que la un, al que nadie puede amar, sino temer, envidiar y admirar, al que hay que comprarle los favores, la salud y la vida, que él concede a capricho y según esté su humor, un dios ridículo, aislado en su orgullo pseudo divino, en la adoración a sí mismo hasta hacer clones propios en su creación...por favor, que espanto de elemento.
Esa idea kakoantropomórfica de lo "divino" es lo que tanto Buda como Jesús de Nazareth vinieron a quitar del acervo de la experiencia humana. Y desde luego que lleva su tiempo y sus milenios, pero también es verdad que esa enseñanza no es en vano. Es una semilla que crece lenta, aparentemente, porque es muy hondo su calado y oleadas de seres en evolución van sustituyendo a las oleadas evolucionadas que ascienden a estados más avanzados dentro de la misma totalidad del Uno. La tierra es como un parvulario. Elemental. Por eso parece que aquí nada cambia y es cierto a medias. Nada cambia en el colegio, sigue el mismo edificio, las mismas instalaciones, los mismos patios y aulas, pero los alumnos sí cambian de curso. Aunque bastantes repiten, pero eso es necesario también hasta que la esencia se transmuta, se aligera y se eleva. Como el sólido da paso al líquido y el líquido al gaseoso, cuando le aplicamos el calor, que en el caso humano, es el amor unido a la inteligencia consciente.

La reencarnación desde la conciencia ilimitada es siempre voluntaria. En este planeta se reencarna fundamentalmente por dos motivos: para solucionar aprendizajes pendientes o para servir a la evolución de los más retrasados. Los primeros son los que más sufren, los más bloqueados, porque son a los que más les cuesta recordar y muchas veces no lo consiguen y necesitan más encarnaciones para integrar su esencia divina y humana. Los segundos son los que presentan menos dificultades para el "recuerdo", pueden conectar con más facilidad con estados de iluminación y de conocimiento digamos que infuso, porque al haberse trabajo en otras existencias esos canales ya existen y se despiertan y se recuperan al revivir las situaciones difíciles o venturosas. Sin embargo los riesgos y dificultades son los mismos para todos. No hay privilegios. De modo que nadie está a salvo si no trabaja y un ser muy avanzado, si se abandona o se deja seducir por lo aparente, retrocede en su camino y pierde parte de su aprendizaje evolutivo. El mundo es indiferente a las cualidades de los seres humanos, no favorece a nadie, pero sin embargo esas cualidades aceptadas y recuperadas en el mismo devenir, son las que hacen posible la comprensión y la superación de las pruebas naturales de la existencia en este nivel. De ese modo podremos observar que pequeñas contrariedades para personas poco evolucionadas, son un Himalaya insuperable y que grandes dramas para un despierto son menos traumáticos de lo "normal". Todo depende de la actitud y del "recuerdo" que permanece grabado en la conciencia. Es un "saber" sin saber que guía, acompaña y protege desde dentro y posibilita el trabajo de servicio silencioso que se ha venido a realizar. No ya con idea de perfeccionarse uno mismo, sino con la vocación de que despierten y mejoren los demás y si superan al servidor, la alegría de éste será aún más grande. Como sucede cuando un alumno supera en todo al maestro que le enseñó a leer y a escribir. ¿No se sentirá infinitamente gozoso ese servidor que hizo de guía al principio? ¿A caso los padres no se sienten inmensamente felices cuando sus hijos resultan más brillantes, inteligentes, completos y hermosos que ellos? Así funciona la escala evolutiva desde el amor. Donde ya no hay rivalidad ni celos ni envidia ni comparaciones, sino una disposición madura, adulta, generosa, libre y sana. Gozosa y feliz. Cuando el desarrollo ético, intelectual, espiritual, humano, alcanza la altura suficiente, sólo hay motivos para la alegría porque cuanto más se extienda la calidad y más limitada, arnónica e integrada esté la función del ego, el estado de toda la especie mejora por ósmosis, contagio e inspiración.

Toda esta explicación viene a cuento de lo que significa "orar" de verdad. Es el resultado de "velar". Primero se descubre qué pasa y luego se desarrolla lo que hay que hacer, eso es la oración, hasta gramaticalmente es así. Hacer. Comunicar. Poner en contacto. Ordenar en "sintaxis", en una coordinación concordante entre lo que se observa y se descubre y su aplicación práctica e íntima a la vez. La oración no es un rezo, sino una toma de conciencia activa. Por ejemplo, en el caso de nuestro interior agredido por estados de ánimo alterados, desagradables, negativos, ¿cuál sería la oración adecuada a un estado negativo y debilitador? Cambiar de frecuencia. De sintonía. Si los pensamientos que me producen estados de precariedad, de necesidad, de angustia, de tristeza, me están agobiando, debilitando y enfermando, es porque estoy en la sintonía de onda que los permite, los acoge y les da forma. Por eso "oro" cambiando y reordenando mi microcosmos para ponerme en la onda magnética del macrocosmos, o del Origen de todo lo que me permite este experimento existencial. Del Padre/Madre energético, elan vital, - no un "señor" de barba blanca con un triánguolo y un ojo policiaco y juzgador dentro- de cuya genética cósmica participo plenamente. Y cuando "oro" actúo y cambio de perspectiva, de punto de vista. Y en vez de sentirme víctima del destino, lo modifico. Y en vez de obedecer prejuicios e inercias, creencias de otros y "sabidurías" acomodaticias, creo algo nuevo, modificante y distinto de aquello que me ha perjudicado, justo, porque no estaba en la órbita del crecimiento real, sino en la de las interferencias y estorbos. Cuanto más "velo y oro", más comprendo, más canales de conciencia se abren en mí. Y una calidad de vida completamente distinta se va afirmando en mí y en mi entorno, que también se modifica conmigo, aunque no lo parezca a simple vista. Tampoco vemos a simple vista como echan raíces las semillas y crecen dentro de la tierra las bases de un árbol que un día nos sorprenderá asomando el tronco y las ramas, humildemente, vulnerable y tímido, hasta hacerse gigante, frondoso y sólido con el tiempo y el cuidado de la naturaleza y de la luz. Y de la tierra -cómo no- que le nutre con los principios de "vigilia y oración" naturales en su funcionamiento y en su orden perfecto.

Feliz año nuevo cada día de cada año que vivimos y compartimos aquí, en el imperio del tiempo y del espacio. En el cole que llamamos Planeta Tierra.

jueves, 29 de diciembre de 2011

El camino que lleva a Belén

Aprovechando las fiestas del solsticio de invierno que la iglesia católica desde el siglo IV, por decreto, decidió asimilar al nacimiento de Jesús de Nazareth para eclipsar de una vez por todas las fiestas paganas (solstitiales) donde se celebraban los ciclos de la luz solar y de la oscuridad, podemos dedicar un poco de tiempo a profundizar lúdicamente, usando la ocasión para revisar los porqués y los comos del festejo y de sus repercusiones en nuestras vidas.
También nuestros cuerpos y nuestro ánimo cambian con las estaciones y acompañan a los fenómenos cósmicos y telúricos porque nada está aislado y todo interactúa. Lo mismo el tiempo meteorólogico, los cambios térmicos y el ciclo de la luz, tienen una influencia inmensa en el curso temporal y espacial de la misma vida, de la que todo lo creado forma parte. No hay cabos sueltos en la naturaleza ni en la normalidad humana. Los cabos se sueltan cuando el hombre se olvida de su esencia y se maquiniza, se fragmenta, se aliena, se cosifica, pensando por un lado una cosa y haciendo lo contrario, por otro. O sea, rompiendo su equilibrio a causa de sus fantasías y sus abducciones enrarecidas en el mismo sistema aparentemente confortable con se distrae en vez de vivir plenamente. Por eso, un fenómeno temporal, como unas fiestas "obligatorias", si se le da el sentido inteligente que tienen, pueden ayudarnos a descubrir una dinámica mucho mejor que la que ahora está disfuncionando, agobiando y tantas veces deprimiendo al teórico beneficiado por un extra que no le dice nada, que le fuerza a consumir para no desentonar en la trampa emocional de la familia y los amigos. Porque no encuentra nada que celebrar. Tal vez porque está solo, vacío, en paro, enfermo, aislado, maltratado, decepcionado, harto o simplemente indiferente.

En estos casos los días festivos de la Navidad pueden ayudar a recomponer el universo personal golpeado y desestructurado por la inercia que vacía de sentido nuestros actos y nuestra existencia, si aprendemos a cambiar el punto de mira y a salir de las rutinas festeras que seguramente para quien no tiene hábitos religiosos ni familiares, representan un agujero negro e invernal, que sólo le aporta melancolía o agudiza sus periodos de malestar porque los días de ocio sin negocio, se hacen insoportables y pone en evidencia todos los puntos débiles de nuestra precariedad. ¿Qué hacer con esas sensaciones difusas y molestas que se producen cuando todo alredededor de uno parece en desacuerdo con el estado de ánimo personal?

Sin tener que ir a trabajar. Con tiempo para uno mismo. Se puede intentar hacer un hueco en el interior. Pillar y reservar un trozo de tiempo para echar un vistazo al paisaje ninguneado por las rutinas, para mirar de frente a ese enemigo íntimo y maltratado, que es nuestro núcleo personal. Ese ser silencioso y discreto del que nuestra personalidad egorrágica, absorbida por las fenomenología externa, no hace caso ni tiene en cuenta.
Podemos hacer este experimento en un rincón tranquilo de casa y si no es posible, podemos ir a un parque, a una biblioteca pública, a la sala de un museo que tenga bancos para sentarse, a un jardín, a veces a alguna iglesia que no esté en funciones de culto, sino casi vacía. También podemos aprovechar un viaje en tren, en autobús o en metro, sentados y en silencio. Contemplando el cielo o el espacio vacío entre los viajeros.

La puerta de entrada es la respiración, así que podemos practicar con todo tipo de facilidades, centrando la atención en el llenado y vaciado del aire, en la sensación de entrada y salida del fluído respiratorio. Al principio conviene hacerlo con los ojos cerrados suavemente porque la concentración es mayor y puede reconducir con más facilidad la atención plena. Cuando alcancemos, en pocos minutos, un estado sereno y sintamos que nuestra mente se ha calmado y no sufrimos el baile constante de los pensamientos en cascada que normalmente no pensamos, sino que nos "piensan" y nos invaden, entonces comencemos a "repartir" intencionalmente esa respiración placentera y llena de vida, por todos los rincones de nuestro organismo físico, si queremos relajarnos, comencemos desde la cabeza hasta llegar a los pies, si queremos activarnos, comencemos por los pies hasta llegar a la cabeza. Luego, podemos abrir los ojos y mirar atentamente a nuestro alrededor. Si hay plantas, al mirarlas, las sentiremos como parte nuestra, lo mismo que a los animales y las personas con que nuestra mirada se va encontrando. Observemos como ha cambiado nuestro estado en el sólo contacto con el núcleo interno. Observemos la serenidad de la mente, el tipo de pensamientos que cruza por ella, sin juzgarlos ni condenarlos ni seguirlos, y empecemos a descubrir como esos pensamientos traen emociones adjuntas, ideas fijas y recurrentes que se imprimen y manifiestan en sensaciones corporales, picor, estornudos, cosquilleos, latidos parciales de un miembro coporal, sensaciones térmicas, incomodidad ,prisa repentina por hacer algo que de pronto se convierte en urgencia, necesidad de ir al baño, que basta querer eliminar para que se aferren aún más porque con ese deseo se colabora con ellas y nuestra atención profunda se convierte en superficial y dirigida por algo que no controlamos, sino que nos controla. Recurriendo y reconduciendo la respiración, observaremos como todo esa revolución en la granja, desaparece por sí misma. Sin obligar, sin violentar, sin forzar.
De ese modo se descubre la mecánica inútil de la "lucha". Cuanto más esfuerzo se pone en combatir una idea recurrente o una manía o un defecto, más se agranda su frecuencia y su volumen. Su importancia. Sin embargo quitándole la atención por medio del ejercicio respiratorio intencional, esas ideas y pensamientos se desvanecen. Ese mecanismo nos enseñará que todo empeño violento por "eliminar" o "arrancar" algo, lo afianza y lo hace crecer. A la mente no hay de darle materia de trabajo obsesivo, sino quitarle obstáculos para que pueda serenamente hacer sus funciones auxiliares de ordenar, clasificar, analizar, asociar y sintetizar. Construir. Cada vez más al servicio de ese núcleo sereno, pacífico e inteligente que tenemos postergado y silenciado por el ninguneo, en nuestro interior. O sea, nuestro Belén íntimo. El punto neurálgico del nacimiento de nuestra conciencia superior. Nuestra conciencia superior, adulto, tao o espíritu, nace de la unidad de la parte yang/padre-madre y de la parte yinn/niño-niña. Los instintos y las ideas son la mula y el buey que, humildemente, regulados por el trabajo interior consciente, calientan el pesebre y se ponen al servicio de ese mismo trabajo consciente y responsable de sí mismo. Adulto por fin. Autónomo y por ello, realmente solidario, amoroso y atento al entorno. Benéfico, sereno, útil para todos. Verdaderamente divino porque se está convirtiendo en plenamente humano.
Con este plan navideño, no sólo no tendremos que evitar el tópico de la fiestuki deprimente postizo-religiosa e (ir)rito-social, sino que habremos convertido un obstáculo en el camino que lleva al verdadero Belén, al encuentro con la mejor parte de nosotros mismos.
Las cosas y los acontecimientos son importantes y tienen sentido solamente cuando la conciencia humana superior se lo concede. Y para eso la conciencia humana superior lo primero que necesita es saber que existe. O sea tiene que nacer y comprobarlo.

Ahora, sí. Feliz Navidad!

lunes, 26 de diciembre de 2011

La mejor herencia

En medio de esta crisis infinita encontramos el miedo al futuro, sí, pero mucho más al presente. Hemos desarrollado un apego ansioso a una seguridad ficticia y se ha hecho crecer a los hijos en un nido virtual, aislado de la realidad planetaria y universal. Han nacido envueltos en confort, regalos, caprichos, tecnología punta en manos de niños de dos años, casi siempre hijos únicos, que ya manejan un móvil o un Ipod, con una naturalidad pasmosa, como si hubiesen nacido con esos artefactos incorporados. Cualquier necesidad o capricho se les ha proporcionado inmediatamente. Mucha más ropa de la que necesitan, muchos más juguetes de los que podrán usar antes de cambiar de etapa. Golosinas y usos de gourmet precoz, reproductores de musica o pantallas y teclados que controlan sin que nadie les diga como funcionan.

Luego crecen. Pero en medio de esa abundancia de objetos y atuendos o alimentos, hay algo que crece también con ellos: el miedo a la vida, a salir del nido, a arriesgarse, a separarse de la fuente nutricia. Las figuras hiperprotectoras de padres y madres facilitadores de todo, cómplices de sus errores, capaces de enfrentarse a los maestros para defenderles si un día llaman la atención del retoño vago o indisciplinado o irrespetuoso haciéndole un daño tremendo inconscientemente y fabricando un pequeño monstruito endiosado y egocénrico.
No es extraño que en ese estado nuestros jóvenes tengan pánico a la vida separada del núcleo algodonoso que les ampara hasta que les salen canas. El corte natural del Edipo infantil ya no se produce a su debido tiempo. Se alarga y se enquista en la personalidad miedosa y asustada de cara al mundo de las relaciones interpersonales, pero iracunda y exigente en el círculo familiar, donde se ha convertido en la estrella. Crecer no representa para esta generación un reto gozoso, sino una inseguridad mortal, que no quieren asumir, por puro pánico. Eternos opositores. Eternos novios que nunca dan el paso de la convivencia y cuando lo dan tropiezan con el fracaso, la intolerancia a la frustración y la desilusión. No están habituados a preocuparse por otro que no sea ellos mismos y si lo hacen no saben hacerlo adecuadamente, se apoderan del otro,o lo intentan, como han hecho en casa con la voluntad de sus padres. Y el resultado es un desastre.

Mientras tanto los padres se preocupan por ellos con angustia y obsesión, y les avalan o les compran un piso en su mismo edificio, les recomiendan para trabajos a los amigos o los tienen trabajando con ellos y comen en casa de los padres aunque duerman en "su" apartamento, y la ropa la lavará mamá y la revisión del coche y los impuestos serán cosa de papá. ¿Puede crecer y madurar un individuo en semejante entorno? ¿Qué sociedad podría evitar y/o resolver una crisis si está formada por esta clase de personajes en manada? ¿Qué estamos haciendo con nuestros hijos, qué clase de vida les espera sin recursos personales desarrollados? ¿Qué visión del mundo tendrán y como afrontarán cada problema? ¿Qué fortaleza emocional les facilitará la adaptación a la renuncia, al "no", al despido laboral, a la ruptura de relaciones afectivas, a la muerte de un ser querido? ¿Podrán superar sanamente la ausencia de las figuras parentales cuando por ley de vida deban desaparecer? ¿O serán patéticos personajes "adultos" de relato tipo Marco, el protagonista de "De los Apeninos a los Andes", de E. De Amicis buscando a la mamma ausente, de por vida?

El amor de padres es uno de los más difíciles y más generosos, porque incluye el trabajo doloroso de procurar a los hijos la autonomía afectiva, la independencia, la autogestión, la responsabilidad sobre sí mismos, para no generar eternos huérfanos desterrados del paraíso familiar y recreando paraísos familiares paralelos que reproducirán, como fotocopias, en sus familias futuras, con idénticos fallos estructurales, con idénticas lagunas en la maduración y de trumas heredados porque no se ha sabido superar en su momento y toda patología no superada por nosotros la transfundiremos a nuestros hijos. Lo mismo que ocurre con la solución de problemas que deberían afrontar y resolver desde pequeños, adecuadamente a su capacidad, claro está. Solucionar la vida a los hijos es hacerles inútiles e inadaptados. Descontentos y frustados eternos. Cada día necesitamos una porción de problema que resolver si no queremos atrofiar nuestras capacidades y reflejos madurativos.

Si ese riesgo lo es también para los que están mejor acondicionados y orientados, imaginemos lo que será para quienes no hayan aprendido a autogestionarse fuera de los consejos, sugerencias e interferencias paternas y maternas. Es un raro equilibrio seguir queriendo a tus hijos pero evitando interferir ya en sus decisiones, respetar su espacio individual para que no se sientas disueltos en el concepto "familia" y desamparados cuando la familia no está presente, no atropellarles con los consejos, tener ganas de estar con ellos, pero saber preguntarles si a ellos les apetece estar contigo cuando a ti te apetece, o prefieren encontrarte en otro momento, porque han quedado con sus amigos, sus novios y novias y tú quedas relegado/a para mejor ocasión. En vez de tristeza, esa situación debería producirnos una gran satisfacción, porque es el signo de que nuestros hijos están emocionalmente sanos, no han hecho de nosotros el pilar de su existencia, porque lo han construido dentro de sí mismos, en su salud emocional y psíquica, aunque como es natural, esa construcción se ha hecho con los materiales que nosotros les hemos proporcionado, que son los valores intemporales y el equilibrio referencial para mantener la construcción en pie. Como afirma Khalil Gibrán, conviene recordar que los hijos no son nuestros y que nuestros padres tampoco son de nuestra propiedad, que nosotros, padres, sólo somos el arco que lanza la flecha, que es el hijo, y que realmente el arco y la flecha pertenecen al arquero, que es la Vida.

Durante años me sorprendía desagradablemente una frase del Evangelio en la que Jesús dice "El que no odia a su padre y a su madre no es digno de mí" y la veía en contradicción con el 4º mandamiento de la ley mosaica e incluso con el mensaje del propio evangelio que fundamentalmente predica el amor y el perdón, hasta que ya siendo madre, un día la comprendí desde mi esencia. Seguramente la traducción no hace justicia a la expresión vibracional que emana la frase. Y empecé a contemplarla en otros términos: "Quien no supera los lazos animales en la relación con sus padres y con sus hijos , no puede evolucionar", porque está atado al apego, a la carne y a la sangre, como los animales y también a los prejuicios y convenciones; no ha logrado subir en la escala de la evolución desde la emoción y la idea posesiva hasta el sentimiento supremo que contempla la libertad responsable del que ama y del amado. Para que una sociedad avance de verdad las familias tienen que renovar sus lazos y colocarlos en un registro más avanzado, que ama con mucha más sutileza, respeto, desapego y generosidad. Con más alegría y menos dramatismo histriónico que es lo que sucede cuando los seres racionales y pensantes, se comportan como animales domésticos o como los amos de esos animales. De tal manera que hay familias que prefieren adorar al perro o al gato, antes que demostrarse cariño entre ellos. Ese comportamiento tiene una lógica: los animales de compañía son totalmente dependientes y adoran y temen al dueño. No necesitan el diálogo ni tienen opiniones propias. Obedecen al más fuerte como su especie les indica. Por ello son unas relaciones despóticas perfectas para ejercer un poder sobre ellos y estar siempre gratificados por su obediencia, su temor a perder el cuidado del amo y su devoción irracional a cambio de la seguridad y de la pertenencia mutua y compulsiva. Es muy triste tener que conformarse con ese tipo de relación desigual hasta en la especie, porque uno no consigue acercarse por amor a un igual, sobre el que no puede mandar y ser obedecido o ser sometido por él ya sea por la admiración o por el poder adquisitivo o social, sino que deberá preguntar, escuchar, dialogar y llegar siempre a un acuerdo pacífico. Un verdadero trabajo de crecimiento y de madurez adulta que da resultados espléndidos cuando se ama en el mismo nivel y se intercambia la energía en planos semejantes de conciencia y sentimientos.

Paradógicamente cuando conseguimos amar así a nuestros padres o abuelos o seres que nos han educado y querido, nunca se van de nuestro lado. Ni la muerte siquiera lo consigue. Ellos se han quedado a vivir dentro de nosotros y nos guían y nos iluminan convertidos en luz silenciosa. A ese nivel de unidad nadie pierde a nadie. Por eso deberíamos trabajar para alcanzarlo y transmitirlo en la educación. Haríamos caminar a la humanidad con un paso más rápido, más seguro y más feliz.

Quizás esa visión de los vínculos sea la mejor herencia que podamos dejar a nuestros hijos, mucho más útil y provechosa que el dinero, las posesiones, el afán de acumular o de ser importantes y que el miedo a perder aquello que no vale gran cosa si no hemos conseguido despertar del sopor de las inercias culturales, religiosas o sociales. Sin ese despertar, todo es basura que tarde o temprano se pudre y se quema.

sábado, 24 de diciembre de 2011

Píldora navideña

Los "jóvenes" que ahora pasamos de sesenta no hemos olvidado aquella consigna antigua, del 68, "la imaginación al poder!". Y ahora, con los años, algunos de nosotros vamos comprobando la realidad profética que acompañaba aquel grito reivindicativo de otro modo de vivir. El mensaje oculto que transportaban a través del tiempo esas palabras aparentemente rebeldes, pero profundamente sabias.
¿En qué se diferencian un místico, un artista verdadero o un poeta auténtico de los demás artesanos de la existencia? En que han encontrado el modo de elevarse por el poder de la imaginación hasta sublimarla y usarla como canal que les conecta con planos mucho más sutiles y universales. Con la divinidad que todos llevamos dentro sin saberlo. Nuestra generación también se enredó en los efectos más burdos y elementales, más cómodos y adquiribles con dinero, curiosidad superficial, prisa y pereza; se enganchó a las drogas, pero los supervivientes, han alcanzado otras dimensiones mucho más gratificantes y saludables. Han descubierto la unidad cuántica que siempre se había llamado "espíritu", Tao o Dios.
Y la clave no es otra que el uso santo de la imaginación creadora ( y cuando digo, "santo", no me refiero a nada religioso ni a culto alguno, sino a lo sutilmente excelente, sublime e ilimitado)

Aterrizando un poco el lenguaje y entrando en el día a día, observamos que con frecuencia se produce desaliento al comprobar el mundo desastroso a nuestro alrededor. La tentación infantil es la queja, el lamento y la impotencia. La mala uva. El escepticismo. O la rebelión por la rebelión. Sin más. No entendemos la unidad de todo. Por eso ese desaliento también nos hace apáticos hacia nuestro crecimiento personal desde dentro. Y es un callejón sin salida. Nuestro desaliento nos hace ver los peor de nosotros mismos, nos ensombrece, nos hace torpes y débiles. Más cada día. Nuestros defectos y los del mundo, "casualmente" son los mismos. Si supiésemos que todo ello es el resultado de una evolución deficiente, que arrastramos y que podemos corregir ahora, mejorando personalmente en primer lugar, las cosas serían muy distintas. Y si además descubriésemos que la imaginación es una herramienta infalible en esa tarea, seguramente estaríamos en un estado infinitamente mejor y más evolucionado. Más feliz.
El futuro que deseemos mañana, será el resultado de lo que pensemos y hagamos hoy. De modo que ¿qué tal si para empezar agarramos nuestra imaginación y empezamos a aprender a contemplar por dentro el ser que deseamos como forma de vida? Si quiero estar sana, tengo que pensarme a mí misma como tal, sabiendo tal vez que debo sanar muchas cosas, pero que si trabajo en ese sentido, mejoraré de todos modos. Si quiero tener trabajo, empezaré a visualizarme en esa función que deseo, a dar forma mental a lo que quiero obtener. Y así se avanza. Pero...si queremos el verdadero éxito, no nos conformemos con visualizar lo limitado. Comencemos a dar forma a nuestra esencia profunda, a representarla en todo su esplendor. A decirnos cada mañana, "Voy a construir y a reconstruir lo mejor de mí". Y cada día incansablemente, con perseverancia e ilusión, comencemos la jornada con ese impulso, tomando todos los elementos y tesoros internos que nos han sido dados por la sabiduría divina de la evolución: el pensamiento, el deseo, la emoción, el sentimiento, la creatividad, la imaginación y demos forma a lo que esperamos obtener en nosotros. Mirémonos desde dentro llenos de luz, de irisaciones vivas y llenas de energía, imaginémonos expandidos por el mundo ayudando a las mejores causas, a cada ser vivo que necesite ayuda, a cada zona del Planeta que soporta la devastación. Resistiendo al desánimo y las frustraciones. atravesando campos electromagnéticos alterados que podemos armonizar en ese estado radiante de divinidad. Con trabajo y persistencia, esas "imaginaciones" nos van transformando por dentro y por fuera. Suavizan nuestro temperamento, nos elevan y nos facilitan el acceso a las virtudes que nos faltan, a los valores que tanto echamos de menos en nuestro alrededor pero de los que también nosotros carecemos hasta que ese trabajo de construcción y rehabilitación se empieza a hacer una práctica diaria y constante. Ese trabajo tiene otra propiedad magnética: atrae hacia nosotros lo afín. El universo nos envía constantemente inspiración, personas, lecturas, situaciones y ocasiones, para acrecentar ese estado irreversible en la medida en que somos transformados por él.
Naturalmente hay una condición sine qua non. La paciencia. Y un ingrediente hipernecesario, el silencio interior lleno de paz, que se va produciendo en la medida en que avanza el proceso. Vereis que la humildad es el perfume de esa conexión. Que no necesitais ni el apego, ni el control sobre los otros, ni el miedo como protección, ni la ira como arma, ni la soberbia como afirmación del ego. Empezareis un buen día a comprobar que os envuelve algo que no habeis imaginado, que ya excede vuestro trabajo recreador, es una esencia energética, una entidad viva que os protege, os instruye, os cura, os ilumina, y en los casos más difíciles está en vosotros con una seguridad y una fuerza inimaginables. Poco a poco, si perseverais en esa contemplación interior que os conecta con ese descubrimiento, ireis sintiendo y comprobando que esa entidad sublime va pasando del plano sutil al plano material. Vuestro cuerpo físico también se "contagiará" de su esencia. Y vuestro entorno mejorará en cuanto esteis presentes, sea en lo físico como en lo "imaginado".

Esta es mi felicitación de Navidad. Una invitación a la esperanza y al futuro, si ponemos a trabajar nuestra imaginación para que llegue al poder verdadero. El poder sobre las propias debilidades, sobre las manías y tics heredados y acogidos como "normalidad", pero que en el fondo son los obstáculos peores que hay, porque están ocultos en nuestra naturaleza elemental y los hemos aceptado como imperativos justificados por la genética, por la cultura y la costumbre en que hemos nacido, e incluso, "virtuosos" y buenos o convenientes para vivir, si nos facilitan bienes materiales. Olvidando que nos convertimos en aquello que valoramos y contemplamos. Cuanto más bajo, primitivo, marrullero o hipócrita es nuestro objeto de contemplación, así nos nosotros asumimos su esencia y nos degradamos. Lo mismo ocurre al contrario. Cuando más elevado, sano, hermoso y sabio es lo contemplado, así mejoramos nosotros a imagen y semejanza de tal modelo arquetípico.

Que seais felices, porque los felices sólo pueden ser buenos. Y viceversa!

jueves, 22 de diciembre de 2011

De la Europa de Montesquieu, a la Europa del euro-rating

Escribe Odifreddi, como siempre tan lúcido como agudo y honesto, que los nuevos eventos politicante-monetarios están liquidando la democracia en su país, que es Italia. Y yo añado que no sólo en Italia está sucediendo la hecatombe democrática, sino en todo el mundo, sincronizadamente. Todos los gobiernos que apuntaban a una mejora social hacia el bien común se están desmoronando, unos desde dentro, otros empujados desde fuera y otros zarandeados en ambos sentidos. El paradigma todavía pendiente de un hilo cada vez más frágil es el propio Presidente de los USA. Si se repasa el ideario que le llevó a la presidencia no se encuentra ni un sólo logro prometido que se haya podido cumplir. Al contrario, se han acrecentado la resistencia al cambio real, el egoísmo y el miedo. Durante su mandato se ha desencadenado la más terrible de las crisis. ¿Es lógico que así sea y que en vez de coincidir con su mandato progresista, solidario y mucho más viable, esta crisis no debería haber coincidido con el segundo mandato de Bush?

Está claro que esta crisis es un invento premeditado y programado para desacreditar para siempre las corrientes renovadoras y progresistas que amparan el crecimiento humano hacia la solidaridad y el despertar de la conciencia ciudadana. Está claro que la tierra prometida del nazismo en estampida ha sido América de Norte a Sur, pero en especial los EEUU. Allí, tapado por el edredón de la "libertad" sin sospechas, y la demagogia que ellos llaman democracia, se ha incubado el huevo del dinosaurio que ahora avasalla y amenaza la vida de los hombres y mujeres del Planeta, como los antiguos dragones, y exige el tributo mercantil de cada día. La bestia disfrazada de hombre con portafolios, móvil, portátil, Ipad, Ipod y IPhon. De la barbarie enmascarada de oportunidades, de derechos pomposos, ultraliberales e inoperantes, de sectas satánicas camufladas de predicadores negociantes, alienantes y falsos como las monedas de plástico, de "Viva la gente" combinado con bowling for Columbine, puesto que una gran cantidad de ciudadanos aún mantienen y apoyan la pena de muerte como castigo o la adquisición de armas letales como si fuesen chocolatinas. No tienen seguridad social ni sistema de pensiones si no se les pagan a toca teja de su bolsillo o se aseguran con los Madof y Lehman Brothers de turno. EEUU, con un cinismo inigualable, combina Marylin Monroe con Lee Harvey Oswall y Ruby su asesino a sueldo, las torres gemelas y los cafetitos en amor y compaña, con la familia Laden, la marginación tercermundista arrinconada en los Harlem de todo el país, con el mundo al revés de Hollywood, la gran fábrica de mentiras que se mantiene con el capital del armamentismo, con el reclutamiento militar de sus habitantes como carne de cañón en guerras lejanas, que levantan el falso patriotismo y atontan la capacidad de autocrítica con los héroes a la fuerza que van a parar a la necrópolis de Arlington bajo las barras y estrellas, del garrotazo y tente tieso que va dejando muertos, lisiados, enfermos crónicos por los experimentos de la guerra química y siempre, marginados sociales, como si el ejército además de no educar, sacase de ellos el serial killer que la pésima educación autóctona ya había sembrado en sus pobres mentes y emociones heridas y tantas veces, taradas. Ahí, querido Odifrè, están la madre y el padre de todos los dolores de este sistema plutoniano. Radicalmente injusto. Hipócrita y farisaico.
Cuya falsa moral ha llegado y está llegando a extremos increíbles. Ha "reeducado" a Europa, la ha convertido en un tóxico social, hasta el punto de que los "tecnócratas" griegos, italianos y españoles que están "salvándonos" del caos prefabricado, se han formado y alimentado en sus sótanos de Wall Street. América Latina que es el patio trasero donde el coloso gringo tira sus desperdicios, con la evidencia descarnada de la frontera en una misma isla que separa la prosperidad de un estado turístico yanky como la República Domincana y Haití, el moridero de los olvidados y de los más pobres. Un puerta a puerta de la tragedia diaria y ninguneada, adonde hasta las tropas de ayuda de la ONU, han llevado el cólera para rematar a los pocos que sobrevivieron al terremoto y a los huracanes. Igual que han masacrado África en connivencia con esta Europa tan "culta" y "civilizada" como para ser la exportadora y creadora del afrikaner y del apartheid. Así se termina el problema. Pena de muerte a todos los que no sean rubios, blancos, ricos y cristianos (!?), a serposible, vaticanistas o metodistas, que son unos financieros natos.
Putin y su Rusia neozarista, China y su comunismo aberrante, sanguinario y explotador, India y su avidez expansionista que está perdiendo valores culturales y espirituales a marchas forzadas y wollywoodienses, están igualmente infectadas por los miasmas yankies y sacando lo peor de sus inclinaciones naturales mientras olvidan y arrinconan como trastos viejos, sus sabidurías ancestrales y su espiritualidad sana y espléndida. Aceptando el pseudoevangelio de la muerte en cuentagotas de ruina económica, enfermedades provocadas y estimuladas por campañas de vacunación ignominiosa y experimental. Más las guerras circundantes y el terrorismo de diseño en el ex-creciente fértil de la medialuna y el petróleo, por supuesto!

No podemos circunscribirnos sólo a nuestros gobiernos tecnócratas, maquillados, peinados y vestidos tipo Barbie-finanzas, ni a nuestras exiguas y escuálidas democracias atemorizadas y casi en estado de extinción. Ya no hay países ni autonomías políticas. Los jefes del cotarro comercial han hecho una fortuna inmensa que estamos subvencionando entre todos. To-dos. Y encima les saludamos como a supermanes cuando se sientan en el trono de la liberación y empeizan a extender recetas liquidadoras de la justicia distriutiva como doctores Mengele delegados por el neofürer del exterminio global. Ni a Papadopoulos le importa Grecia, ni a Monti le importa Italia, ni a Draghi Europa, ni a Rajoy España, ni a Sarkozy Francia ni a Merkel Alemania, ni a Cameron Inglaterra. Todos han alcanzado ya un estado de alienación absoluta. Están tan vacío de ideas como de moral verdadera. El Tío Sam se ha encargado de vaciar sus mentes y llenarlas, igual que sus bolsillos, de $$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$ y de miedo inoculado si no se vacían del todo y les quedase algún resto de lucidez y de conexión con la realidad humana. Se han lagartizado. Son ya minidinosaurios a las órdenes del Dragón jefazo. Los USA y su concepto-impacto de la vida.

Sí. Tenemos que reaccionar localmente, que es lo que está a nuestro alcance, con optimismo y fuerza creadora, solidaria y fraterna, emprendora y sin temor alguno, y no perder de vista tampoco las causas reales del estropicio, los tentáculos del pulpo monstruoso, sus injertos en nuestra comodidad, en nuestro inconsciente, en nuestras creencias robóticas cómplices y sus brotes recientes en la ausencia de educación y de valores, que es lo que de verdad está dejando sin futuro no sólo a los jóvenes sino a todo bicho viviente sobre la Tierra. El ánimo y la esperanza no deben ser una venda que tape la realidad sino un foco o un faro en la oscuridad que nos permita ver por donde hay que avanzar navegando sin chocar contra los acantilados de la desesperación o del cinismo, que son aún peores que la banda de sinvergüenzas que pilota el barco de la nada hacia la nada, con nuestra resignación y consentimiento.

viernes, 16 de diciembre de 2011

El secreto del antitalento

No es nada fácil, no. Hay que presentar un cuadro clínico de vacío intenso de imaginación, de creatividad, de recursos profesionales y de electrodespiertograma plano, para conseguir triunfar en medios que baten el record de lo mediocre. O sea, llegar a la cúspide de la mediocridad y ser coronados como sus mejores representantes, los más avezados, originales, atrevidos e ingeniosos y que el rebaño entre en éxtasis cada vez que se da un tajo a la inteligencia y se la deja K.O. en estado catatónico irrecuperable. Desde luego que no todo el mundo reúne tantas nocualidades ni posee ese nodon, esa nogracia y además consigue sacarla al mercado por el arte de un birli-birloque cada vez más Cottolengo fashion. Son los signos de los tiempos.

Ahora mismo un Leonardo daVinci, no "vinciría" nada. Se moriría de asco en un rinconcillo olvidado. No porque lo mereciese, sino porque nadie estaría interesado en su trabajo. Nadie entendería nada. Es más, sólo hay que ver el desfile del rebaño delante de la Gioconda, por ejemplo. Una masa amorfa con la mirada perdida no se sabe en qué infinita pared invisible, con una sola cara para todos, la misma expresión en todos, el mismo paso a ritmo desvahído por el corredor de los cuadros de cualquier museo. Da igual donde. Ellos van de paso. Son turistas a los que no interesa nada más que hacerse fotos para demostrar que viajan y recordarse a sí mismos que pueden hacerlo en cualquier momento. Que el arte, los museos, los monumentos, la inteligencia y la belleza, existen porque ellos pagan un kit de viaje organizado. ¿Qué serían la Gioconda, la Venus de Milo o el Discóbolo, sin ellos? Nada. ¿Quienes serían Leonardo, Praxíteles o Van Gog si ellos no viajasen desde Japón o desde California o Melbourne para pasar por delante de sus obras y hacerse una foto clandestina delante de ellas?

Lo mismo ocurre con la prensa entrevistadora. Es muy difícil conseguir y mantener un nivel de interés y de calidad en ese oficio de virtuosismo y sin embargo relegado en manos de cualquiera. Hubo un tiempo en que me presentaba a premios de literatura y solía ganarlos, hasta que descubrí que era una pérdida de tiempo y el alimento de un ego al que prefiero tener en cuarentena por si acaso. Que los egos, igual que las escopetas, los carga el diablo y el bienestar del alma bien vale un olvido de tales nimiedades. En aquellos tiempos me entrevistaban cada vez que ganaba algo y como era muy frecuente, las entrevistas me llovían encima. Pocas veces encontré un entrevistador inteligente. Fuese donde fuese las preguntas eran siempre iguales. Sólo creo que un periodista de Cantabria me hizo una entrevista decente para la televisión autonómica y el Diario Montañés. Luego me dijo que él también era poeta.

La entrevista del mediocre se caracteriza porque en ella no hay lugar para otra noticia que no sea él mismo. Utiliza al entrevistado para demostrar su propio oficio, su cultura, su encanto personal, su simpatía, su erudición pedante y su ingenio, con lo que el pobre entrevistado resulta más una víctima de la exclusión y del desinterés y el lector, el oyente o el espectador, se quedan sin saber nada importante acerca del entrevistado, pero con una hiperimagen inflaccionada a bombo y platillo del entrevistador.

Por ejemplo:

-Aquí tenemos hoy al maravilloso poeta Arístides Machaca. Un vate extraordinario de unas cualidades inmensas, al que he leído desde que iba a la escuela. Su poesía me ha emocionado siempre hasta las lágrimas. Recuerdo horas enteras en la biblioteca del Instituto releyendo sus versos inconmensurables. Luego, en la Facultad de Periodismo, mis trabajos acerca de su orientación poética, gracias a la cual conocí la poesía centroeropea del siglo XVIII y la poesía china del Imperio Ming, las delicadas liras de Safo de Lesbos y las ensoñaciones de Kavafis. Gracias a su poesía viajé por lugares de evocación lírica, me fui a Japón donde profundicé en la cultura samurai, en la sutileza de las casas de té y en la subida al Fukuyama de mi búsqueda, por no hablar de la poesía chechena y albano-kosovar, emparentadas con el estro turco del Oriente ¿cómo no emocionarme hoy ante el autor que me inició en ese camino imprevisible del viaje poético por el mundo? Arístides Machaca, buenos días.

-Buenos días, joven.

-Bien venido a este espacio de enriquecimiento interior y de expansión de la belleza. Porque la belleza es imprescindible en la vida del hombre, como ya dijo Petrarca en sus sonetos deliciosos dedicados a Maura.

-Perdona que interrumpa, creo que se llamaba Laura.

-Ay, es verdad, es que a veces me confundo con tantos contenidos, porque como hay tanto que decir, los datos se amontonan, como muy bien dices, por cierto, en uno de tus poemas que ahora no recuerdo bien, porque mi memoria a veces no es tan rápida como mi vocación por disfrutar cada encuentro con genios como tú, querido Machaca, a quien ya se ha dedicado una extensa antología poética a cargo de Filemón Locasco y Benarda Miopes, dos editores jóvenes y de vanguardia muy interesados en la poesía inefable de este simpar y heterodoxo genio de la creación literaria, como tú, Arístides, ante quien las nuevas generaciones deberíamos arrodillarnos como ante un san Luis Gonzaga.

-Bueno, creo que te estás excediendo. Yo soy un proletario de la escritura y no...

-¡Por supuesto, que no me excedo en absoluto! Y por supuesto que tu modestia además de honrarte, demuestra tu calidad extraordinaria por la que todos te profesamos una devoción absoluta. Conocemos tus etapas existenciales, tus inclinaciones y tus gustos. Me encantan esas anécdotas que se cuentan sobre ti, por ejemplo ¿qué me dices de esa leyenda que te considera un gurú del dadísmo? ¿Es cierta o es una especulación acerca de tu mundo desconocido?

-¿El dadaísmo? A penas lo conozco, la verdad.

-Ay, por favor, esa modestia, Arístides! Y qué sentido del humor, jajajaja. Cuando comente esta respuesta tuya, en casa ni me van a creer. Es impensable que tú, el grande, el único, el inconmensurable, no conozca a fondo el mundo dadá, cuando la crítica te ha señalado como un santón del neodadaísmo postmoderno. Aquí, en este programa, "La Hora Chunga", se te ha citado siempre como el cabeza visible de ese mundo apoteósico, neobarroco mezclado con un sutil minimalismo heteróclito, rimocéntrico y arabesco. Un verdadero patchwork o haciendo un chiste fácil, pachtword, jajaja, qué cosas se me ocurren ¿verdad? es que me inspiras, Arístides. Tu presencia me estimula la líbido de la palabra. Porque no me negarás que la palabra no es erótica por sí misma. Tú eres un campeón en ese arte supremo, en ese tantra fónico-morfemático ¿ o me equivoco?

-Creo que te equivocas, porque te juro que no tengo ni idea de lo que me estás diciendo. Soy el primer sorprendido.

-Señoras y señores, querida audiencia, no tengo palabras para definir este fenómeno conmovedor que tengo delante. Me hubiese gustado disponer de tiempo suficiente para poder explicar mejor lo que Arístides Machaca significa en el mundo poético y sobre todo lo que significa para mí, su rendido admirador y delirante lector devotísimo. Este gran genio del verso es algo fuera de serie sobre todo para los jóvenes de mi generación que nos hemos alimentado de su palabra, de ese eros escondido y fogoso que camufla en distancias y frigidez aparente. ¿No estás de acuerdo Arístides?

-Pues, no sé qué decirte, porque no me reconozco en estos panegíricos que me resultan, digamos que curiosos e inimaginables, porque yo...

-Sí, porque tú desconoces lo que provocas en tus lectores, confiesalo sin miramientos, genio, que eres un genio. Y ahora, queridos oyentes, despedimos el programa porque el tiempo se agota. Desde control nos hacen gestos de que ya es hora de que por hoy acabe "La hora chunga". Tenemos que decir a dios a este crisol de maravillas, a este hombre fuera de serie, a este poeta intemporal, fuera de toda norma y de toda clasificación posible. Arístides Machaca, gracias por tu deferencia y tu atención, por tus sabias respuestas y por tu gentileza. Y ahora os dejamos con la música del grupo "¡Que te den matarile!", una primicia del neopunkie semi-esquizo que ahora triunfa en los Estado Unidos. Buenos días y hasta el próximo programa.

En fin, valga esta pequeña muestra para describir la ciencia comunicativa ejercitada por la egorragia mediática, cuando la pretensión de ensalzar al prójimo y sus virtudes deriva en una incontinencia hiperbólica del autobombo y en el ninguneo del pretendidamente ensalzado. Sic transit gloria mundi o como dice el refrán: "Quien con con niños se acuesta, ecce homo fashion amanece"

jueves, 15 de diciembre de 2011

La España urdangagürtel

Estos tiempos de catarsis mundial no dejan títere con cabeza en esta península de nuestras pesadillas. Se ve que el Universo tiene prisa por levantar las alfombras de la creación humana y sacar la basura que los siglos y milenios han ido acumulando debajo, sólo para evitarse la molestia de limpiar a fondo y dejar al descubierto el esplendor de la Creación verdadera.
Caen y caerán ídolos y famas. Fortunas y máscaras. Es el tiempo y ya era hora.

Ante tal espectáculo de exhibida desvergüenza la primera reacción es la indignación, la segunda el deseo de que los ladrones devuelvan lo robado a los fondos públicos, mucho más que verles entre rejas y con el botín en Suiza o en cualquier paraíso fiscal como viene sucediendo. No sabemos si la justicia humana conseguirá ese reajuste tan necesario para que sea creíble su función reguladora de los delitos y las puniciones. Una "justicia" que juzga, condena y encarcela fundamentalmente a quienes no pueden pagarse un buen abogado, que aparta a un juez de sus funciones por "defectos de forma" cuando el fondo es lo más importante y deja libres a los delincuentes que acusan a ese juez, y una "justicia" que tarda años en procesar a los corruptos evidentísimos y que cuando los juzga lo hace con un jurado polular-demagógico elegido entre los fans que han votado a saco por el partido al que pertenecen los corruptos.
Empresas arruinadas que especulan y se venden por un euro mientras los dueños siguen milagrosamente forrados y sin responder ante esa "justicia" por fraude, abuso laboral y engaño.
Una jefatura del Estado que lleva en su caché una dinastía en la que se incluye también la corrupción consorte y parásita por braguetazo y afición a la princi-pesca.
Una ley electoral vergonzosa que no nos permite cambiar nada a través del voto, porque se vote lo que se vote, los dos dinosaurios del bipartidismo seguirán ganando y anulando los votos de las opciones que no les convienen y podrían obligarles a dejar su oligarquía falsamente democrática.
La destrucción masiva del empleo por falta de organización que da dinero a los embaucadores y lo quita de los fondos públicos que ayudarían a crear y no a destruir el campo laboral. Agujero monstruoso que se quiere solucionar con recortes asfixiantes e injustísimos.
Los políticos, en cambio, no reducen su plantilla ni sus sueldos, ni sus prestaciones, presentan un alto grado de absentismo laboral unido a un bajísimo rendimiento de eficacia, y nadie les pide cuentas. Y son muchísimos más de los necesarios, total para obtener estos resultados desastrosos, parece que sobran todos. Quizás pagando una gestoría de amplio espectro, el país estaría mucho mejor administrado, siempre que esos gestores no procediesen del sector piraña formado en la escuela N. Sachs, emparentados con Madoff & company, enjuagues en el Banco Mundial o en el FMI, agencias de rating yanquies al servicio de la "causa" del esquilme global como es el caso de los dos Marios "dinerini" italianos y del gestor griego Paparruinopoulos, todos ellos grandes sacerdotes en el templo de la plutocracia y del cinismo "civilizado".

En España el pedigrí del esquilme oficial es de menor cuantía y de menos brillo internacional, pero igualmente eficaz en la demolición de la democracia y del bien común. Aquí la vena kamikaze es autóctona, aborigen y suicida, como la Legión. Tiene sus raíces muy hondas en el espíritu del "movimiento" inamovible. Una paradoja a la altura de Parménides , la tortuga y Aquiles, que por más que se esfuerce en correr a fondo perdido, jamás alcanzará la meta de superar el escollo de la cretinez congénita, lenta, pesada y repetidora como los malos estudiantes de antes de la ESO. Porque los de ahora no repiten. Ya no es necesario. Se cretinizan per se avanzando en el garrulismo lectivo, ¿para qué insistir si ya el sistema garantiza un índice espectacular de anafabetismo intelectivo-bloqueante, informatizado y cada vez más bruto ? Esos especímenes, además de ignorar todo menos el sistema Play Station, IPhon, Ipad y Ipod, votan. ¿Y a quién votan? A quien les prometa que todo va a seguir igual que en los tiempos del imperio del ladrillo en cementópolis y que eso les va a permitir seguir enganchados a sus aparatos, a cuya adquisición cíclica, mantenimiento y mejoras, dedicarán el resto de sus vidas miserables y consumistas.

Con este panorama social, está claro que la minoría consciente lo tiene dificilísimo, porque además de sufrir las carencias, injusticias, recortes, currupciones, abusos y demás miserias, debe enfrentarse al papanatismo del resto de inconscientes que son millones. ¿Qué recursos tienen los ciudadanos conscientes inmersos en una cloaca de inconsciencia total? Sólo su conciencia y su cooperación entre sí hasta poder ampliarla según el despertar avance, que avanzará, no por deseo libre de la peña telenarcotizada, sino por los bofetones que están empezando a llevarse por parte de la casta de inútiles bien pagados que intentan gestionar el caos que ellos mismos han montado. Una verdadera aporía. Un imposible, gestionar lo ingestionable, lo que ya, demostradamente, está escapando a cualquier tipo de gestión.

Por eso la reacción de los conscientes debe ser de alivio, aunque a simple vista, parezca un disparate.
O sea, que en realidad, cuando leamos y escuchemos noticias terribles como las que nos están llegando cada día, no tenemos que deprimirnos ni entristecernos. Al contrario, hay que mantener en alto la esperanza y las ganas de renovar todo. Alegrarse de que por fin, toda la basura social que alimentaba un sistema injusto esté delatando y provocando el final de ese sistema. No es una hecatombe, sino un renacimiento. Una necesidad ecológica de la vida, que se ha hecho irrespirable, una crisis curativa. Un fiebrón infeccioso que está liquidando virus y bacterias letales dentro del cuerpo social cada vez más enfermo y debilitado. Costumbres mortíferas, moralidades hipócritas, religiones falsificadas por los apaños del poder, economías y políticas delincuentes, intelectuales cada vez más vendidos y comprados, avidez patológica, contagiosa y criminal para todos. Toda esa porquería está empezando a desmoronarse. Su podredumbre ya no se puede ocultar.
Bendita sea la hora que vivimos. No habrá más vacas gordas ni locas. Ahora todas están flacas y adquiriendo sensatez a marchas forzadas. Amenazan con que habrá pocas medicinas subvencionadas y no saben el favor que nos van a hacer. Cuántas personas van a mejorar su salud y su calidad de vida gracias a prescindir del veneno de los fármacos, de las mutilaciones inútiles en quirófano. El cuerpo recuperará su poder regenerativo. ¿Menos camas de hospital y menos operaciones? Más humanización de la enfermedad. En casa, cuidados por los nuestros, por los amigos y un buen voluntariado, que de verdad se ocupa de dar amor y no potingues mortales. Recuperaremos a Hipócrates: "Que tu alimento sea tu medicina y tu medicina tu alimento." ¿Menos maestros por oposición estatal en las escuelas públicas? Los buenos maestros se asociarán, harán escuelas libres públicas y no estatales, serán mantenidos por las familias que deseen una escuela de conciencia y recursos humanos para sus hijos y de responsabilidad libre de manipulaciones que ni siquiera saben explicar la historia reciente del propio país ni conocen el uso ético de la tecnología ni forman la capacidad para las relaciones humanas ni orientan en el conocimiento de uno mismo.
A todo ese nuevo mundo naciente nos está invitando el caos actual. Por eso debemos cambiar la óptica con que lo miramos, deshacer los tópicos que nos ha inyectado en vena la costumbre de la mediocridad y de las miras más bajas y ramplonas. El miedo idiota a lo mejorable.

No hay que mirar con rencor a los ladrones ni a los corruptos. Simplemente hay que liberarse del latrocinio y de la corrupción. ¿Cómo? Empezando a crear otro modo de vivir entre nosotros donde eso no exista ni tenga glamour, sin esperar que un gobierno imposible ni un parlamento ni unos magistrados ni un jefe de ningún estado ni una religión, nos impongan una manera de vivir y de funcionar. Ya vemos que no pueden ni saben hacerlo. Y que ellos mismos son un desastre. Lo demuestran cada día. Si no se es capaz de mejorar la ley con la conducta y por el contrario, hasta ese ley mínima y elemental, se vulnera y se incumple, está claro que ese tiempo se ha terminado. Y aquí tenemos el reto de inventar otra vida, otros modos de interacción, sin violencia y con diálogo, sin opresión y con respeto, donde la moneda que utilicemos sea el valor humano, el servicio de unos a otros, donde los bancos sean depósitos de ideas compartidas y realizables que valen mucho más que el dinero. Donde la cooperación sustituya a la competitividad, de modo que ganen más inteligencia, felicidad y eficacia los más colaboradores, los más generosos, los más dispuestos al servicio. Los menos ególatras. Donde la inteligencia sustituya para siempre a la pillería inútil, porque con ella no se crece nunca de verdad. Donde todo poder, estado, ley, institución, norma y riqueza estén al servicio del desarrollo integral y consciente de cada miembro de la humanidad y no al contrario.
Ese estupendo futuro es nuestra próxima etapa. Si no fuese así, que será, por pura supervivencia, no habría otra posibilidad de vida sobre la Tierra. Y el destino del hombre es infinito. Será o sí o sí. Pero depende de nosotros el modo, la calidad y las condiciones en que se hagan los cambios y también, quizás un poco, la cantidad de seres despiertos que lo hagan posible. Por la corriente hermosa de la fraternidad.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Serrat&Sabina. Villancico irreverente, pero qué verdad más grande!

No es verdad que me de náuseas la navidad
me conmueve la madre
el niño, la mula y el buey
lo que pasa es que estalla
una bomba en noche en la noche de paz
lo que pasa es que apesta
a zambomba el mensaje del Rey.

El portal de Belén
es un zulo virtual
pero en vez de turrón
este invierno me como un marrón
unos hígados chumbos envueltos en Papel Albal
y Gaspar en lugar de una bici me pone carbón.

Ojalá no abrasara el calor del hogar
cómo hacer cuando toca reír
si me da por llorar
corazón, no me quieras matar
corazón, sé de sobra quién paga y quién cobra
quien hace vudú
quien satura el cubo de basura de tu cotillón
San josé se enfadó con el padre del Niño Jesús.

Para ti escribí este sol fa do re mi
te lo vas a encontrar en el árbol de Papa Noel
cómo voy a decirte que no cuando sabes que sí
que el cus cus sabe a grano de pus tatuado en la piel.

Satanás es un capo llevando el compás
infiltrado en el supermercado de la navidad

No es verdad...
No es verdad...
No es verdad...

domingo, 11 de diciembre de 2011

Un tapón de sal en el agujero del Titanic

Europa se despierta hoy más relajada. Al menos eso parece y ya veremos por cuanto tiempo. Después de meses de locura, de desajuste, de dispersión, pánico y descontrol, estos 26 países amontonados, que no unidos, por la especulación y el miedo, se dan un respiro a gusto del tea party mundial, pierden la baza de la democracia, recortan el estado de bien común para aumentar el de sometimiento comunitario al más fuerte, al más duro y al más rígido. Se entra de plano en la resurrección del esclavismo social. Y en este golpe de estado europeo, casi todos aplauden, todos se sienten reconfortados. Todos, hasta Inglaterra en su rebelde decisión segregacionista.
No entiendo de política. Ni de economía. Gracias a Dios. Quizás esa circunstancia me ayuda a ver desde fuera el panorama al no estar atada desde la ideología ni el interés económico. Sólo me siento implicada desde mi condición de ser humano libre y autónomo. Y sigo viendo un desastre social y humanitario, a pesar del remiendo bancario-político que la desesperación quiere convertir en el bálsamo de Fierabrás.
Europa y el mundo están en un vértice peligrosísimo y parece que ni los banqueros ni los políticos, ni la mayoría de fuerzas sociales, a excepción de los movimientos indignados, comprendan la extraordinaria y dramática complejidad de este tiempo y de esta circunstancia gestada desde hace siglos que está llevando al Planeta a un punto de no retorno con la resignada aceptación de las "mentes pensantes" e incrédulas. Es la misma actitud que tienen los conductores imprudentes: nunca piensan que les va a tocar a ellos. Los accidentes siempre son cosa de otros. Hasta que les sucede lo peor.

Me preocupa muchísimo que en medio de un naufragio terrible, en este Titanic europeo los cocineros estén dilucidando todavía como van a aderezar la ensalada o a preparar el souflé de mañana, y los entretenedores de salón, se dediquen a organizar el último sarao de honor, mientras los trabajadores en la sala de máquinas se están ahogando con el agua hasta el cuello. Las calderas no funcionan, ya inundadas y los tripulantes más despiertos tratan de tirar por la borda los pesos, de lanzar al agua botes y lanchas salvavidas con los pasajeros que piden socorro a gritos por las cubiertas. Pero en el puente de mando, los cocineros y los maestros de ceremonias, han convencido al capitán y al contramaestre para que colaboren en la planificación de los eventos de la distracción. No quieren admitir el hundimiento. No se lo creen. Lo mismo que los conductores que cada fin de semana aumentan el número de muertes por accidente en carretera por imprudencia y exceso de velocidad o por equivocarse de carril. O sea, por ir a velocidad inadecuada, aplicando velocidad de autopista en carreteras comarcales o al revés, por ir a 30 km por hora y adelantando por el arcén en una autopista. Por adelantar sin visibilidad y sin respetar señal alguna. Este es el panorama que vemos los que podemos mirar desde fuera el mundo ilusorio del eurosistema.

Reducir el problema sólo a la liquidez que permita seguir la carrera hacia el precipicio y resolverla de momento con cuatro acuerdos entre bunkers y hacer que este falso wonderland parezca el de siempre, es una chapuza de muy corta validez. Tratar sólo de dineros, exprimir la prosperidad material arruinando a los que sostienen la base del wonderful fashion es un suicidio a no tan largo plazo como imaginan las cabezas pensantes (¡?) Europa como gran locomotora del progreso mundial necesita otro combustible más potente que el dinero. Necesita ideas nuevas y generosas. Creatividad y elasticidad sin prejuicios. Apertura y valor, humildad y escucha para establecer otro sistema, otras normas, no cerrazón y miedo, ni autoritarismos dictatoriales que se confunde con falsa prudencia. No enfentamientos ni una reproducción de la lucha de clases, que es lo que sucederá, porque el homo habilis y tan poco sapiens, herido y sin educar por dentro se vuelve masa violenta cuando le privan de sus derechos fundamentales y le exigen deberes hipertrofiados que los jerarcas no son capaces de aplicarse a sí mismos.
Es el tiempo idóneo para demostrarnos que hemos crecido, madurado como ciudadanos y progresado de verdad, que ya ha pasado el tiempo en que tener cosas y adquirir comodidades y poderes era la única meta y el único interés. Que la crisis nos está demostrando que se puede y se debe aprender a vivir de otro modo y que mientras en Durban, como en Kioto, como en tantas inútiles demostraciones de inconsciencia, nunca se avanza en las esferas de las potencias políticas, la conciencia de individual de los habitantes del planeta sí se está despertando y se asocia y se ayuda y emprende otras formas de entendimiento y supervivencia que no discriminan, que no temen y que no están dispuestas a quedarse sin futuro porque las pirañas del poder lo han decidido empeñadas en que todo parezca que cambie para que todo siga igual.

Estos apaños eurointeresados y tan poco interesantes entre banqueros y chamanes tecnócratas ya no convencen a nadie, más que nada porque proceden del mismo origen de-formativo y no ven más allá, y son un tratamiento tan ridículo como darle aspirinas a un enfermo terminal. Si no se habla de fondos de solidaridad y creación de empleo en el Continente, de inversión en nuevas propuestas como energías alternativas y renovables, comercio justo con el tercer mundo, reducción del parque automovilístico, integración de inmigrantes, promoción de un sistema de microcréditos pagables al ritmo de la capacidad adquisitiva del usuario, de interés creciente en la medida en que el proyecto avance, aprovechamiento del parque de viviendas inutilizadas y acumuladas por los embargos de la banca transformando el concepto"hipoteca" por alquiler con derecho a compra, incentivar la cultura de la transición hacia el cambio de combustibles y de consumo mucho más racional, con la creación de nuevas opciones laborales, con el regreso a la agricultura cada vez más biodinámica, con la capacitación de la permacultura y sus posibilidades, plantas de reciclaje, etc. La negociación y el acuerdo social en vez de la imposición antidemocrática. La igualdad ciudadana en los sacrificios, que los impuestos a los grandes capitales sirvan para mejorar las condiciones de vida de los que no llegan al mínimo para poder vivir, mientras se van creando más formas sencillas y ecológicas de ganar el sustento. Un sistema fiscal honrado y responsable que no premie la evasión y la acumulación y que no castigue la honradez de quienes declaran y pagan lo justo. Más que una reducción de la imprtancia del Estado, una reconversión del Estado en cooperación ciudadana que delega temporalmente en gestores por medio de las urnas. Un estilo menos pomposo y más próximo de vida y relaciones entre las instituciones y los ciudadanos, que no aísle a los gestores del resto de la población hasta convertirles en marcianos subvencionados por los impuestos, que estimule la simplificación, que acabe con los coches oficiales, las escoltas de seguridad, la inmunidad parlametaria y las pensiones de lujo vitalicias por haber sido políticos o banqueros, que exija el control del gasto público con una escrupulosidad legislada y controlada por un cuerpo jurídico de cuentas. Una sociedad con separación de poderes, que garantice la imparcialidad y la autonomía de las decisiones judiciales en caso de conflicto.

En fin, si todo esto ni se toca, ni se habla ni se propone en Europa, de nada servirán los parches momentáneos colocados en un tejido tan débil que no los resistirá. Hacer política sin el pueblo y contra el pueblo que debe sostener a quienes la hacen y la piensan, ya no es absolutismo ni despotismo ilustrado, sino además de un disparate, un suicidio social, político, económico, cultural y humano. Es intentar poner un tapón de sal gigante en el agujero irremediable del Titanic sistem.

Sugerencias de Pablo Neruda


Recuerda que cualquier momento

es bueno para comenzar

y que ninguno es tan terrible para claudicar.

No olvides

que la causa de tu presente es tu pasado

así como la causa de tu futuro será

tu presente.

Aprende de los audaces,

de los fuertes,

de quien no acepta situaciones,

de quien vivirá a pesar de todo,

piensa menos en tus problemas

y más en tu trabajo

y tus problemas sin alimentarlos morirán.

Aprende a nacer desde el dolor

y a ser más grande

que el más grande de los

obstáculos.

viernes, 9 de diciembre de 2011

¿Qué será antes el huevo de la paternidad responsable o la gallina de la educación?

Leo al siempre lúcido Odifreddi. Un dilema tremendo. Una adolescente embarazada de un albanés inmigrante está siendo obligada por sus padres a optar por un aborto que ella no desea. Quizás porque ama al extranjero inmundo y ya ama también a esa chispita de vida que han engendrado entre los dos. Es un problema salomónico, desde luego. De acuerdo en que esa muchacha es muy joven para afrontar la maternidad. Pero al querer que su hijo nazca está demostrando que no es tan inmadura como pudiera parecer. Tiene sentido de la responsabilidad y algún valor más allá del miedo y de la comodidad. Más bien se diría que la chica es más responsable que sus padres, ya que está dispuesta a afrontar el resultado de lo que ha elegido. Mientras que sus padres no son capaces de hacer lo mismo
Si la muchacha siendo adolescente y seguramente en edad de estudiar y formarse, no ha sido educada en la familia ni orientada sexualmente a la hora de tomar precauciones, los padres deberían mirar la cuota de responsabilidad que les corresponde y el respeto que deben tener por la decisión de esa hija a la que no han sabido ayudar antes del embarazo indeseable. Por muy adolescente e inmadura que sea, no se puede entrar en su intimidad como una manada de bisontes. Esa chica ama a alguien y quiere tener ese hijo. Y está dispuesta a tenerlo y a responsabilizarse de él. Creo que ahí ni la ley ni la familia ni la comodidad pueden ni deben interferir, sólo ayudar a que esa adolescente alcance su madurez a través de su elección, en la que también ha influído el tipo de educación y de valores que ha recibido. Luego, también hay una responsabilidad común que afrontar en familia. No se trata de una adulta. Ni de una violación. hay un vínculo de sentimientos profundos que no se pueden deshacer, sino herir y maltratar con la cerrazón y el rechazo.
Sería muy distinto si ese embarazo hubiese sido el resultado de un juego sexual intrascendente y la chica desease liberarse del feto y no mostrase el menor interés por ser madre. Entonces el aborto sería perfecto e incluso un bien recomendable para el futuro nonato. Se evitaría una vida seguramente desgraciada, marginal y concebida sin amor. Y un problema social de desarraigo. Pero se ve que no es el caso. Ella ama y ha concebido con amor. Eso es la garantía primera de la salud psíquica de una concepción. Si el amor ha sido el origen, el resultado es la vida válida y llena de posibilidades. Esa madre luchará y sacará adelante a ese hijo y la familia, el entorno y la ley misma deberían estar de su lado, lo mismo que lo deben estar cuando decide abortar porque no se encuentra en disposición ni con madurez suficiente para llevar adelante la gestación ni la crianza ni la educación del nascituro.
Teniendo en cuenta el origen del padre y la xenofobia de la Italia del Norte, se intuyen motivos "eugenésicos" importantes en la decisión de los padres que seguramente no habrían reaccionado igual si el novio de la chica hubiese sido un joven italiano y del mismo pueblo a ser posible. Pero un albanés, además. Un paria. Qué vergüenza tener semejante nieto ¿verdad?

En lo profundo de este dilema flota una carencia absoluta de lucidez, de sensiblidad personal, ética y social. Nada que ver con el catolicismo cerril que se opone al aborto y disculpa la pedofilia y perdona en el confesionario a los maltratadores inconfesos o confesos, a los violadores de hijas o hijos, sobrinas o sobrinos, a los adúlteros recidivantes, a los padres pésimos e irresponsables, pero que van a misa los domingos y fiestas de guardar. Es que no son albaneses sospechosos que van embarazando novias adolescentes italianas para casarse y adquirir la maravillosa eurocarta de ciudadano mundial de primera clase. El pedigrí. Ahí está seguramente la clave del empeño de esos padres de manga ancha en la educación y de manga de tubo, cuando no les gusta el resultado de sus actividades pedagógicas. Por un momento imaginemos que el padre de ese feto hubiese sido un "papi" a lo Berlusconi. Seguramente la idea del aborto les parecería un crimen. Ese futuro niño, por el contrario, sería como si les hubiese tocado el pleno del tottocalcio o de la loto.
No nos engañemos, ningún sentido común, ninguna ley humana ni divina, puede solucionar ni rellenar con sus preceptos inservibles el agujero negro, inmoral e incívico, inhumano, que la falta de educación y de valores reales lleva milenios excavando en la sociedad que conocemos y sufrimos.
Donde sólo preocupa el dinero, la seguridad, la imagen, el prestigio, el poder, el capricho y la comodidad, a cualquier precio, no hay sitio para el hombre real. Ni para la reflexión. Ni para la coherencia que supera la ley con los sentimientos y la generosidad. Y mucho menos para el amor de una madre adolescente que no quiere abortar cuando el aborto es la solución para el honor(¡?) de la familia.

La gran lección humana y política de Francia

Esta semana el Parlamento francés ha decidido y votado penalizar socialmente la prostitución, es decir, por primera vez en la historia, además de multar a las prostitutas, se perseguirá penalmente a los prostitutos que las utilizan. Y les llamo prostitutos porque ellos también se venden. Tanto comercia el que vende como el que compra. Y quizás tenga más responsabilidad el que compra, porque es el que ostenta el poder que determina el mercado. Por mucha oferta que haya, sino no hay voluntad de compra no hay negocio, ya se ve en las recesiones económicas que arruinan los países porque nadie se atreve a invertir por si pierde su dinero. Esta dinámica sería perfecta para aplicarla en la desaparición definitiva de esa lacra social, humillante y degradada, que comercia con la dignidad humana, como en el pasado hizo la esclavitud. La prostitución, la guerra, como los toros o las peleas de gallos, el boxeo, la caza y la pesca como "deportes", son atavismos cavernarios que aún arrastra la humanidad, amparados en una absurda concepción "cultural" y tradicional, de los instintos más abyectos. Por eso es un verdadero alivio que de repente una sociedad como la catalana elimine las corridas de toros o que como la francesa, se empeñe en la desaparición de esa vergüenza "natural", que inexplicablemente aún mantiene en pie la aberración del comercio con el cuerpo y el sexo humanos, sean mujeres o sean hombres.

Está claro que hay mujeres en un estado tan decadente y desastroso, tan pilladas en el engranaje de la animalidad que deciden "libremente" prostituirse; por desgracia para ellas y también por fortuna para el resto, son una minoría. Quienes "libremente" deciden esclavizarse no están en un estado psicoemocional muy sano que digamos, pero al menos pueden decidir con quien, como y cuando aparearse y comerciar. Pero la mayoría de mujeres que se prostituyen no lo hacen por voluntad propia. Son víctimas de la incultura, de la ignorancia, de la explotación y de las tramas mafiosas que las tiene prisioneras y las obliga a ofrecerse a las demandas de cualquiera. Víctimas, muchas veces, de una tradición perversa, como los abusos desde la infancia o como la simple supervivencia, víctimas del engaño que les promete una "carrera" exitosa o un trabajo de camarera en un bar elegante y glamouroso, alto o bajo standing, de igual. La miseria es la misma, aunque tal vez cuanto más refinada aparece más repugnante resulta.
Nuestra cultura ha ido escondiendo siempre esta vergüenza bajo una pátina de estética barnizada de "arte" y de condescendiente liberalidad de costumbres, que disculpa y camufla la barbarie, tanto en la literatura, como en el cine, en el teatro, en las artes plásticas, en la música o en la publicidad y la moda, disociando por completo el placer obsceno de comprar y vender cuerpos y machacar almas a cambio de dinero, estatus, favores, etc, de la degradación ética y de derechos que supone tal burrada. Hasta llegar a una total normalización "picarona", pringosamente "pecaminosa" y bien vista en el mundo masculino, como rechazada por el mundo femenino más consciente y minoritario, por esa misma consciencia. Ya es tiempo de que cambie ese mundo cutre y penoso. Y es una buenísima noticia que la douce France, que durante siglos ha convivido con la idea de la golfería profesional como sus creaciones de las amantes reales, prostitutas de lujo con muchísimo poderío en las cortes de los Luises, del cabaret, el can-can, las cocottes, el mito facilón de Place Pigalle o Le Moulin Rouge, sea la primera sociedad europea que se lanza sin prejuicio alguno, contra la explotación del cuerpo y la integridad femeninos y a favor de un nuevo mundo más civilizado, respetuoso y feliz.
En medio del eurocrack, esta buena noticia es un motivo hermoso para levantar el ánimo. Una sociedad que trata de eliminar una lacra milenaria como la prostitución, en medio de un apocalipsis mercantil que está asfixiando la vieja concepción plutocrática y pidiendo a gritos otro camino, está bastante mejor de lo que parece. Por eso hay motivos para la esperanza.

jueves, 8 de diciembre de 2011

"Nuestro miedo más profundo no es el de ser inadecuados. Nuestro miedo más profundo se debe a que tenemos un poder ilimitado.Lo que más nos aterroriza es nuestra luz, no nuestra sombra. Nos preguntamos ¿quién soy yo para mostrarme brillante, espléndido, fabuloso y lleno de talento? Pero en realidad, ¿quién eres para no mostrarte así?
Eres un hijo de Dios. El hecho de que juegues a ser menos de lo que eres no beneficia al mundo.El hecho de reducirte para que los demás no se sientan inseguros a tu lado no es nada recomendable. Hemos nacido para manifestar la gloria de Dios, que habita en nuestro interior y no está sólo en algunos de nosotros, ¡está en todos!

A medida que dejamos brillar nuestra luz, inconscientemente damos permiso a los demás para que hagan lo mismo. A medida que nos liberamos del miedo, nuestra presencia libera automáticamente a los demás."

Nelson Mandela. Discurso de la toma de posesión de la Presidencia de Sudáfrica, 1994

miércoles, 7 de diciembre de 2011

15M personal o la r-evolución interior (III)

Uno de los logros más importantes del 15M en el cambio de conciencia es que aporta una visión positiva y llena de esperanza en la base real del cambio: ha nacido sobre todo de la necesidad personal de transformarse para transformar el medio y de transformar el medio mientras nos transformamos personalmente en ese mismo movimiento. En el enorme espectro de la misma onda renovadora hay tantos niveles de comprensión y de conductas como culturas diversas y nos encontramos compartiendo inquietudes sociales y urgencias idénticas, con bagajes personales muy distintos. Una de las cualidades estupendas de esta oportunidad es la pedagogía del compartir, el convertirnos mutuamente en maestros y alumnos del convivir solidario. Es una democracia vivísima y potente. Transformadora. Llena de impulsos que lo mismo pueden llevarnos a la creatividad y a la expansión de un nuevo civismo de alto nivel humano, como corremos el riesgo de trivializarlo si no sabemos salir del tópico, de la tentación de volver atrás, a los viejos conceptos del cenizo hispánico
Hoy podemos trabajarnos un poco esas actitudes, que siendo tópicamente "muy humanas", nos alejan de convertirnos en plenamente humanos. Por ejemplo, interpretar constantemente la indignación como un cabreo y una ocasión para desfogarse. Una rabia sorda que no sabe nada más que quejarse, despotricar y crear mala uva. Está muy bien experimentar indignación y soltar un taco de vez en cuando, pero cuando esa indignación se reduce al taco y a más de lo mismo nada más, bloquea la inteligencia, paraliza los procesos creativos que ayudan a encontrar soluciones, se convierte en inutilidad rutinaria, desaliento y vacío. Ejemplo práctico: ayer en una concentración a favor de una sanidad justa y sin arbitrariedades delictivas, se desperdició la ocasión para ir un poco más allá de la rabia, muy justa, pero inútil si se queda en eso. Los promotores de la idea no tenían nada claro que ofrecer. Se trataba de que cada uno de los presentes gritase en el micrófono lo primero que salía de su furia incentivada por el desgobierno que sufrimos. Motivos, los tenemos todos, pero hay que superar ese estado de shock permanente. Es una lástima desperdiciar una ocasión así para no hacer nada más que despotricar. "Cabrones al paredón!", por ejemplo, "sinvergüenzas, canallas, hijos de puta!" y así una hora y pico, con la sola excepción de un joven lúcido que hizo un paréntesis para explicar el timo del co-pago, que es en realidad re-pago, es decir, pagar otra vez por lo que ya estamos pagando por medio de los impuestos indirectos. Dineros que en vez de usarse para la sanidad o la educación, la ley de dependencia o las necesidades urgentes de vivienda o infraestructuras necesarias, van a parar a los eventos de Calatrava, Urdangarín, Francisco Correa y sus adláteres o al aeropuerto sin aviones de Carlo Fabrini, a las arcas del PP o a los regalos indirectos como los trajes, joyas y bolsos de los conseguidores y facilitadores cuyos nombres ya hemos recordado tantas veces, que no vale la pena repetir.

Hay que cambiar también el potencial de la rabia y reconducirlo hacia la inteligencia. Que nuestro verdadero poder no sea el insulto oral contra el insulto social y político al que estamos sometidos por obra y gracia de nuestro propio voto o de nuestra irresponsable abstención, ya sea en blanco ya sea en nulo. La rabia contra los opresores se tiene que canalizar en ideas para libarse de ellos, no para perpetuarlos en nuestra indignación y dedicarles tanta energía, que sólo sirve para aumentar la sensación de opresión y de desaliento.

Es interesante que practiquemos un método que nos libere al mismo tiempo de la rabia que del poder de quienes nos la provocan. Y eso puede ser un poco de ejercicio reprogramador neurolingüístico. Revisando las palabras que decimos habitualmente, los tópicos del perdedor, la gramática parda de los que no levantan cabeza y viven frustrados y resignados a su desesperación y convencidos de que nunca les pasará nada bueno, sin darse cuenta de que "lo bueno" o "lo malo" sólo depende del modo en que nosotros gestionamos éticamente lo que nos sucede. Cuando hacemos estas revisiones personales, descubrimos estados de bienestar profundo que nos calman y nos dejan ver la realidad. Adquirimos autonomía de visión y de regulación de nuestras inclinaciones naturales y las podemos adecuar a lo que necesitamos obtener dentro y fuera de nosotros. Es decir, modificando nuestras ideas, modificamos nuestro lenguaje y viceversa, a base de modificar conscientemente nuestro lenguaje modificamos también nuestras ideas y nuestros actos. Nuestro modo de convivir y de transformar nuestro entorno. Veamos en la práctica qué han conseguido a lo largo de la historia las revoluciones violentas, los desfogues por saturación popular. Guerras. Genocidios. Invasiones. Venganzas sangrientas que han generado odio y rencor histórico que incapacita para alcanzar el verdadero bienestar, que no consiste en tener tres coches y dos apartamentos mientras se muere de estrés o se maltrata a los seres queridos por pura psicosis neurótica. Por desestructuración patológica de la personalidad. Por vivir a ritmo inhumano y autodestructivo. Inconsciente.

Podemos intentar hacer una lista de palabras y expresiones que usamos normalmente para expresar nuestra rabia y nuestra indignación. En una hoja escribimos una columna a un lado, con esas frases y cuando la hayamos terminado, en paralelo y en el mismo folio, escribiremos la traducción de lo que hubiésemos querido obtener en realidad cuando la rabia nos estaba bloqueando. Por ejemplo:

"¡Cabrones al paredón!"......................................Necesito una salida justa a mi problema concreto
y he dejado que personas inadecuadas piensen por mí.
Que ahora les insulte y quiera matarlos, no va a arreglar mi
problema. Da igual quien gobierne si yo lo dejo todo en
sus manos. Necesito aprender a gestionarme. A participar.
Construyo otra frase: " Mi responsabilidad y mi conciencia son la llave de la solución"

Cuando se haya terminado la lista completa en ambos sentidos, podemos respirar serenamente la energía que se ha ido concentrando en nuestra mente y en nuestra emoción. Veremos que todo se ha modificado en nuestro interior, que somos capaces de hacer un escrito con la reclamación justa, asesorarnos consultando a personas expertas, denunciar nuestro problema si es necesario en los medios o ante la justicia, manifestarlo en la asociación del barrio, asociarse con otros ciudadanos igualmente afectados y empezar a construir lo que falta, a sustituir lo que no funciona, pero empezando por uno mismo. Lo demás llega a continuación como resultado de una causa que hemos puesto en marcha, sustituyendo el veneno por el antídoto.
El descubrimiento de que se es capaz de realizar estos cambios fortalece el ánimo y da seguridad en lo que hacemos. Nos aumenta la fe en el proceso y la esperanza en lo que llegará con el esfuerzo de nuestro cambio de un nivel animal pensante al de humano autoconsciente, capaz de pasar del automatismo de la manada a la ciudadanía responsable y capaz de superar los obsatáculos. Del hundimiento y la manipulación, a la renovación y la salud cívica y personal.